APEC. Generar resiliencia para reducir la vulnerabilidad a los impactos del cambio climático

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La mayoría de las economías de APEC están situadas a lo largo del Anillo de Fuego del Pacífico, donde fuertes terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas plantean amenazas constantes. La región es también la más frecuentada del mundo por formaciones de ciclones tropicales, incluidas las apariciones anuales de ciclones de categoría 5 o supertifones. Además, la región de Asia y el Pacífico está sujeta a cambios de temperatura en el Océano Pacífico, lo que da lugar a los fenómenos de El Niño y La Niña. Todas estas condiciones podrían verse aún más exacerbadas por el cambio climático.

Las catástrofes en la región (como el tsunami del Océano Índico de 2004, el terremoto de 2008 en la provincia china de Sichuan, el terremoto de 2010 en Chile y los terremotos de 2011 en Nueva Zelanda y Japón) son recordatorios críticos de la importancia del trabajo de preparación para emergencias de APEC.

El Grupo de Trabajo de Preparación para Emergencias (EPWG) de APEC fue establecido por primera vez como Grupo de Trabajo de Preparación para Emergencias (TFEP) de APEC por altos funcionarios de APEC en 2005. En 2009, los líderes de APEC reafirmaron la importancia de mejorar la seguridad humana y reducir la amenaza de perturbaciones en los negocios. y el comercio en la región de Asia y el Pacífico. En 2010, el TFEP (reconocida la importancia de su trabajo) fue elevado a Grupo de Trabajo de Preparación para Emergencias (EPWG).

En la reunión realizada en Arequipa han confirmado que las catástrofes naturales, la mayoría de las cuales afectan a las economías de APEC, aumentan el riesgo de pérdidas económicas en la región y amenazan los medios de vida de las poblaciones más vulnerables.

Los miembros de APEC a través del Grupo de Trabajo de Preparación para Emergencias están fortaleciendo su cooperación para mejorar la prevención de desastres y la reducción de riesgos. También están colaborando en iniciativas de adaptación al cambio climático en comunidades vulnerables mediante el uso de herramientas como sistemas de alerta temprana y alerta de riesgos, así como desarrollando infraestructura para la resiliencia climática.

«El cambio climático no es sólo un desafío, sino también una oportunidad para hacer algunos arreglos institucionales con una nueva visión para nuestra economía», dijo Juan Castro, Ministro de Medio Ambiente de Perú, mientras presentaba el plan de adaptación climática de Perú a funcionarios de APEC en Arequipa la semana pasada.

El ministro Castro destacó que en el caso del Perú los recursos hídricos son los más impactados por el cambio climático por su vínculo directo con la inseguridad alimentaria.

“El crecimiento económico que necesitamos hoy necesita tener una infraestructura resiliente. Necesita tener diferentes modelos económicos”, dijo el Ministro Castro, y agregó que Perú requiere alrededor de USD 80 mil millones de inversiones sostenibles entre 2024 y 2025 para apoyar los esfuerzos de reducción del cambio climático.

“El impacto del cambio climático es claro”, afirmó el Ministro Castro, y agregó que “la cordillera tropical más alta del Perú ubicada en Ancash, conocida como Cordillera Blanca, ha perdido casi el 40 por ciento de su masa glaciar”.

“El Perú avanza hacia una economía circular. Estamos saliendo del modelo de economía lineal y avanzando hacia un nuevo modelo económico para que podamos tener una transición más amigable con el medio ambiente”, agregó el Ministro Castro.

Victoria Salinas, jefa de Resiliencia de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA), destacó que en 2023 hubo 114 desastres que requirieron apoyo federal en Estados Unidos, señalando que eso es un promedio de un desastre cada tres días.

“Dado que los desastres son cada vez más frecuentes e intensos, lamentablemente este ritmo operativo sin precedentes puede convertirse en nuestra nueva normalidad en 2024 y más allá, algo que debemos abordar de frente. La verdad es que desarrollar resiliencia es fundamental para nuestra supervivencia”, dijo Salinas a través de sus comentarios en video en el taller.

Salinas agregó que los desastres crean inestabilidad económica e impactos en cascada en todas las regiones, y es imperativo continuar trabajando juntos, intercambiar experiencias, compartir ideas y recursos que fortalecerán la capacidad en el país y en todas las economías de APEC.

«Debemos seguir centrándonos incansablemente en hacer operativa la resiliencia, tal como lo hemos hecho con la respuesta y recuperación ante desastres», añadió Salinas. «Podemos hacer esto compartiendo conocimientos y mejores prácticas de marcos que podemos implementar para proteger a nuestra gente y comunidades antes, durante y después de los desastres».

Juan Narciso, funcionario de la Agencia de Evaluación y Fiscalización Ambiental del Perú, destacó que el monitoreo ambiental juega un papel importante en la identificación de acciones preventivas que contribuyan a la mitigación de la emisión de gases de efecto invernadero. Añadió que los miembros deben mejorar su capacidad para identificar y abordar el riesgo ambiental asociado con el cambio climático y promover soluciones innovadoras que puedan proteger a nuestras comunidades, especialmente las más vulnerables.

«Se necesitarán asociaciones estratégicas para construir y sostener comunidades resilientes para nosotros y para las generaciones futuras», dijo la Dra. Kimberly D. Coleman, copresidenta del Grupo de Trabajo de Preparación para Emergencias de APEC.

«Debemos considerar asociaciones con otros grupos de trabajo de APEC, así como con la industria privada, ya que esto puede fortalecer la colaboración entre economías para alcanzar nuestros objetivos compartidos», concluyó Coleman.

Fuente: APEC