Por
Fernando Morales Barria 

El 4 de julio se realizó el Seminario «Mirada al Futuro» en Santiago de Chile, a continuación les señalo algunos puntos relevantes.

1.- CIEPLAN, FD+D, Universidad de Talca y FLACSO organizaron en el Auditorio Norbert Lechner del edificio FLACSO, un seminario titulado “Mirada al Futuro”. Fue una verdadera maratón de comentarios del más alto nivel.

2.- Las palabras inaugurales estuvieron a cargo de Alejandro Foxley, presidente de CIEPLAN, quien explicó las razones de esta iniciativa, como por ejemplo, intentar escudriñar entre un selecto grupo de intelectuales de centro izquierda, las acciones que conducirían a un mejor futuro para Chile. A continuación alguna de las principales reflexiones que se hicieron esa mañana.

3.- Manuel Marfán, ex Ministro de Hacienda, dijo que el principal desafío de hoy es recuperar el crecimiento y eso pasa por incrementar la inversión. Las nuevas fuentes de trabajo son más baratas y ahí el diferencial de productividad es pequeño. Por lo tanto, el desafío allí es aumentar productividad y en una especie de mutación de la política, pasar de la adolescencia a la adultez.

Todo lo que se hizo antes en Chile fue necesario, y quizás se podría haber hecho mejor, pero este paso hacia a la adultez o hacia el desarrollo económico en la última fase, requiere hacer las cosas mejor, y eso se llama productividad. Tenemos que usar lo mejor, con nuevas tecnologías, mejor organización, mejor Estado, etc., lo que implica una mutación importante de las instituciones y de nuestros factores productivos, lo que nosotros no lo hemos hecho hasta ahora.

No estamos conscientes de la eterna contradicción que hay entre una sociedad que, producto de esta modernización, ya es una sociedad principal y mayoritariamente de clase media, pero que no construye un desarrollo futuro. Nos quedamos en la puja corporativista de corto plazo, pugna ésta que nos condena a la trampa del ingreso medio. Hoy en día la política en Chile tiene mucho de esta pugna corporativa, y no se ha escuchado a ningún candidato hablar de esto.

Todos conocemos las políticas bien concretas y específicas para el crecimiento y el desarrollo futuro y no hay necesidad de reinventarlas; muchas de ellas hechas en países desarrollados; y quiero dentro ellas referirme a un conjunto muy particular, porque lo encuentro que es tremendamente relevante. La política pública fundamental es ésta: que el país logre hacer un cambio cultural, pasando de la desconfianza y puja corporativa a una sociedad de la cooperación; desde la sociedad de ganarle al sistema, pasar a la sociedad de respetar el sistema…

