Michelle Bachelet publica el Informe sobre los maltratos de China a los Uigures antes de dejar su cargo en las NU.

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Michelle Bachelet, acaba de dejar el cargo de Jefa de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos tras un mandato de cuatro años este 31 de Agosto.

Como lo había ya anunciado, antes de retirarse, minutos antes de la media noche del 31  salió publicado el Informe de las Naciones unidas sobre la provincia china de Xinjiang donde China está cometiendo posibles “crímenes de lesa humanidad” contra los Uigures.

Este informe es el resultado de la visita de la Alta Comisionada Bachelet realizada en mayo de este años en China, ella afirma que «las denuncias de patrones de tortura o malos tratos, incluidos los tratamientos médicos forzados y las condiciones adversas de detención, son creíbles, al igual que las denuncias de incidentes individuales de violencia sexual y de género».

Muchos pensaban que las presiones de China no habrían posible la aparición de este Infome, en cambio, el Informe, señala que el alcance de las detenciones arbitrarias contra los uigures y otras personas, en el contexto de «las restricciones y la privación más general de los derechos fundamentales, disfrutados individual y colectivamente, pueden constituir crímenes internacionales, en particular crímenes contra la humanidad». Es más, asegura que está «basado en una rigurosa revisión del material documental del que dispone actualmente la Oficina, y que su credibilidad está evaluada de acuerdo con la metodología estándar de los derechos humanos».

«Se prestó especial atención a las propias leyes, políticas, datos y declaraciones del Gobierno. La Oficina también solicitó información y entabló un diálogo e intercambios técnicos con China a lo largo del proceso», y prosigue señalando que las violaciones se han producido en el contexto de la afirmación del Gobierno chino de que está persiguiendo a los terroristas entre la minoría uigur con una estrategia de lucha contra el extremismo que implica el uso de los llamados Centros de Educación y Formación Profesional o campos de reeducación.

Patrones interconectados

ONU Derechos Humanos dijo que la política del Gobierno en los últimos años en Xinjiang ha «conducido a patrones interconectados de restricciones severas e indebidas en una amplia gama de derechos humanos«.

Aunque el sistema de los llamados Centros de Educación y Formación Profesional, como dice China, «se ha reducido en su alcance o se ha disuelto», el informe recuerda que «las leyes y las políticas que lo sustentan siguen vigentes», lo que lleva a un mayor uso del encarcelamiento y estos «se producen en el contexto de una discriminación más amplia» contra los uigures y otras minorías.

Violaciones del derecho internacional

«Esto ha incluido restricciones de gran alcance, arbitrarias y discriminatorias sobre los derechos humanos y las libertades fundamentales, en violación de las leyes y normas internacionales», incluyendo restricciones a la libertad religiosa y a los derechos a la privacidad y a la circulación.

Además, el informe señala que las políticas del Gobierno chino en la región han «trascendido las fronteras», separando a las familias, «cortando» los contactos y produciendo «pautas de intimidación y amenazas» contra la diáspora uigur más amplia que ha denunciado las condiciones en su país.

La Oficina de la Alta Comisionada dice también que el gobierno chino «tiene el deber primordial de garantizar que todas las leyes y políticas se ajusten al derecho internacional de los derechos humanos y de investigar sin demora cualquier denuncia de violación de los derechos humanos, de garantizar la rendición de cuentas de los autores y de ofrecer reparación a las víctimas».

Recomendaciones del informe

Entre las recomendaciones que la oficina de derechos de la ONU hace en el informe, está la de que el gobierno tome «medidas rápidas» para liberar a todas las personas encarceladas arbitrariamente en la Xinjiang, ya sea en campamentos o en cualquier otro centro de detención.

China debe comunicar a las familias el paradero de todas las personas que han sido detenidas, facilitando su ubicación exacta, y ayudar a establecer «canales seguros de comunicación» y permitir que las familias se reúnan, señala el informe.

También pide a China que lleve a cabo una revisión jurídica completa de sus políticas de seguridad nacional y antiterrorista en Xinjiang, «para garantizar su plena conformidad con el derecho internacional vinculante en materia de derechos humanos» y que derogue cualquier ley que no cumpla las normas internacionales.

