«La voluntad del pueblo no puede ser silenciada mediante la intimidación ni actos ilegales. Me mantengo firme, confiando no solo en los 16 millones de residentes de Estambul, sino también en los 86 millones de ciudadanos de Turquía y en todos los que defienden la democracia y la justicia en todo el mundo. Me mantengo firme en mi lucha por los derechos y las libertades fundamentales.»
El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, principal opositor del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, fue arrestado el miércoles 19 de los corrientes por la mañana junto a varias decenas de sus colegas, funcionarios electos y miembros de su partido, acusados de «corrupción», según el fiscal de la ciudad. En su cuenta de Twitter sustenta que la detención es un intimidación.
Como señala el diario «Le Soi», la agencia estatal Anadolu informó de acusaciones de «terrorismo» y de «ayuda al PKK», el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán, contra siete sospechosos, incluido Imamoglu.
En un video que el mismo Imamgoglu ha colocado en su cuenta Twitter donde aparece mientras se prepara para salir y ser detenido declaró “Cientos de policías llegaron a mi puerta. La policía irrumpió en mi casa y llamó a mi puerta. Se lo dejo a mi nación».
Según la Fiscalía de Estambul, Imamoglu está acusado de soborno y extorsión y lo considera el jefe de una «organización criminal con ánimo de lucro».
Özgur Özel, presidente del Partido Republicano del Pueblo (CHP) de Imamgoglu denunció «un golpe de Estado para obstruir la voluntad del pueblo» y «contra el próximo presidente» de Turquía.
Hasta el momento, Imamoglu es el único candidato en carrera para representar a su partido en las próximas elecciones presidenciales previstas para 2028 y debía ser designado oficialmente el domingo durante una primaria dentro del CHP. La Universidad de Estambul le revocó el martes su título, añadiendo otro obstáculo a su posible candidatura.
El alcalde denunció la decisión como «ilegal» y anunció su intención de recurrirla ante los tribunales, considerando que el consejo directivo de la Universidad de Estambul no estaba autorizado a actuar de esa manera.
Según la Constitución, se requiere un diploma de educación superior para cualquier candidatura al cargo de jefe de Estado, por ello declaró «Los derechos adquiridos de todos en este país están amenazados». Tiene cinco procesos judiciales, dos de los cuales se abrieron en enero.
Fue impedido en 2023 de postularse a la presidencia debido a una condena pendiente por «insultar» a funcionarios del comité electoral de Turquía. Imamoglu, es el principal opositor del presidente Erdogan, denunció a finales de enero el «acoso» que sufría por parte de la justicia. Salía de un tribunal de Estambul donde estaba siendo interrogado en el marco de una investigación abierta tras las críticas al fiscal de la ciudad.
Se debe señalar que las Universidades en Turquía no son libres ni autónomas, es conocido el arbitrario comportamiento de sus autoridades académicas que obedecen a las voluntades políticas de quien detiene el poder de este país desde hace más de veinte años: Erdogan para quien la religión ha sido un motor importante en su trayectoria política. En 1994, fue elegido como alcalde de Estambul y tenía un objetivo claro: apoyar y proteger a los musulmanes. En un país eminentemente islámico, característica que no le ha favorecido para su ingreso en la Unión Europea.
Para Erdogan, la política y la religión deben estar unidas, un acercamiento que le costó una condena de 10 meses de cárcel, cuando aún era alcalde de la ciudad más poblada de Turquía.
El joven político de aquel tiempo fue acusado bajo el cargo de “incitación al odio”, luego de leer en público un poema que fue considerado “islamista” por la Fiscalía.
“Las mezquitas son nuestros cuarteles, cuyas cúpulas nos sirven de casco y sus alminares de bayonetas: los creyentes son nuestros soldados”,
proclamó en 1998 Erdogan, consolidándose como el mayor líder islamista del país.