Día Mundial y Europeo del Agua. Declaración de Federica Mogherini

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El acceso al agua potable salubre y al saneamiento son fundamentales para una vida sana y digna. Sin embargo, 663 millones de personas, una de cada diez personas en el mundo, siguen careciendo de acceso al agua potable y se ven privadas de un derecho humano fundamental. El mundo tampoco ha llegado a lograr el objetivo en materia de saneamiento, dejando a 2.400 millones de personas, una de cada tres, sin acceso a instalaciones de saneamiento adecuadas. Es probable que la persistencia de la escasez de agua y el estrés hídrico, a la vista del cambio climático y la evolución demográfica, afecten a cada vez más personas en el futuro.

Con ocasión del Día Mundial del Agua, nosotros, la Unión Europea, reiteramos nuestro compromiso a través de la Agenda 2030, con el objetivo de lograr el acceso y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos, en particular para los grupos más vulnerables. Nuestro compromiso de que nadie quede excluido significa que nadie debe ser privado del acceso al agua potable. Reiteramos también nuestro compromiso con el Acuerdo de París y la Proclamación de la Acción de Marrakech en los que se reafirmó la determinación del mundo de luchar contra el cambio climático y ayudar a hacer frente a los impactos del cambio climático, en particular en lo que se refiere al agua.

El agua potable salubre y el sistema de saneamiento son servicios básicos. Constituyen requisitos previos para la salud, el crecimiento y la productividad. Además de la cooperación bilateral de los Estados miembros de la UE, desde 2007 la Unión Europea ha proporcionado más de €2.200 millones para proyectos de agua y saneamiento en más de 62 países en todo el mundo. En respuesta al aumento de las necesidades humanitarias y de los desplazamientos forzosos, la UE está decidida a continuar su apoyo a las personas afectadas por catástrofes naturales y antropogénicas, facilitando el acceso a un agua salubre y limpia que puede salvar vidas.

La UE seguirá apoyando también la gestión sostenible del agua, con un planteamiento estratégico del desarrollo regional basado en las Conclusiones del Consejo relativas a la diplomacia del agua del año 2013 y fomentando, en todo el mundo, la cooperación transfronteriza en materia de gestión, crucial para el desarrollo, la estabilidad, la resiliencia, la paz y la seguridad. En este contexto, debe prestarse especial atención a las interrelaciones críticas entre el agua y la seguridad energética y alimentaria. La UE promueve asimismo el respeto de los acuerdos internacionales en este ámbito, en particular el Convenio de la CEPE/ONU sobre la protección y uso de los cursos de agua transfronterizos y los lagos internacionales, así como la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho de los usos de los cursos de agua internacionales para fines distintos de la navegación.

El agua es fuente de vida, vida que tenemos el deber de proteger en cualquier lugar del mundo.