Al 31 de julio del presente año, el EMBI (Emerging Markets Bond Index) de América Latina se ubicó en 4.76%, superando el promedio global de 3.53%. Este indicador, que mide el riesgo país, refleja la percepción de los inversionistas sobre la estabilidad económica y política de los países de la región. Uruguay, Chile y Perú se destacan con los menores riesgos, presentando tasas de 0.89%, 1.31% y 1.64%, respectivamente. En contraste, Venezuela y Bolivia tienen actualmente los mayores riesgos con 187.16% y 21.42%.
El primero de mayo se registró un fuerte incremento en el EMBI Latino, elevándose a 4.13%. Este aumento se atribuye a la emisión de bonos soberanos en la región y a los períodos electorales, factores que suelen incrementar la percepción de riesgo entre los inversionistas. Las elecciones, especialmente en países con economías volátiles, pueden generar incertidumbre y volatilidad en los mercados.
Argentina y Ecuador, que durante otro momento tuvieron los peores resultados, han mostrado mejoras notables en el primer semestre del 2024. Sin embargo, estos aumentos se moderaron hacia finales del semestre debido a la disminución de las paridades entre mayo y junio. La situación en estos países sigue siendo un reflejo de la fragilidad económica y las fluctuaciones políticas que afectan a la región.
Las elecciones pendientes en América Latina también juegan un papel crucial en la evolución del EMBI. Uruguay se prepara para sus elecciones en octubre, lo que podría influir en su riesgo país. Además, la carrera presidencial en los Estados Unidos ha tenido y seguirá teniendo un impacto significativo en la percepción del riesgo en la región Latinoamericana.
En este 2024, el riesgo país de América Latina muestra una tendencia al alza debido a factores económicos y políticos. Aunque algunos países han mejorado su situación, la región sigue siendo vulnerable a cambios en la percepción de los inversionistas, especialmente en los períodos electorales y ante la emisión de bonos soberanos.