También pide que el gobierno investigue sin demora las denuncias de violaciones de derechos humanos en los campamentos y otros centros de detención, «incluidas las denuncias de tortura, violencia sexual, malos tratos, tratamiento médico forzado, así como trabajos forzados e informes de muertes bajo custodia».

Réplica china

En una larga y detallada respuesta publicada junto con el contundente informe, el Gobierno chino afirmó, a modo de conclusión, que las autoridades de la región de Xinjiang actúan según el principio de que todos son iguales ante la ley, «y la acusación de que su política está ‘basada en la discriminación’ carece de fundamento».

China dijo que sus esfuerzos antiterroristas y de «desradicalización» en la región, se habían llevado a cabo de acuerdo con «el estado de derecho» y de ninguna manera se sumaban a la «supresión de las minorías étnicas».

Sobre la cuestión de los campos, Pekín respondió que los centros de formación profesional son «instalaciones de aprendizaje establecidas de acuerdo con la ley y destinadas a la desradicalización» y no «campos de concentración».

No hay «violación masiva de derechos

«Los derechos e intereses legítimos de los trabajadores de todos los grupos étnicos de Xinjiang están protegidos y no existe el ‘trabajo forzoso’», dice el comunicado de China, que añade que no se ha producido ninguna «violación masiva de derechos».

La declaración pide a la comunidad internacional que sea «clara en cuanto a la verdad» de su campaña antiterrorista en la región, y que «vea a través de las torpes actuaciones y los motivos maliciosos de las fuerzas antichinas de Estados Unidos y Occidente, que intentan utilizar Xinjiang para contener a China».

Pide, además, que la ONU y otras organizaciones internacionales investiguen «los desastres en materia de derechos humanos causados, y los numerosos crímenes cometidos, por Estados Unidos y algunos otros países occidentales, tanto en su país como en el extranjero».

La misión de Bachelet en mayo

La jefa de derechos humanos emprendió su misión en mayo, por invitación del gobierno chino, y visitó la Xinjiang para examinar la situación en ese país.

Durante su misión, Bachelet habló con diversos funcionarios del gobierno, varias organizaciones de la sociedad civil, académicos y líderes comunitarios y religiosos. Además, se reunió con varias organizaciones en línea antes de la visita, sobre temas relacionados con la provincia de Xinjiang, el Tíbet, Hong Kong y otras partes de China.

Al final de su visita, aunque expresó su preocupación por cuestiones relacionadas con Xinjiang, Tíbet, Hong Kong, los defensores de los derechos humanos y los derechos laborales, y también elogió los «enormes logros» de China en la mitigación de la pobreza, y la erradicación de la pobreza extrema, 10 años antes de la fecha prevista.

Bachelet acogió con satisfacción otros avances en el país, como la legislación que mejora la protección de los derechos de las mujeres y el trabajo que realizan las ONG para promover los derechos de las personas LGBTI, las personas con discapacidad y las personas mayores.

La responsable de velar por los derechos humanos en el mundo subrayó el importante papel que tiene que desempeñar China, a nivel regional y multilateral, y señaló que todas las personas con las que se reunió en su visita, desde funcionarios del gobierno, a la sociedad civil, la academia, los diplomáticos y otros, demostraron una sincera voluntad de avanzar en la promoción y protección de los derechos humanos para todos.

El Secretario General destaca la independencia de la Oficina de Derechos Humanos

En respuesta a las preguntas de los corresponsales durante la rueda de prensa diaria en Nueva York, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo este jueves que el Secretario General António Guterres había leído la evaluación de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, que “identifica claramente violaciones graves de los derechos humanos en la región de Xinjiang, en China”.

Dujarric apuntó que el Secretario General “espera que el gobierno de China tome en cuenta las recomendaciones presentadas en la evaluación”, al tiempo que señaló que el informe “también subraya la importancia de la independencia” de la Oficina que lo elaboró.

Cuando se le interrogó sobre el significado de esto para las relaciones futuras, el portavoz respondió que el Secretario General “valora la cooperación de todo el sistema entre China y las Naciones Unidas en una gran cantidad de temas. China es un socio muy valioso y esperamos que esa cooperación continúe”, puntualizó y afirmó que es “importante que todos vean la respuesta china” al informe.