Estuvo presente en el gran evento sobre la IA, no estaba como orador en el programa de la Cumbre sobre inteligencia artificial sostenible e inclusiva para las personas y el planeta , sin embargo fue la segunda intervención después del co-organizador del evento, el primer ministro Narenda Modi de la India.
James David Vance, más conocido como J. D. Vance, inició relatando el episodio de haber sido invitado recién la noche anterior por el presidente Macron a intervenir como orador en el evento, a lo cual, él le respondió: «Señor Presidente, estoy aquí para disfrutar de la compañía de esta noche y del vino gratis, así que escucharé», no obstante, fue orador «no estoy aquí para hablar del tema de seguridad de la IA, que fue el tema hace dos años, estamos aquí para hablar sobre las oportunidades y por eso estamos a la vanguardia y la respuesta suele ser tener miedo» por ello, destacó cuatro aspectos:
En primer lugar, se trata de garantizar que la tecnología estadounidense siga siendo la mejor del mundo, para que seamos el socio de elección de los Estados y de las empresas en el extranjero;
En segundo lugar, pensamos que la expansión del sector podría ser alcanzado y por lo tanto queremos asegurarnos de que las políticas promuevan el desarrollo de este tipo;
En tercer lugar, creemos que la ideología no tiene cabida en la IA y que no debería ser utilizada como una herramienta de censura autoritaria y,
En cuarto lugar, la administración Trump mantiene una voz a favor del empleo para que pueda generar más creación de empleo y vuelvo a lo que dice el Primer Ministro, «creemos que la IA hará que las personas sean más productivas», no va a reemplazar a las personas, nunca será el caso y a menudo, los líderes de la industria, cuando hablan de reemplazar, en realidad, no se trata de eso, creo que es más bien de prosperidad y libertad que nos espera y nuestra administración planea mantener.
Para ello propuso que para continuar el avance de esta tecnología y salvaguardar el liderazgo que tiene Estados Unidos, los sistemas más fuertes, incluidos los chips se construyan en Estados Unidos, para ello queremos asociarnos con «todos ustedes».
Destacó la necesidad de regímenes regulatorios que fomenten la creación de tecnología, más que los regímenes que «la controlan», aquellas que impiden «ver la nueva frontera con optimismo». Si Estados Unidos está a la vanguardia, no es casualidad porque promovemos un entorno regulatorio que permite la experimentación con los 700 mil millones dólares que deberían gastarse este año, más de la mitad en 2028 se gastará en Estados Unidos, invitó a los presentes a seguir este modelo, manifestando preocupación por la actitud de algunos gobiernos los cuales consideran «apretar las clavijas a las empresas estadounidenses en su país, Estados Unidos, no pueden aceptar esto y no lo harás, es malo para Estados Unidos, pero para tu país y tus países también».
Destacó el significado de las reglas internacionales con las que «nuestras sociedades tienen que lidiar con las enormes regulaciones de la Unión Europea», así como la diferencia entre «prevenir a un depredador que se aproveche de un niño en Internet a impedir que un adulto acceda a un sitio» generando, estas regulaciones, costos más altos y a veces, incluso, multas.
Avizoró la posibilidad de tener «otra revolución industrial tan importante como la máquina de vapor» advirtiendo que esto no sucederá si se impide que los innovadores asuman los riesgos necesarios para avanzar, así si se permite que esté dominado por grandes jugadores que intentan usar la tecnología para censurar o controlar pensamientos, tampoco sucederá. Puso en duda el exceso de regulación estricta de parte de quienes ya tienen una ventaja en el mercado, lo cual pone en duda si estas regulaciones benefician al público o a quien la solicita.
Queremos que exista la libertad de expresión, la libertad de consumo, de ideas aunque adversarios extranjeros han utilizado el software como arma para reescribir la historia.
Auguró que la relación entre Francia y Estados Unidos vuelva a revivir como lo fue durante la época del marqués de Lafayette quien luchó como general por los Estados Unidos en la Guerra de independencia contra el Imperio británico, siendo considerado uno de los héroes revolucionarios. Relató haber visitado la Place des Invalides y ante la estatua del marqués Lafayette se puso un guante blanco, tocó su espada y pensó en las hermosas civilizaciones que Francia y Estados Unidos han construido juntas «con armas como este sable, son armas peligrosas cuando están en las manos equivocadas pero es una buena herramienta para la libertad y la prosperidad cuando está en las manos adecuadas».
Exhortó a elegir el enfoque correcto ante las cosas que nos parecen peligrosas como la IA, pue si se da un paso atrás esto «tendrá un impacto en nuestro PIB y en los mercados, pero podría tener un impacto en lo que el Marqués de Lafayette y los demás intentaron establecer», propuso concentrarse en sus esfuerzos y en las oportunidades para intentar liberar innovación y garantizar que la IA pueda mejorar el bienestar de todos los países y sus habitantes con gran confianza, «una oportunidad que la administración Trump no va a desperdiciar» y deseo que «toda la gente aquí hoy piense como nosotros».
Luego de un discurso «a braccio», que impactó en los presente, D.J. Vance abandonó el evento sin escuchar a nadie más, así como en la cena de bienvenida se retiró sin tomar el postre.