La Real Academia Española define la morosidad como la falta de puntualidad. En un contexto financiero la morosidad está relacionada con las personas que tienen deudas pendientes y que no han pagado, calificándolas como morosas.
Para las entidades financieras un moroso es aquella persona natural o jurídica que se encuentra retrasada en los pagos de una obligación durante un periodo de tiempo. Las repercusiones que recibe el moroso pueden ser un cargo por morosidad, un aumento en los intereses por pagar, una demanda judicial, un embargo, entre otros. Por otro lado, la morosidad afecta también a los bancos disminuyendo sus ganancias y obligándolos a realizar mayores provisiones.
A nivel Latinoamericano, la tasa de morosidad promedio a diciembre 2017 fue de 2,50% aproximadamente. Los países con mayor morosidad fueron: Brasil y Colombia con 3,80% y 3,20%, mientras que los países con menor morosidad fueron Panamá y Chile con 1,60% y 2,00%.
Nivel de Morosidad en la Alianza del Pacífico (2018)
Según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras de Chile (SBIF), la morosidad en octubre del 2018 fue de 1,98%, que equivale a 3,060 millones de dólares. El Banco del estado de Chile fue el que más cartera morosa tuvo con una morosidad de 5,34%, equivalente a 818 millones de dólares.
De acuerdo a la Superintendencia Financiera de Colombia (SuperFinanciera), la cartera morosa en marzo 2018 fue de 4,56%, cifra que supera en 4,30% a la registrada en diciembre 2017. Según la entidad colombiana, la tasa de morosidad continúa creciendo a tasas altas a pesar de que la morosidad de los créditos comerciales se haya contenido, debido a que la tasa de morosidad de los créditos de consumo y de vivienda ha aumentado.
El BBVA Research, indicó que el Índice de Morosidad (IMOR) de México en noviembre del 2018 fue de 2,50%, cifra menor a la de noviembre del año anterior de 2,60%. Los créditos que presentaban mayor morosidad fueron los de consumo con 4,40%, seguidos de los de vivienda con 2,60% y por último los de empresas con 1,60%. El IMOR de las empresas mejoró en el 2018 y los créditos de vivienda alcanzaron un IMOR estable.
La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP del Perú (SBS), informó que la tasa de morosidad del mes de setiembre 2018, fue de 3,65%. La institución peruana también indicó que las pequeñas y medianas empresas son los sectores más morosos con 9,22% y 8,40%, y que los créditos con mayor morosidad se encuentran en los departamentos de San Martin, Tumbes y Loreto.