América Latina y el Caribe crecerá será solo 1.3% en 2019, estima la CEPAL. Esta reducción de la tasa de crecimiento es una consecuencia de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que aún no ha resuelto, lo que conlleva riesgos para el comercio mundial y la tasa de crecimiento a medio plazo. También para las diversas condiciones financieras internacionales y la calidad de vida de las poblaciones.
Este pronóstico considera que los precios de los productos básicos también pueden verse afectados negativamente por un aumento en las restricciones comerciales.
A partir de ahora, se prevé una ligera disminución en el nivel de precios promedio para los productos básicos (de -5%) para 2019, con los productos energéticos que muestran la mayor caída (-12%). Pero como el nivel de actividad global y el comercio global están empeorando más de lo esperado, esta proyección podría revisarse a la baja.
Para Centroamérica, México, República Dominicana, Haití y Cuba, el crecimiento será del 2.0%. Del mismo modo, las economías del Caribe de habla inglesa y holandesa también registrarán un crecimiento del 2.0% en 2019, cerca de lo previsto en diciembre.
Como en años anteriores, persisten las preocupaciones con respecto a la evolución de la economía china. Se estima que se desacelere una vez más en 2019, a un crecimiento del 6,2%. Finalmente, están los riesgos geopolíticos habituales, compuestos por la incertidumbre en curso con respecto a ciertos procesos que no solo tienen importancia geopolítica sino en la económica global, como el Brexit.
BREXIT
Es el acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea, que pasa por un período de transición hasta el 31 de diciembre del 2020 para darles tiempo a ciertos ajustes y negociaciones a los términos de su nueva relación.
El acuerdo también define cuánto dinero le debe pagar Reino Unido a la Unión Europea para honrar los compromisos adquiridos como miembro del bloque: unos 39.000 millones de libras (casi US$50.000 millones), según la UE.
Y, en el mismo acuerdo, las partes también se comprometen a mantener los derechos para los ciudadanos británicos que actualmente viven y trabajan en otros países de la UE, y para los ciudadanos europeos que viven y trabajan en Reino Unido. El punto de la polémica, sin embargo, es una «salvaguarda» para evitar la instalación de una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.
Volvemos al plan chino que considera terminar totalmente la pobreza en el país y conseguir el sueño de «una sociedad modestamente acomodada». Iramsy Peraza Forte, desde el diario Granma de Cuba, comenta que en tres años China quiere sacar de la pobreza a más de 50 millones de personas.
En su aval para conseguir ese objetivo el gigante asiático cuenta con la «hazaña» de haber sacado a cerca de 700 millones de personas de la pobreza en menos de 40 años, un logro que no puede ostentar casi ninguna nación del planeta y que la convirtió en la primera en cumplir la meta de desarrollo del milenio de la ONU, que reclamaba reducir a la mitad la población pobre.
Para cumplir con ese anhelo –que hoy implicaría mejorar el bienestar de cerca de 50 millones de personas, superior a la población entera de España o Sudáfrica– el gigante asiático está optimizando sus estrategias y para ello ubicó a la erradicación de la pobreza como una sus políticas cardinales.
Beijing está consciente que la construcción de una «sociedad moderadamente próspera y el rejuvenecimiento de la nación», dependerá del cumplimiento de las metas trazadas en el 2012, durante XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCH).
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