Por Josep Borrell
Alto Representante de la Unión Europea
para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad
Vicepresidente de la Comisión Europea
La Cumbre sobre la Paz organizada por Suiza reunirá a casi 100 naciones de todas partes del mundo para discutir cómo iniciar un proceso para poner fin a la guerra contra Ucrania. La UE apoya plenamente estos esfuerzos. Nadie desea la paz más que el pueblo ucraniano, pero sólo se puede lograr una paz duradera si se basa en los principios básicos de la Carta de las Naciones Unidas.
Este fin de semana asistiré a la Cumbre sobre la Paz en Ucrania en Suiza. No es una plataforma para negociaciones directas entre Ucrania y Rusia. Esta Cumbre pretende más bien desarrollar entre los países participantes parámetros comunes para la paz, basados en el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
La Cumbre también se centrará en cuestiones prácticas seleccionadas en las que involucrar a Rusia: cómo mejorar la seguridad nuclear, facilitar el intercambio de cautivos y garantizar el regreso de los miles de niños ucranianos secuestrados a Rusia, una práctica que se remonta a períodos más oscuros de Historia europea. También se centrará en garantizar la libre navegación y proteger la infraestructura portuaria del Mar Negro. El impacto de la guerra de agresión contra Ucrania se extiende mucho más allá de sus fronteras. Un conflicto prolongado o congelado perpetuaría la inestabilidad y amenazaría la seguridad alimentaria y la estabilidad económica mundiales. Los avances en estas áreas podrían abrir vías para el compromiso con Rusia en otras áreas con el tiempo.
Esta guerra y su resultado son existenciales para Ucrania, pero también para la seguridad europea. Cualquier alto el fuego que permitiera a Rusia mantener su régimen represivo en los territorios ocupados recompensaría esta agresión, socavaría el derecho internacional y alentaría una mayor expansión territorial de Rusia. Cada informe de la ONU desde 2022 proporciona amplias pruebas de la brutal represión de los ucranianos y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en la Ucrania ocupada.
Nadie desea la paz más que los ucranianos. Sin embargo, las condiciones adecuadas para la paz son importantes para Ucrania y para el mundo. Rusia está librando una guerra de elección no provocada, impulsada por la ambición imperial, mientras que Ucrania está librando una guerra de necesidad, defendiendo su propio derecho a existir. Como volvió a decir Vladimir Putin en San Petersburgo hace unos días, busca la victoria total en el campo de batalla y no ve urgencia en poner fin a la guerra. Hace sólo unas semanas lanzó una nueva ofensiva contra Járkov. Sus misiles han destruido en gran medida la infraestructura energética de Ucrania y siguen matando a civiles ucranianos todos los días.
Mientras tanto, sus enviados viajan por el mundo para disuadir a los países de participar en la Cumbre por la Paz. Obviamente, Rusia no está dispuesta a entablar negociaciones de buena fe y utilizaría cualquier alto el fuego para rearmarse y atacar nuevamente. Las narrativas rusas sobre la paz son meros intentos disfrazados de legitimar su guerra de conquista territorial.
En consecuencia, la declaración de Rusia de que no asistiría a la cumbre suiza, incluso si fuera invitada, no fue una sorpresa. Sin embargo, la participación de cerca de 100 países y organizaciones de Asia, Medio Oriente, África y América Latina indica un sólido apoyo internacional para poner fin a la guerra sobre la base de la Carta de las Naciones Unidas. Esto es crucial para tranquilizar a Ucrania, víctima de la guerra de agresión de Rusia, antes de cualquier posible compromiso con Rusia.
En la Cumbre también se discutirán otras propuestas, pero creemos que la fórmula de paz de 10 puntos de Ucrania sigue siendo la base más creíble para futuras negociaciones de paz. Las propuestas que no hagan referencia a la Carta de las Naciones Unidas e ignoren la soberanía política, la integridad territorial y el derecho de autodefensa de Ucrania equivaldrían a recompensar al agresor y legitimar los intentos de Rusia de volver a trazar fronteras por la fuerza. Esas propuestas no pueden traer una paz duradera. En este sentido, la ausencia de China en Suiza y su intento de desalentar la participación no fortalecen las afirmaciones de neutralidad de China.
La UE quiere la paz en Ucrania. Una solución diplomática que respete las normas internacionales contaría con el respaldo de todos los Estados miembros de la UE. Al mismo tiempo, debemos seguir combinando nuestros esfuerzos diplomáticos con apoyo militar, de acuerdo con el derecho inherente de Ucrania a la autodefensa según el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. Dado que Putin no muestra ninguna intención de negociar de buena fe, el continuo apoyo militar de Europa a Ucrania sigue siendo tan crucial para la paz en Ucrania como nuestro apoyo a una vía diplomática.
Sí, las guerras generalmente tienden a terminar con un acuerdo de paz, pero el contenido de este acuerdo de paz es crucial para la seguridad europea y global, y para el orden internacional basado en reglas. Hagamos de la Cumbre sobre la Paz en Suiza un primer paso hacia una paz justa en Ucrania basada en la Carta de las Naciones Unidas.
Foto: La Voz de América. En la Foto, La presidenta suiza, Viola Amherd