Cada año la Asamblea de las Pymes de la Unión europea se reúne, no como es costumbre hacerlo entre pares, esta es una reunión donde funcionarios, políticos, expertos universitarios, investigadores, la presidencia de turno del Consejo, que esta oportunidad le corresponde a Hungría, empresarios de todos los rubros y ciudadanías europeas intercambian ideas para mejorar lo que significa en la Unión europea un reforzamiento del mercado único, un crecimiento social pues constituyen el 99% del sector productivo europeo.
El anfitrión que le dio la bienvenida al expositor académico de la Cátedra Schumpeter fue Richárd Szabados, Secretario de Estado para el Desarrollo de las PYME y la Tecnología en el Ministerio de Economía Nacional de Hungría, cuenta con más de dos décadas de experiencia en el sector bancario y el desarrollo de las PYME. Antes de su puesto actual, se desempeñó como director ejecutivo de la Agencia Húngara de Desarrollo Económico y dirigió la Banca Corporativa en Erste Bank. Su extensa carrera incluye puestos de liderazgo en CIB Bank y Budapest Bank, donde se especializó en crecimiento de las PYME, desarrollo empresarial y arrendamiento financiero. Con una maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Debrecen y certificación como Contador Público Autorizado, Szabados aprovecha su perspicacia financiera para impulsar las iniciativas económicas y tecnológicas de Hungría.
Por ello sus palabras de introducción, con amplio conocimiento de causa, manifestaron conocer a los empresarios quienes le han compartido sus historias de resiliencia, creatividad y ambición, así como los desafíos muy reales que enfrentan: cargas administrativas, acceso limitado a la financiación y la presión de resolver problemas industriales. «Todos ustedes en esta sala conocen los desafíos actuales de la UE. En el escenario global, las pequeñas empresas enfrentan los mismos problemas. No siempre tienen los recursos o el tiempo para invertir en la infraestructura, la investigación y el talento necesarios para impulsarlas hacia adelante en la economía moderna. Por eso, nosotros, que somos responsables de los precios de alquiler y del desarrollo, debemos dar un paso adelante y brindar apoyo. Al considerar los desafíos únicos que enfrentan las pymes de Europa, es importante reconocer que las empresas de mediana capitalización, que son apenas un poco más grandes que las pymes tradicionales, a menudo comparten muchas de las mismas luchas, en particular ante la intensa competencia global». Los húngaros lo pueden decir, es más lo dijeron, pero, desde hace un tiempo existía un voz generalizada de censura hacia cualquier afirmación húngara. Sólo que el Informe Draghi ha retomado, en gran parte, la visión crítica de una carencia de competitividad. Richárd Szabados, por ello destacó la importancia del nuevo acuerdo de competitividad presentado por la Presidencia húngara y que ha sido aceptado por el Consejo Europeo la semana pasada. «Esta iniciativa histórica enfatiza la necesidad de cerrar la brecha de innovación y productividad, tanto con nuestros competidores globales como dentro de la UE, al tiempo que se garantiza la soberanía, la seguridad, la resiliencia y la influencia global de la UE. Este acuerdo no se trata solo de sobrevivir en una economía global, sino de empoderar a las empresas europeas para que prosperen y lideren».
Uno de los objetivos críticos de Hungría, señaló, «es empoderar a las pymes para que crezcan e innoven en la fabricación avanzada, podemos construir una base industrial más resistente en toda Europa. La implementación de la IA y otras tecnologías emergentes es crucial para aumentar la productividad. Las reformas para mejorar la productividad se destacan como un impulsor clave de dicho cambio. Esperamos con entusiasmo la Ley de IA. También estamos trabajando para hacer que las herramientas digitales, incluida la IA, sean más accesibles y asequibles para las micro y pequeñas empresas.»
Refiriéndose al Cubo de Rubik, el logotipo central tanto de la Presidencia húngara como de la Asamblea de PYME de este año, dijo «este icónico rompecabezas no es solo un símbolo del rico legado de invención de Hungría, sino también la metáfora perfecta de las complejidades que impulsan a las pequeñas empresas de Europa. Al igual que el Cubo de Rubik, los desafíos que enfrentan las PYME son multidimensionales. Para tener éxito, deben abordar múltiples cuestiones, regulación, financiación, empleo y transformación digital. Todo a la vez. Pero, como puede decir cualquiera que haya resuelto el Cubo de Rubik, cada giro y vuelta lo acerca a la alineación, a encontrar la solución. Cada paso adelante revela nuevas posibilidades. Esta asamblea sirve como plataforma para la colaboración y el intercambio de ideas.»