José Gregorio Díaz Mirabal, Presidente del Congreso de las Organizaciones Indígenas Amazónicas (COICA), indígena curripaco (Venezuela), como COICA celebró el diálogo instaurado en Ecuador, relató que ellos hicieron el llamado al levantamiento indígena, “los hermanos indígenas emplumados como yo, llenaron las calles de Quito para defender la madre naturaleza, los mismo hemos venido a hacer al Sínodo, hemos venido a defender lo mismo que están defendiendo nuestros hermanos en Ecuador. Queremos que se demarque nuestro territorio, se titulen nuestros territorios hemos pedido al Papa Francesco que queremos que se pare la invasión violenta e inconsulta por los grandes proyectos de desarrollo que vienen del mundo civilizado. Se llaman: hidroeléctricas, minería ilegal, legal, hidrovías, ganadería extensiva, ilícita, monocultivo, agroindustria y robo de tierras apoyados por los Gobiernos, apoyados por las empresas. Eso hemos dicho aquí en el Vaticano y también le hemos pedido que nos defienda, porque al defender nuestra Madre Naturaleza estamos siendo criminalizados, estamos siendo encarcelados y asesinados, eso también lo hemos dicho acá”.
Prosiguió solicitando “que se pare la contaminación y la destrucción del agua, del aire de la tierra, de la vida, finalmente queremos celebrar este diálogo en Ecuador y que nuestras organizaciones como la CONAI, y otras, los trabajadores humildes de Ecuador y los campesinos, en este momento, puedan regresar a su casa y esperar que salga una buena propuesta”
Señaló haber pedido al papa Francisco que los ayuden a “hablar con los nuevos dioses del mundo desarrollado que son Google, Fondo Monetario internacional, la Comunidad económica europea, el Banco Mundial y a los gobiernos de la Amazonia que se sienten a hablar con nosotros que nos oigan así como nos están oyendo en este Sínodo”.
En su calidad de Coordinador general de la COICA, que la conforman nueve países, manifestó que “el levantamiento en Ecuador terminó con 7 muertos, Brasil lleva más de 200 y Brasil 300, somos los mártires de la Amazonia, nadie se escapa, desde Brasil hasta Surinam, lo que puedo decir es que somos los pueblos los que estamos llamados a buscar nuestras alianzas para defender nuestras vidas. Lo que sucede en Ecuador, aliente a nuestros hermanos en Venezuela porque nos sólo los pueblos indigenas, el mundo está huyendo a otras fronteras. Lo que ha pasado en el Delta es un dolor para nosotros, tenemos que buscar más alianza y por eso estamos en el Sínodo”.
Finalmente, señaló “el documento (Instrumentum Laboris) dice que la Iglesia debe ir en salida, tiene que reflejarse en la realidad de nuestros pueblos pero es cierto que en algunos puntos de la Amazonia la Iglesia está muy debilitada, le hace falta apoyo y más unidad entre la Iglesia y los pueblos indigenas, estamos aquí porque no tenemos otra opción tenemos que unirnos, fortalecernos mutuamente y tenemos que salir caminando juntos pero esos caminos son de agua, no son caminos fáciles, lo hemos visto, pero, al final está la vida. Cada uno tiene que comprometerse para que lo que estamos planteando se refleje en la Amazonia, para curar las heridas del extractivismo, la falta de consulta previa con los pueblos indígenas. Nadie consulta a los Pueblos Indígenas, ¿cómo ir juntos para enfrentar nuestras amenazas externas pero también fortalecernos al interno, entre la Iglesia y los pueblos indigenas que estamos en el mismo territorio?”.