Se necesita un cambio cultural en materia de acción colectiva. El ejemplo típico es el de aquel que se encuentra al medio de la carretera en un taco, y como no avanza el taco, alguien te adelanta por la berma lo que te da una rabia gigantesca. Pero al poco rato, la berma se transforma en una pista y en vez de rabia, uno se siente tonto, pues los que te tratan de ganarle al sistema están ganando. Finalmente uno sucumbe moralmente y también se mete por la berma… pero se mete en el momento equivocado porque justo ahí se chantó en un taco en la berma misma y además debes resistir las miradas odiosas de los que están a los lados y no avanzaste nada. Peor aun cuando por la berma avanza un auto patrulla, lo que constituye una contradicción en sí misma.
El empresario que es honesto, (me refiero al moralmente honesto, no al legalmente honesto, porque esta última es una exigencia menor), de repente ve que lo adelantan por la Berma tipos que hacen todo tipo de pillerías en materia de impuestos y en materia de cosas y al final todos terminan haciendo lo mismo. Esa fue la gran falla del sistema del FUT, porque se chacreó tanto, que al final se deslegitimó algo que no era malo. La recomendación hoy en día en todos los países es que los incentivos deben ser de cuatro años y revisarse para evitar precisamente que la acción colectiva sea la chacota. (Con el financiamiento de la política ocurre lo mismo, si una persona de clase media quiere ser candidato se decepciona al ver que por el lado de los otros candidatos, avanzan con platillos y ponen propagandas).
Las políticas públicas son determinantes en los cambios culturales. Por ejemplo en la campaña del NO, al principio costó que las personas se inscribieran, pero luego se pasó a un punto de masa crítica, y la gran mayoría se volcó a inscribirse. Uno puede hacer esas cosas a través de políticas públicas.
Las políticas públicas debieran legitimar la riqueza. Hoy en día la riqueza es algo malo, excepto cuando es la riqueza de Arturo Vidal. (Cuando chocó con su Ferrari, se criticó a Vidal por estar borracho pero no por el Ferrari en que él iba, pues todos entienden que el Ferrari en el caso de él es justo, porque está bien ganado y nos da rabia que su pase cueste sesenta millones de euros, en vez de ochenta que es lo que debería costar entonces…)
Por ejemplo deberíamos hablar más y bien del desconocido Firstmark de Crystal Lagoons, que hoy en día tiene una capitalización superior a tres mil millones de dólares, lo que se llama según una jerga de Eduardo Bitrán un unicornio; y nadie lo conoce y resulta que ese es nuestro Arturo Vidal de la economía, porque fue capaz de hacer una innovación que es a escala internacional y mundial. Ese tipo de empresarios deberían salir en las fotos, subirse al avión presidencial con los exportadores, porque no hay un mejor incentivo que el de legitimar la riqueza, cuando la riqueza se construye de una manera que es favorable al conjunto de la sociedad.
Dentro de esta misma lógica yo propongo, sugiero, que la próxima gran reforma tributaria sea la que ponga incentivos a la innovación, y mi recomendación es que tales incentivos deben hacerse en un principio por solo 4 años, y, además, debemos identificar cuáles son los frescos que quieren ganarle al sistema y se van por la berma. No son todos igualmente culpables, los primeros son más culpables que los últimos, el que abusa es más culpable que el que sigue la corriente, etc.

4.- Ricardo Lagos Escobar, ex Presidente de la República y actual presidente de la Fundación Democracia y Desarrollo, hizo uso de la palabra, con su pedagogía y contundencia habituales. Pudimos anotar los siguientes puntos de esta conferencia:
¿Cómo mirar el futuro, a largo plazo, cuando los cambios en el mundo son tan acelerados?
El avance tecnológico ha creado una tecnología disruptiva. Ahora Usted puede hacer un producto en su casa con tecnología 3D, pero esto tiene consecuencias laborales, pues transforma el mercado laboral; y en el campo es la revolución agrícola. A partir de la década del 75 ha aumentado la productividad en EEUU.
Pero esto acarrea también altos costos sociales.
Los cambios tecnológicos han derivado en los cambios al origen de la riqueza. Antes la riqueza era heredada, ahora solo un 30% de la riqueza es heredado. Los Bill Gates abundan gracias a los cambios tecnológicos.
Se ha producido un estancamiento de las rentas; son planas o incluso decrecientes.
En EEUU el fin del sueño americano se mide por el año en se nació. Mientras más joven, menos se gana.
Hay crecimiento, pero acompañado de estancamiento de las rentas medias, y una disminución de la participación de los deciles inferiores. La aceleración desde finales del siglo XX es muy impactante.
En América Latina hay 4 velocidades de crecimiento, y Chile es el que va a la vanguardia. Estamos a punto de ser un país desarrollado conforme los parámetros de la OCDE.
No obstante la desigualdad en Chile sigue siendo importante.
Ricardo Lagos concluye que cuando sube la productividad, sube la igualdad.

5.- Eduardo Engel, se preguntó ¿dónde queremos ir y cómo pensamos hacerlo?

Un problema no menor es que con las nuevas tecnologías, cada persona es hoy un periodista; hay una clase media educada, una rapidez en la información. Todo ello obliga a formular de una manera distinta las políticas públicas. Existe un divorcio de las clases medias con las élites políticas que pretenden continuar dirigiendo el país de manera intransparente, como si todas las personas no tuvieran hoy a la información total. No hay secretos hoy día. Para colmo terminaron en las escuelas las indispensables clases de Educación Cívica.
No hacemos las reformas a tiempo; esperamos mucho tiempo para hacerlas, y cuando las hacemos las personas ya están desencantadas. Por ejemplo la modificación a la ley de pensiones. Deberemos adelantarnos a las reformas.
Engel plantea también el dilema desigualdad versus productividad. Pone énfasis en el desarrollo de institutos profesionales para el mercado laboral terciario.