Entre gatopardo y sacada de cuentas ¡Quién vivirá, lo verá!

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“Los cargos públicos no se solicitan y no se rechazan”, manifestó el exjuez constitucional Sabino Cassese, incluido en la rosa de candidatos para la presidencia, explicando “no se solicitan porque la decisión corresponde a otras personas y no se rechazan porque es un deber de los ciudadanos, deber de solidaridad hacia la comunidad”.

Sin embargo, el gusano de la ambición rompió barreras. Mario Draghi, le pidió a Berlusconi su opinión sobre su pasaje a la presidencia, con obvias intenciones de recibir su endorsement, como respuesta Draghi recibió una reflexión sobre la fatiga que Berlusconi tuvo para llegar a ocupar el cargo que ahora, él con desenvoltura, quiere dejar para ir a la presidencia. Otra, “quemada” fue la presidenta del Senado Casellati. Si en un primer momento fue prudente, vista la contienda, se lanzó apoyada por la Lega con poco apoyo de su partido Forza Italia, tampoco del centro-izquierda, que ni votaron. Una debacle, más aún cuando ella, debía saberlo, ya antes de la elección, en el Senado no contaba con simpatías ni siquiera entre la llamada “sororidad”. Berlusconi la desaconsejó…. ella insistió.

La coalición del centro derecha la compone la Lega: 197 votos, Forza Italia: 129, Fratelli d’Italia: 58, Coraggio Italia: 21, Idea-Cambiamo: 9, Noi con l’Italia: 5. Totale 419. El centro izquierda, PD y 5 Estrellas: 405, Renzi:50.

¿Cuestión de método? Al parecer sí, una negociación debió ser la base, asegurar los votos de la coalición antes de exponerla a una masacre pública, nada de eso se hizo. Habría podido correr la misma suerte otra candidata, Elisabetta Belloni, propuesta por Salvini-Conte “una presidenta mujer”, con el endorsement de Grillo. El primero que se opuso/exigiendo garantías del voto fue Di Maio, quien se declaró “hermano de Belloni” su trabajo de protección estuvo fuera de la norma para un ministro quien, en varios momentos, saltó por encima del secretario del partido 5Estrellas, Conte. A todo esto, la impetuosidad/desesperación de Conte, lo estaba llevando a traicionar al aliado Letta de centro izquierda con Salvini, con quien estuvo hace un par de años a los cuchillos, una acuchillada que le valió a Salvini, no ser más ministro y un proceso judicial por el bloqueo del buque con inmigrantes “Open Arms”. Ante esta “sospechosa alianza”, Letta le dijo a Conte: “confío en ti”, mientras su estrategia fue oponerse a cualquier candidato, siempre tuvo en mente a Mattarella.

Si Letta tenía dudas ante la candidatura Belloni, determinante fue Renzi, quien luego de alabarla como persona de cualidad y méritos, refiriéndose a su cargo declaró “en una democracia que respete las reglas, el Jefe de la Inteligencia no se convierte en presidente de la república…. No la votaremos”. Renzi, conocido por actuar con sus 50 como determinante en el resultado, lo sabe bien Letta, quien luego de ser “quemado” por Renzi, se transfirió a París, por años, a guiar la Science Po. Letta retiró su apoyo a Belloni, cayendo esta, no obstante, la incansable labor de Giorgia Meloni de Fratelli d’Italia con el objetivo de “elegir un presidente de derecha” no logró compactar los votos de la coalición, cada uno iba por su lado. Al final, Tajani de Forza Italia inició a negociar. Un Festival.

Era el alba del sábado 29, el cansancio y la confusión reinaban. Los dos líderes Salvini-Conte perdieron, inicia la revuelta de los parlamentarios, ya no respetan los designios de los líderes, es más los líderes siguen al plenario. Algunos prefieren atribuir a los parlamentarios el retorno a la serenidad, al gatopardismo, quedan siete meses para que acabe la legislatura y se debe ir al voto, se reeligió un presidente por 7 años, ¿cálculo económico?

Crisis en 5 Estrellas, crisis en el centro derecha, el ministro Giorgietti de la Lega habló de renuncia, luego moduló la pretensión con un esclarecimiento junto con Salvini y Draghi. Todos salieron machucados, ganó el PD. Aquí sale el más letrado de todos, Di Maio, se presentó como estadista, parecía verídico expresando “la política en estos días ha sido víctima de ella misma, espero que nadie desde mañana quiera alimentar con jueguitos, tensiones o divisiones. Creo que también en 5 Estrellas sirva abrir una reflexión política interna”. En Italia, la vida política es difícil si no tienes un bagaje profesional suculento, difícilmente vas adelante, parece que las tramas del palacio lo han vuelto fuerte y sabio a Di Maio. ¿Una cascara?

El discurso de la elección presidencial directa volvió a la primera plana, aquí se evidencia dos elementos: la pérdida de sintonía de los partidos políticos con la sociedad italiana, la pérdida de raíces sociales, la disminución de partidarios no obstante Italia haya aumentado en 10 millones su población, significa la débil propuesta política. Por otro lado, ante la falta de educación política y los resultados electorales, los italianos, consideran que sea necesaria mayor instrucción pues se pone en riesgo conceder a una “ciudadanía sin criterio” elegir un presidente. De eso padece el Perú, por años se proponen gente de discutible moral y son elegidos, a pesar de la advertencia. Por otro lado, la elección directa del presidente de los Estados Unidos lleva casi un siglo en pie gobernando occidente, como hemos visto, los electores no son muy doctos.

Ya hoy, en Italia se abrió otro capítulo que puede desterrar al gatopardo, veremos si todo cambió para seguir igual o en la “sacada de cuentas” los equilibrios internos cortarán cabezas. ¡Quién vivirá, lo verá!