El coronavirus tuvo un impacto directo en las exportaciones de Latinoamérica, pues China, Estados Unidos y otros países desarrollados cerraron sus puertos con la finalidad de frenar los contagios por Covid-19. El menor volumen vendido y la disminución de los precios internacionales, de acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ocasionaron que las exportaciones de la región se contrajeran entre 11% y 13%.

Las cifras correspondientes a noviembre de 2020 muestran a México con USD 374,506 millones y Brasil con USD 191,678 millones, como los países que más vendieron al exterior entre enero y noviembre de dicho año, seguidos por Chile con USD 71,728 millones, Argentina con USD 50,996 millones y Perú con USD 34,793 millones.
Si analizamos estas cifras de manera interanual, se puede observar que el mayor deterioro de las exportaciones lo tiene Bolivia, disminuyendo un 24.43%, Colombia -22.50%, Perú -16.16% y Argentina -14.60. El país que presentó un aumento en sus exportaciones fue Panamá con 16.0%, debido a que se registraron en los meses de enero, febrero y marzo, exportaciones que triplicaron los montos realizados en 2019.
A inicios de la declaratoria de pandemia mundial, los precios de los minerales y combustibles se desplomaron ante la incertidumbre. A Bolivia, Chile y Perú les afectó la disminución de los precios de los minerales metálicos; sin embargo, Perú fue el más perjudicado debido a las fuertes medidas de confinamiento, reduciendo drásticamente la producción minera. La caída de precios del petróleo incidió en los países de Colombia, México y Brasil, siendo estos dos últimos los que registran la menor disminución en sus exportaciones interanuales con -11.30% para México y -7.35% para Brasil, debido a la mayor venta internacional de manufactura y productos agropecuarios.
Luego del desplome del comercio internacional del 2020, se espera que en el 2021 la demanda internacional se dinamice a los niveles vistos pre pandemia. Sin embargo, tanto el crecimiento económico y el comercio internacional están sujetos a la evolución de la pandemia y el desarrollo de las vacunas contra el Covid-19. Las perspectivas optimistas apuntan a un 2021 con la pandemia controlada.