Entrevista exclusiva al Embajador Óscar Maúrtua de Romaña

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En el marco del derecho internacional y los compromisos multilaterales, uno de los más recientes avances ha sido el Tratado de Alta Mar (BBNJ), adoptado por Naciones Unidas. ¿Cuál es su evaluación sobre este instrumento?

El Acuerdo sobre la Diversidad Biológica Marina de las Zonas Situadas Fuera de la Jurisdicción Nacional, conocido como Acuerdo de BBNJ, adoptada en 2023, constituye un hito en el fortalecimiento de la gobernanza global de los océanos. Es importante subrayar —con la mayor claridad— que este instrumento no debe confundirse bajo ninguna circunstancia con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR). Son tratados de naturaleza distinta: mientras la CONVEMAR establece un marco jurídico integral sobre los espacios marinos y los derechos soberanos de los Estados, el Acuerdo BBNJ se concentra exclusivamente en la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en alta mar.

Cabe precisar que el Perú, hasta la fecha, no ha ratificado la CONVEMAR desde su apertura a la firma en 1982. El BBNJ, por su parte, representa un esfuerzo multilateral complementario, centrado en proteger recursos de alto valor ecológico y científico, prevenir la contaminación —incluida la provocada por plásticos y otros deshechos— y promover una distribución equitativa de los beneficios derivados. Considerando que los océanos cubren más del 70% de la superficie del planeta, se trata de un patrimonio común de la humanidad que exige un compromiso colectivo, informado y responsable de la comunidad internacional.

A propósito de los desafíos globales, el escenario geopolítico en Medio Oriente se ha vuelto especialmente tenso en los últimos meses. ¿Cuál es su posición sobre la situación actual entre Irán e Israel?

Nos encontramos ante una coyuntura muy crítica. La escalada de confrontaciones entre Irán e Israel, ambas potencias con capacidades nucleares, constituye un riesgo serio para la paz y seguridad internacionales. Exhortamos a las partes involucradas a adoptar medidas urgentes que desescalen las tensiones, eviten una propagación regional del conflicto, y retomen el camino del diálogo y la negociación diplomática. La historia demuestra que la fuerza y la recíproca agresión nunca ha traído una paz duradera. En tal sentido, reiteramos nuestra convicción de que toda diferencia debe resolverse dentro del marco del derecho internacional y mediante mecanismos pacíficos. Solo a través de una seguridad compartida podremos atender de forma legítima las preocupaciones de todos los actores involucrados. Confiamos que la paz que anunció hoy lunes 23 de junio el Presidente Trump, tras 12 días de ataques mutuos, entre ambos países, y que exige la comunidad mundial, prevalezca y no se trate solo de un breve cese al fuego ni de una corta tregua. La humanidad rechaza la amenaza nuclear por sus consecuencias catastróficas para nuestra especie y para el planeta.

Desde una perspectiva regional, América Latina también enfrenta importantes retos de integración y gobernanza democrática. En este contexto, ¿qué relevancia tiene la próxima Cumbre de las Américas en República Dominicana?

La Cumbre de las Américas que se realizará la primera semana de diciembre próximo en Punta Cana, será una oportunidad valiosa para reimpulsar la agenda interamericana en un momento en que la región necesita unidad y eficacia. La OEA, heredera de los principios panamericanos de hace más de dos siglos, sigue siendo el principal foro político multilateral del hemisferio. A pesar de la existencia de otros innovadores mecanismos como la CELAC, es en la OEA donde se ventilan los grandes temas políticos y democráticos del continente.

Como bien señalaba el Embajador Javier Pérez de Cuéllar, los foros y organismos internacionales reflejan la voluntad de los Estados que los integran o participan. Por tanto, es crucial que los países miembros actúen con responsabilidad y visión estratégica. Las Américas deben aprender de experiencias exitosas como la ASEAN, donde conviven armónicamente sistemas de gobierno diversos con miras al desarrollo conjunto. La región no exige ideologías; exige soluciones.

En relación con los pilares de estabilidad y confianza internacional, el Perú ha sido reconocido por su sólida posición macroeconómica. Según datos del Banco Mundial, el país se ubica entre los primeros de la región en reservas internacionales. ¿Qué reflexión le merece esta posición?

