Un envase elaborado con aceites esenciales y otras sustancias naturales, capaz de mantener las fresas “Favette” frescas hasta 12 días. Es el resultado de una investigación realizada por ENEA en colaboración con la Universidad de Tuscia y la empresa ILIP para promover la seguridad y la calidad alimentaria, reducir el impacto ambiental en la cadena de distribución y valorizar el patrimonio agroalimentario italiano. Los estudios se publicaron en las revistas internacionales Frontiers in Microbiology, Journal of Microbiological Methods y MDPI.
Típica del Lacio e incluida en la lista nacional de productos agroalimentarios tradicionales, la variedad de fresa “Favette” es una excelencia del Made in Italy por sus altos niveles de compuestos bioactivos, fenoles y micronutrientes. Sin embargo, su alta perecibilidad limita su distribución y conservación a lo largo de la cadena de suministro.
Para contrarrestar la sensibilidad de las fresas a los patógenos alimentarios, los investigadores realizaron análisis avanzados seleccionando marcadores de calidad y seguridad para evaluar la eficacia de estrategias que combinan diferentes compuestos antimicrobianos naturales, como el quitosano, la nisina y el galio. Gracias a la colaboración con el instituto IBA de Bucarest, también fue posible caracterizar químicamente el nuevo envase para garantizar la seguridad de los materiales para el consumo hortofrutícola y su conformidad con la normativa europea.
Además de prolongar la vida útil de las fresas «Favette» hasta 12 días, la investigación demostró la eficacia de la acción bactericida de los aceites esenciales combinados con probióticos y postbióticos. De hecho, los análisis microbiológicos revelaron una carga bacteriana y fúngica significativamente mayor en muestras de fresas sin tratar.
«El proyecto representa un paso significativo hacia la creación de envases sostenibles y seguros, contribuyendo a la valorización de los productos agrícolas italianos», comenta Annamaria Bevivino, responsable de la actividad en ENEA y responsable de investigación de la División de Sistemas Agroalimentarios Sostenibles del Departamento de Sostenibilidad, Circularidad y Adaptación al Cambio Climático de los Sistemas Productivos y Territoriales. “Además —continúa—, la adopción de envases biodegradables y compostables reduce el impacto ambiental, mejora la conservación de los productos y aumenta su calidad, garantizando a los consumidores fresas frescas y nutritivas durante más tiempo”.
La actividad se llevó a cabo en el marco de un doctorado con la Universidad de Tuscia y una beca de investigación de ENEA promovida por la colaboración OnFoods[1], financiada por el PNRR y en la que también participa ENEA[2].
Los resultados de la investigación se presentaron en la sección «Interfaz de microorganismos – Procesos innovadores» de la conferencia internacional EFFoST 2024, celebrada en Bélgica el pasado noviembre. El valor de los estudios también fue reconocido durante la presentación de Valeria Poscente, investigadora de la división de Sistemas Agroalimentarios Sostenibles de ENEA, durante el evento «Semillas de Innovación: Simposio de Investigación de Doctorado de la SPVA», celebrado en Viterbo el pasado febrero. Por su presentación, la investigadora de ENEA recibió una mención especial por la eficacia de la comunicación y la transferencia de tecnología de las actividades de investigación.
En la imagen, se muestra una mesa de laboratorio con el detalle de 9 bandejas dispuestas en 3 filas de 3 bandejas de 250 g de fresas frescas, cada fila correspondiente a un envase antimicrobiano diferente. En esta foto, solo se muestran 3 de las 6 condiciones experimentales tras 10 días de almacenamiento en el frigorífico. En concreto, las 3 primeras bandejas y las 3 últimas, correspondientes a los diferentes tratamientos, muestran la presencia de algunos mohos desarrollados durante el almacenamiento. Las tres bandejas centrales, correspondientes al tratamiento combinado con quitosano, nisina y carvacrol, muestran fresas que han mantenido el color y la consistencia mejor que los otros tratamientos, sin que se observe la presencia de mohos. Los valores obtenidos de los análisis microbiológicos confirman la capacidad de prolongar la vida útil del tratamiento combinado realizado por ENEA.