“Desde el final de la Segunda Guerra Mundial no hemos enfrentado una crisis tan dramática. Hoy la Unión Europea está tomando medidas. No teníamos dudas de que lo haría, señaló David Sassoli, presidente del Parlamento europeo, agregando «Esta situación es tan grave que ningún gobierno europeo podría pensar en responder solo. El paquete de medidas presentado hoy por la Comisión Europea para luchar contra COVID-19 va en la dirección correcta.
Todos los países europeos recibirán apoyo para sus sistemas de salud. Esto significa el suministro de materiales, el apoyo a los hospitales y la financiación de la investigación para desarrollar una vacuna lo antes posible. La primera prioridad es salvar vidas humanas.
El otro compromiso es proteger los empleos, las empresas y la economía. Para hacer esto: basta con la austeridad. Los países están autorizados a gastar todo lo necesario para garantizar el apoyo a los empleados, trabajadores independientes, empresas y bancos. Además de los compromisos asumidos por los Estados miembros, al menos 45 mil millones de euros están listos y disponibles con cargo al presupuesto de la Unión.
Es importante enfatizar que los gobiernos podrán utilizar toda la flexibilidad prevista en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, y que se permitirá la ayuda estatal para los sectores y las empresas afectadas por la crisis.
Ahora el Consejo y el Parlamento deben aprobar estas primeras propuestas. Les puedo asegurar que el Parlamento hará esto lo antes posible.
Para salvar a nuestros países, debemos actuar juntos en Europa. Deberíamos hacer más.
Hoy la consigna para Europa es la solidaridad. Nadie se quedará solo y nadie actuará solo”.
Posteriormente, refiriéndose a las declaración de Ursula von der Leyen señaló «Tras el llamamiento de la Presidente de la Comisión Europea, los gobiernos de los estados miembros deben dejar de limitar el suministro de equipos médicos dentro de la UE y dejar de tomar medidas unilaterales para evitar la libre circulación. Esta batalla es europea y debe librarse con una fuerte coordinación entre los gobiernos y las instituciones de la UE.
“Los desafíos presentados por la rápida expansión de COVID-19 muestran que la cooperación y la solidaridad se necesitan ahora más que nunca. No se escatimarán esfuerzos para proteger la salud de las personas y ayudar a los necesitados. Necesitamos garantizar la producción y el suministro adecuados de equipos médicos, para que estén disponibles en cualquier lugar de la UE. Este virus no respeta ninguna frontera, los intentos de combatirlo solo fracasarán.
“Asegurar que nuestro mercado interno continúe funcionando y que se respeten sus reglas es de vital importancia. Necesitamos asegurarnos de que los suministros y productos puedan llegar a donde se necesitan. La solidaridad, la confianza mutua y la cooperación sincera deberían guiar nuestras acciones para luchar contra esta pandemia.
“Reforzar los controles en las fronteras exteriores de la UE, de acuerdo con nuestras normas y obligaciones internacionales, puede ayudar a garantizar que el sistema Schengen funcione de manera efectiva. Sin embargo, la reintroducción de los controles fronterizos internos, cuando no se basa en el asesoramiento o los datos de las autoridades sanitarias, causa más daños que beneficios. Impone importantes costos económicos a la UE en su conjunto y evita que los bienes lleguen a donde se necesitan. Necesitamos garantizar el buen funcionamiento del espacio Schengen.
En este momento, todos necesitamos construir confianza mutua, cooperación y solidaridad. Estos principios están en el corazón del proyecto europeo y se necesitan ahora más que nunca ”.
