La clasificación de riesgo es utilizada para medir la capacidad de pago de un país. Las principales entidades clasificadores de riesgo a nivel mundial son Moody’s, Standard & Poor’s (S&P) y Fitch. Estas clasificadoras tienen un rango que va desde el Aaa para Moody’s y AAA para S&P y Fitch, hasta C para Moody’s y D para S&P y Fitch. La escala de clasificación se separa en 4 categorías. En la primera están los países con alto grado de inversión, aquellos donde es más seguro invertir puesto que la probabilidad de que entren en mora es muy pequeña. Después continúan los países con bajo grado de inversión, donde se encuentran los países que pagarán sus deudas pero que ante una adversidad podrían afectar su capacidad de pago. En el tercer nivel se congregan los países con grado de no inversión que son los que presentan inestabilidad e incertidumbre. Por ultimo están los países con bajo grado de no inversión, donde se espera el impago. Los primeros dos segmentos se pueden agrupar como los países con grado de inversión, mientras los dos últimos como países de grado especulativo.
Clasificación de la Deuda de los principales países Latinoamericanos

A nivel latinoamericano, Chile es el país que se encuentra mejor calificado, recientemente ha sido reevaluado y ha bajado una posición en el ranking, ubicándose como un país con alto grado de inversión. Le siguen México y Perú, ambos con una calificación de alto grado de inversión para Moody’s, pero de bajo grado de inversión para S&P y Fitch. Los que siguen son Panamá, Uruguay y Colombia, con una clasificación de bajo grado de inversión.
En el 2018, Moody’s redujo la clasificación crediticia de Chile de “Aa3” a “A1”, debido al deterioro del perfil crediticio. La clasificadora también señaló que los factores determinantes de dicha decisión fueron: el deterioro fiscal, los bajos niveles de ingreso, la gran dependencia hacia los commodities y las vulnerabilidades externas, al compararlos con países con clasificación “Aa”.
En Marzo 2018, El Ministerio de Economía y Finanzas del Perú (MEF), informó que Fitch Rating le otorgaba una clasificación crediticia de “BBB+” a Perú, fundamentándola por la credibilidad del régimen de política monetaria, los bajos niveles de inflación, la reducción de la dolarización, las sólidas finanzas públicas, los robustos balances macroeconómicos, buenos niveles de reservas internacionales y un déficit de cuenta corriente reducido.
En el 2018, Standard & Poor’s (S&P) calificó a México con “BBB+”, originado por un bajo crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) y niveles no esperados del déficit fiscal que podrían dificultar la administración de su deuda externa. También consideran que la inestabilidad producto del riesgo a los cambios inesperados podría aumentar los pasivos soberanos del país.
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