Declaran Patrimonio Cultural de la Nación a la obra musical de María Isabel Granda y Larco

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Debido a su gran valor simbólico dentro del imaginario nacional cuyo aporte a la continuidad y renovación de la música criolla abrió nuevas sendas en la música popular peruana, el Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la obra musical de María Isabel Granda y Larco, más conocida como Chabuca Granda. 

María Isabel Granda y Larco más conocida como Chabuca Granda, quien falleció el 8 de marzo de 1983, dejó más de cien canciones grabadas, según ha sido documentado hasta 2015, además de decenas de temas inéditos, poemas, así como guiones para cine y teatro. Son suyas composiciones representativas de la cultura peruana, conocidas y reconocidas mundialmente.

A través de la Resolución Viceministerial N° 001-2017-VMPCIC-MC publicada en normas legales del diario oficial El Peruano, se menciona que la música de Chabuca Granda exaltó en sus letras una serie de lugares, personajes y costumbres correspondientes a una Lima de antaño o tradicional. 

Este reconocimiento coincide con el aniversario de la fundación de la ciudad de Lima, a la que tanto amó.

La emblemática compositora nació el 3 de septiembre de 1920 en la provincia de Cotabambas, departamento de Apurímac. Fue hija de Eduardo Granda San Bartolomé, quien se desempeñaba como administrador de una mina en dicha provincia, y de Isabel Susana Larco Ferrari. En 1923 se trasladó a la ciudad de Lima junto con toda su familia. Ya en la capital, comenzó sus estudios en el Colegio Sagrado Corazón. Durante su infancia practicó el ballet y en su juventud se integró a la Asociación de Artistas Aficionados.  

El dispositivo legal refrendado por la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Ana Castillo Aransaenz, señala que Chabuca Granda se inició como compositora en 1948, a raíz de un reto lanzado por una pareja de colombianos amigos suyos, dando como resultado el vals “Lima de veras”. La pareja envió en secreto dicho tema a un concurso organizado por la Municipalidad del Rímac, donde obtuvo el primer puesto para la sorpresa de la autora.  

A partir de este punto habría seguido componiendo más temas como los valses Zaguán y Callecita encendida que, de acuerdo a Alberto Tauro del Pino, escritor y bibliógrafo, fueron estrenados en 1950 y dieron a su autora gran reconocimiento por su fina sensibilidad y como evocadora de estampas tradicionales.  

El expediente indica que el primer tema estuvo inspirado en las serenatas limeñas, y que también habría compuesto una marinera titulada “Tun, tun”… abre la puerta.  

Flor de la canela

La Resolución Viceministerial N° 001-2017-VMPCIC-MC menciona que, para su quinta creación -el ahora emblemático vals “La flor de la canela”- Chabuca Granda se inspiró en la figura de Victoria Angulo Castillo, mujer afrodescendiente que era madrina de la primera cuadrilla de cargadores del Señor de los Milagros, y en cuya casa del Rímac se reunían las más destacadas figuras de la bohemia criolla de entonces para disfrutar de grandes jaranas.

Asimismo se indica que Chabuca Granda visitó tal espacio llevada por su amiga María Isabel Sánchez Concha de Pinilla, manteniendo el contacto con doña Victoria Angulo a través de su lugar de trabajo en la Botica Francesa del Jirón de la Unión, donde esta última iba a visitarla con frecuencia.

La letra de La flor de la canela fue firmada por la compositora el 7 de enero de 1950, y fue estrenada el 21 de julio de ese año durante el cumpleaños de Victoria Angulo. No obstante, la primera versión grabada de este tema no aparecería sino hasta 1953 interpretada por Los Morochucos, amigos cercanos de la compositora. 

En 1954, una nueva versión grabada esta vez por el Trío Los Chamas le daría a La flor de la canela una mayor popularidad, inmortalizando el tema en el cancionero criollo.