Aceíte de Palma: se vota en el PE pero no todos tienen igual origen

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Deforestación, pérdida de hábitats e incremento de las emisiones son algunas de las consecuencias de la producción masiva de aceite de palma. Este aceite vegetal barato, muy utilizado en alimentación, cosmética y biocombutibles, ha sido además relacionado con componentes peligrosos para la salud. El pleno del PE votará el martes 4 de abril un informe de Kateřina Konečná que aboga por la eliminación gradual del aceite de palma en los biocarburantes para 2020 y un único sistema de certificación.

No obstante no todas las cultivaciones de Aceíte de Palma son iguales.

Los eurodiputados piden a la UE que refuerce sus medidas ambientales para prevenir la deforestación relacionada con el aceite de palma, y la eliminación de 2020 el uso de aceite de palma como componente de los biocombustibles.

También propone un sistema de certificación para asegurar que el aceite de palma no se ha producido causando deforestación, daño ecológico, ni dando lugar a conflictos o problemas sociales. Este certificado debe incluir también a los pequeños productores para garantizar que reciben una parte justa de los beneficios.

Producido y exportado desde diferentes regiones de África, Asia, América del Norte y Sudamérica, principalmente Indonesia y Malasia, las importaciones de aceite de palma por parte de la UE han sido vinculadas a la deforestación de un millón de hectáreas de selva tropical. El 46% de esas importaciones se destinaron a la producción de biocombustibles.

La eurodiputada checa Kateřina Konečná, de Izquierda Unitaria, autora del informe no vinculante que se vota el martes, explica en el vídeo que la UE es uno de los mayores consumidores de aceite de palma del mundo si bien trata de convertirse en el actor más importante en cuanto a cómo limitar su consumo.

Apenas usado hace 30 años, el aceite de palma ahora se puede encontrar en muchos productos como margarina, chocolate, patatas fritas, pero también en cosméticos, detergentes y biocombustible.

«Creo que el Parlamento Europeo debe ser muy ambicioso. No debe haber aceite de palma en los biocombustibles», señala Katerina Konečná.