Celebramos el 8 de Marzo: Diferentemente Iguales

0
354

Para que todo cambie, debes cambiar tú ¿es suficiente? No. Se requiere una toma de conciencia de parte de la política y de la sociedad que establezca un ambiente favorable para que todas las mujeres puedan aportar sus capacidades en un sistema que no está diseñado para que ellas sean protagonistas. Esta situación es más evidente en Europa, en Italia, donde todos: niños y niñas siguen el mismo sistema educativo, donde la educación es obligatoria. Sin embargo, el entorno social no está preparado para recibirlas ¿lo están las familias?

Un entorno laboral y social que prefiere la mentalidad masculina, donde la fuerza física va a la par de la mente, no da gran espacio al razonamiento de las mujeres, la dirección masculina pretende ser seguida no acepta sugerencias, menos innovaciones.

Hace unos días se proyectó la vida de la astrofísica Margherita Hack, basada en su autobiografía “Nove vite come i gatti”.  Nacida en Florencia en 1922, hija única de una pareja inusual italiana, el padre descendiente de suizos, pierde el trabajo por no aceptar el carnet del régimen fascista, la madre pintora mantiene la familia gracias a su talento, ella en Suiza trabajaba en un colegio donde se enseñaba a las niñas a tener miedo incluso de ellas mismas, de su cuerpo, se bañaban vestidas, su madre desechaba las religiones que limitaban al ser humano.

Su padre observa que Margherita no era aceptada por otras niñas, no jugaban con ella por ser diferente usar pantalones y no usar vestidos, para su madre en cambio, “si Margherita crecerá libre, crecerá fuerte”, la acepta como era y la estimula en sus elecciones. Se forma en un ambiente familiar donde su opinión cuenta, pero, sobre todo, donde la actividad agonística, exaltada por el régimen fascista, le permite asumir su capacidad física, refuerza su libertad de pensamiento y le hace saborear el gusto de vencer, sabe lo que es ganar y no se avergüenza de ello, no se avergüenza de decir “llegue primera” nadie la tilda de soberbia.

A pesar de definir al “Duce Mussolini” cruel por haber despedido de su colegio a una profesora judía, la cual se suicida, no llega a ser expulsada sólo suspendida por 20 días. Estudia física, realiza su tesis en el Observatorio Astrofísico de Arcetri, lugar con valor histórico, en Arcetri vivió y murió Galileo Galilei “eppur si muove”.

Margherita quería conocer las estrellas, para verlas y fotografiarlas con el telescopio, tenía que trabajar de noche, quedarse a dormir en el Observatorio, nadie se lo impidió, tampoco su novio. Nunca dejo de mirar las estrellas, en ellas encontró su camino, si en la universidad, en la clase era la única mujer, no era brillante en teoría, era brillante en las ejercitaciones, la mejor en la operatividad, estudió las estrellas cefeidas, las cuales se caracterizan por su imprevisibilidad. Gana el concurso de docente investigadora en el Observatorio Astronómico de Merate en Lombardía, dónde trabajaban muchas mujeres, en la parte administrativa, los astrónomos todos hombres, pretendían tratarla como “mujer no como colega”, la mezquindad de sus colegas científicos hacia ella, le hacen entender que a pesar de ocuparse del cielo eran “sólo hombres”, llegando a cortarle las llantas del auto, se preocupan porque ella no tenía hijos, llamaban a su marido “el esposa”. El director del Observatorio, era un pequeño “Barón”, quien se sentía poderoso al verse rodeado de unos hombrecitos que le acompañan con anuencia, no soporta a Margherita quien logra que sus investigaciones sean publicadas en el extranjero, es invitada a Berkely como profesora visitante para escribir un Tratado sobre Espectroscopia Estelar, el director se niega argumentando “es pagada para trabajar en el Centro de Merate”, ella responde “soy pagada para hacer investigación. La ciencia no tiene límites, sino intercambiamos ideas con otros científicos nos quedaremos en la periferia del mundo” el director le recuerda que Italia es el país de Galileo, Cassini, Schiaparelli, la “historia de Italia”. Margherita le recuerda que “todos están muertos” y le propone, “cuando regresaré no les diré nada de lo que habré aprendido así no podrán empeorar y estaremos todos contentos”. Le pide, además, que sea corregida la dicción de su nombre, sus colegas sin haber ganado el concurso de docente investigador son llamados profesor y ella es llamada doctora, “sé qué es una nimiedad, pero a mi regreso, espero haya sido corregido”.

En Berkely comprende que en Merate no era feliz, decide dar un cambio a su vida postula y gana el concurso como directora del Observatorio de Trieste. Otro enfrentamiento, el viejo director de Trieste no quiere dejar la dirección, como en todas las universidades el Barón pretende dejar el testimonio a su alumno, pasar a la posteridad, le hizo la guerra. Su marido le dijo a Margherita “te hará la guerra, pero, como siempre, tú ganarás”.

No sólo ocupó la Dirección del Observatorio Astronómico de Triste que nació de la escuela Náutica de Trieste fundada por María Teresa de Austria en 1753 en la cual fue construido el Observatorio en 1923. Margherita obtuvo el cambio de destinación de un área militar en frontera con Eslovenia donde se construyó la “Specola Margherita Hack”, un lugar abierto a la visita del público y de las escuelas.

Es inspiradora Margherita Hack, ella sostiene no haber sufrido discriminación, en realidad la pudo haber sufrido, sin embargo la combatió y venció, nunca bajó al nivel de las “vibraciones” de quienes la querían diferente, de quienes se sorprendían de sus resultados no siendo un hombre. Es inspiradora esta Italia que está cambiando, que habla abiertamente de las pequeñeces masculinas que siempre han atrasado el desarrollo de este país.

Sorprendida de sus logros Margherita Hacker se preguntaba ¿dónde se quedaron todas esas chicas inteligentes que estudiaron conmigo?, se perdieron devoradas por aquellos trabajos donde era requisito obedecer y no pensar, no se veía bien, como tampoco ahora es muy aceptado que una mujer sea ambiciosa en el ámbito laboral. Descubrió el sistema estelar de Epsilon Aurigae y escribió la hipótesis que ésta tenía una compañera, hipótesis ahora confirmada, luchó por lo que creía. Nunca perdió la ambición ni tampoco se convirtió en lo que otros querían, aquellos quienes poco a poco influyen cambiándote sin que te des cuenta.

Más bien, ella produjo un cambio, hoy la recuerdo como un carácter y una actitud que espanta a muchos, para mejorar la sociedad hay que dejar atrás las mediocridades y  las mezquindades, tener siempre pensamientos altos como las  ambiciones. Como ella decía “todos tenemos un solo origen, todos somos hijos de la evolución del universo,  de la evolución de las estrellas, y por lo tanto somos verdaderamente hermanos y hermanas”, entonces: diferentemente iguales.