Al culminar el 2020, la economía mundial estará sumamente afectada por la pandemia del Covid-19. En Latinoamérica primó la salud de la población y se perfila como la zona económicamente más afectada a nivel mundial desde el punto de vista del Producto Bruto Interno (PBI).

El PBI en el mundo decrecerá 4.4% debido a la recesión económica mundial originada por la pandemia del Covid-19; sin embargo, América Latina sería la región más afectada con -8.1%, por los prolongados períodos de inactividad social y económica y la reducida eficacia de las cuarentenas en la región.
El FMI resalta la aplicación del confinamiento obligatorio (cuarentena) temprana, pero su ineficacia incide en el incremento de los contagios por coronavirus durante y luego de los períodos de cuarentena. Las economías avanzadas aplicaron cuarentenas que se levantaron rápidamente, comparándose con Latinoamérica, continuando así su actividad económica, aunque de forma lenta por el poco dinamismo de la demanda y la oferta mundial, incurriendo en una disminución del PBI de -4.9%.
Al inicio de la pandemia se observó un aumento de la demanda de diversos bienes (principalmente los de limpieza y artículos médicos). Además hubo meses en que se presentó un incremento significativo en alimentos como especulación de un posible desabastecimiento, seguido por períodos de deflación, reajustándose así los precios locales. En este contexto la inflación de las economías avanzadas alcanzaría un 6.2%, frente a América Latina que tendría una inflación anual de 0.8% en el presente año.
Como resultado del freno económico, la recaudación fiscal durante el 2020 ha sido muy pequeña y los gastos vinculados a la salud y al apoyo a la población más afectada han sido muy elevados, originando un importante déficit fiscal. En esta situación los países han buscado fuentes de financiamiento, que han incrementado sus niveles fiscales. Las economías avanzadas alcanzarían un 16.2%, causado por la segunda ola de contagios y Latinoamérica un 8.9%.