El 2020 fue un año confuso en el ámbito económico; los países debieron adaptarse a las exigencias de la pandemia del Covid-19. El PBI, la deuda neta, la inflación y el riesgo país fueron los indicadores económicos que tuvieron un impacto negativo por el coronavirus en las economías de Latinoamérica.

El coronavirus, conjuntamente con la emergencia sanitaria mundial obligó a la gran mayoría de los países a cerrar sus fronteras y sus actividades económicas. El primer país fue China; luego, en marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al Covid-19 como una pandemia. Así, todas las economías comenzaron a restringir las movilizaciones; sin embargo, América Latina fue mucho más exigente que las economías avanzadas (con excepción de México y Brasil), declarando cuarentena obligatoria.
A pesar de las fuertes restricciones en la movilización de las personas en Latinoamérica se registraron altos índices de contagios. Además, la paralización de la actividad económica ha ocasionado que la proyección de crecimiento económico para el 2020 sea de -8.1%, la segunda más baja después de la Zona Euro que es de -8.3%. Para el 2021, el PBI latinoamericano crecería un 3.6%, considerando la evolución de la pandemia y la adquisición de vacunas contra el Covid-19.
La región de América Latina, durante muchas décadas, ha carecido de una cobertura adecuada de infraestructura hospitalaria. Es por ello que los centros hospitalarios colapsaron rápidamente y el Estado tuvo que gastar para cubrir este déficit. Desde el 2018 las cuentas fiscales de América Latina están deterioradas; y si sumamos la reducida recaudación fiscal a causa de la cuarentena, los países de la región no tuvieron otra opción que endeudarse llegando a niveles de deuda neta de 56.7% del PBI y en el 2021 podría ser un 59.3%.
Los precios de los alimentos, limpieza e implementos médicos tuvieron una fuerte volatilidad a inicios de la pandemia, debido a las especulaciones de escasez. Se observaron inicialmente picos de elevada inflación, seguidos por meses de deflación, como ajuste de estos choques negativos en los precios. Al cierre del 2020, Perú alcanzó un 2.15% y Chile un 2.6% siendo los países con la menor inflación de la región.
El riesgo país también registró volatilidad debido a la incertidumbre de la pandemia. El riesgo país de la región llegó a su cifra pico de 7.34% en marzo, la cual fue disminuyendo hasta 3.61% a finales del 2020.