La sólida posición del Perú como uno de los países con mayores riquezas y recursos naturales, así como con mayores reservas internacionales en América Latina —con más de 76 mil millones de dólares— es un reflejo del compromiso sostenido con la disciplina fiscal, la autonomía del Banco Central y la prudente gestión macroeconómica. Este respaldo no solo fortalece nuestra resiliencia frente a choques externos, sino que también transmite confianza a los inversionistas y organismos multilaterales. Desde la diplomacia, estos indicadores consolidan la imagen del Perú como un socio confiable, con fundamentos sólidos y capacidad de honrar sus compromisos financieros. Naturalmente, el hecho de contar con una economía que alcanza entre el 75 y 80 % de informalidad es una prueba flagrante del esfuerzo de la población por emprender y del dinamismo de las Pymes y Mipymes.

Asimismo, el Banco Central de Reserva ha informado que el crecimiento promedio anual de las exportaciones no 4tradicionales ha sido de 12,3% en los últimos cinco años. ¿Cómo valora usted este desempeño?

El crecimiento promedio anual de 12,3% en las exportaciones no tradicionales, reportado por el Banco Central de Reserva del Perú, es sumamente alentador. Denota un proceso de diversificación productiva y comercial que contribuye a reducir la dependencia de las materias primas. Este dinamismo ha sido impulsado por la apertura comercial, la firma de tratados de libre comercio (más de 20) y la competitividad de sectores como agroexportación, manufactura y textiles. Para la diplomacia económica peruana, estos resultados constituyen una herramienta estratégica para fortalecer nuestra presencia en mercados globales y posicionar al país como un actor competitivo y confiable; y que permiten vislumbrar a futuro una proyección de mejora y crecimiento económico.

Ahora bien, al interior del país nos encontramos en un escenario político particularmente fragmentado de cara a los próximos comicios. ¿Cómo percibe usted el panorama electoral actual?

El proceso electoral en curso se presenta particularmente complejo, con un número elevado de postulantes inédito en nuestra democracia. Esta pluralidad refleja una democracia vibrante, pero también exige responsabilidad y sensatez de todos los actores. La historia del Perú nos enseña que, en momentos críticos, el pueblo peruano sabe reencontrarse con sus valores republicanos fundamentales y elegir con madurez. Espero que prevalezca la cordura, que se forjen alianzas programáticas viables y que surjan propuestas con visión de Estado.

Lo que el país requiere no son eslóganes vacíos, sino una hoja de ruta clara sobre cómo enfrentar nuestros desafíos estructurales y que reclaman ser atendidos con urgencia.

Lamentablemente, la violencia política también ha tenido episodios recientes en la región. ¿Qué opinión le merece el atentado contra el senador colombiano Miguel Uribe?

El atentado perpetrado contra el senador Miguel Uribe es un acto criminal que debe ser rechazado con firmeza. La democracia se sustenta en el respeto irrestricto a la integridad y a los derechos políticos de todos los ciudadanos. La violencia política no solo atenta contra la vida de los líderes, sino que erosiona las bases mismas de la convivencia democrática. Este hecho, lamentablemente, nos recuerda situaciones similares como las vividas en Ecuador, y plantea un llamado urgente a los gobiernos de la región para garantizar la seguridad de quienes participan en procesos electorales. La democracia se honra protegiendo la libertad de elegir y ser elegido en un entorno de paz y civilidad.

Finalmente, la reciente elección de Su Santidad León XIV ha sido recibida con especial emoción en el Perú, dada su estrecho vínculo con nuestro país. ¿Qué significado le atribuye usted a este acontecimiento?

La designación de Su Santidad León XIV constituye un acontecimiento de gran trascendencia para el Perú y que compartimos con América Latina y las Américas en general. Que un hijo de Chiclayo haya sido elevado al papado es un hecho que llena de esperanza y orgullo a nuestro país. Confiamos en que, desde su formación agustiniana, sabrá guiar con sabiduría y ecuanimidad a la Iglesia en un mundo cada vez más desafiante. La Iglesia católica ha sido siempre una institución de vocación universal y mensaje atemporal. Este nuevo pontífice, con profundo arraigo en nuestras raíces y comprensión de las realidades regionales, sabrá armonizar la tradición con los nuevos retos de la humanidad. El Perú y su población ha visto en la elección de León XIV una clara señal de esperanza, confianza y alegría que nos ha conmovido y nos alienta