La crisis económica originada por el Covid-19, ha puesto en alerta a las arcas públicas de los países latinoamericanos; y las expectativas de déficit fiscal se han incrementado significativamente. El estudio económico realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) muestra la tendencia de endeudamiento y, por consiguiente, el incremento del déficit fiscal.
De acuerdo al reporte de la CEPAL, Brasil tiene un -11.7%, convirtiéndose en el país que obtendría el mayor déficit fiscal de la región en el 2020, seguido por Perú y Chile, con -10.2% y -9.6%, respectivamente. Los países con la menor expectativa de déficit fiscal son México con un -2.9%, República Dominicana -5.0% y Uruguay -5.7%.
Todos los países latinoamericanos presentan una deteriorada cuenta fiscal debido a la pandemia del coronavirus. Este resultado se debe a la necesidad de ofrecer una rápida respuesta sanitaria y económica, conllevando a que los países tengan que endeudarse para cubrir sus políticas de emergencia.
Brasil muestra el déficit fiscal más grande de la región; sin embargo, la CEPAL indica que esta proyección está hecha en base a datos preliminares, lo que significa que esta cifra podría ser mucho mayor. Efectivamente, entre enero y noviembre, Brasil tuvo un déficit fiscal de -13.8%.
Costa Rica es un país que tuvo un déficit fiscal de -7.0% en el 2019, el más alto de la región. A enero de 2021, el Ministerio de Hacienda indicó que el déficit fiscal obtenido en el 2020 fue de -8.3%, respecto del PBI, una diferencia de 1.0% con respecto de la estimación de la CEPAL. Según Hacienda de Costa Rica habría obtenido esta cifra debido a la reducción del gasto público -2.5%.
En el caso del Perú, las políticas de ayuda social como los bonos familiares, los gastos de salud y de reactivación económica estarían representando el 30% del PBI; lo cual ha tenido que ser cubierto, de forma parcial, con deuda externa.
Durante el 2021, las próximas proyecciones fiscales estarán sujetas a las compras de vacunas y a la efectividad de las mismas. Se espera que el gasto por concepto de salud disminuya a medida que más personas se vacunen contra este virus; en la esperanza que su efectividad será esencial para brindar expectativas positivas.