Cuando la verdad sale a flote

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Estamos en el medio de la pandemia. El Parlamento Europeo trabajaba arduamente en un contexto de hechos concretos que avanzaban rápidamente. Las peticiones de vacunas de países terceros a la Unión Europea aumentaban día a día, y los debates eran continuos. La diputada italiana Francesca Donato era clara en denunciar lo contraproducente de inyectar un producto no testado y carente de pruebas médicas. Tuvo intervenciones abiertas en el hemiciclo del parlamentario europeo y organizó conferencias de prensa. Grabé una de ellas, en la cual Francesca Donato explicaba claramente su postura, y la subí al canal de Panorámica en YouTube.

Para mi sorpresa, recibí una advertencia por haber infringido las “Normas de la Comunidad Activa”. El video fue retirado, y se me indicó claramente que, si volvía a suceder algo similar, podría ser considerada una falta y recibir una suspensión de una semana. Sentí que una enorme masa venía contra mí, contra Panorámica, contra la información, y contra la formación de criterio, que es la base fundacional de Panorámica Latinoamericana-UE y de lo que, en nuestro concepto, debe estar conformada la sociedad: libertad de pensamiento y libertad de criterio.

No hice ningún reclamo porque entendí claramente que, en ese momento, la vacunación era vista como obligatoria, y la verdad parecía ser solo una. Era el 6 de julio de 2022.

Han pasado algunos años, muchos se han tirado tras la espalda el COVID, sus consecuencias, “es mejor saber menos, lo dicen sobre todo, los vacunados” poco a poco surge algún periódico que no olvida, toma cuenta de las “muertes imprevistas” el repetido “descompenso”.

Finalizando las vacaciones 2024, nos llega la carta de Meta, firmada Zuckerberg, quien nos revela que la administración Biden presionó a Meta, la empresa matriz de Facebook, para que eliminara contenido relacionado con el COVID-19 que consideraban desinformación. Esto incluía no solo información falsa, sino también publicaciones humorísticas y satíricas que el gobierno no veía con buenos ojos. Esta presión no se limitó a solicitudes casuales; según Zuckerberg, fue repetitiva y persistente, lo que indica un nivel alto de influencia gubernamental sobre la moderación del contenido en una de las plataformas más grandes del mundo. Zuckerberg cedió pero admite que Meta cometió errores al ceder a estas presiones, especialmente en casos como la moderación del contenido sobre Hunter Biden, que fue limitado en visibilidad por temor a que fuera parte de una campaña de desinformación rusa. Más tarde, se supo que esta moderación fue un error, lo que llevó a una revisión de las políticas de la empresa.

Si bien Facebook no crea contenidos, la gran idea de Zuckerberg es la distribución de contenidos, facilitar su distribución. No obstante, el impacto de sus decisiones sobre qué contenido distribuir o censurar es inmenso. Al controlar el flujo de información, Meta tiene el poder de influir en la percepción pública, a menudo de manera más poderosa que los creadores individuales de contenido. Ahora, Zuckerberg expresa arrepentimiento por no haber sido más firme en resistir estas presiones y subraya que, en retrospectiva, Meta debería haber defendido mejor la neutralidad de la plataforma. Este reconocimiento pone de relieve el dilema que enfrentan las plataformas: ¿cómo equilibrar la responsabilidad social con la protección de la libertad de expresión?.

Sin embargo, ambas experiencias nos hacen entender cómo las decisiones tomadas por las plataformas digitales tienen un impacto directo en la sociedad. Panorámica ni siquiera apeló; la verdad era unidireccional, bastó una advertencia de desinformación. Zuckerberg admite, en su defensa, que su empresa, a una escala muchísimo mayor, también ha influido en lo que la gente puede ver, leer y discutir.

La empresa de Zuckerberg es tan inmensa que la presión surtió efecto, no solo en la censura, sino en la manipulación y en el recorte de la información al gusto del poder político. Siendo una de las mayores empresas de tecnología del mundo, su carta revela que incluso a ese nivel, las plataformas están sujetas a presiones externas que pueden comprometer su neutralidad. Esto es similar, aunque en una escala mayor, a las presiones que enfrentan los creadores individuales, donde las «Normas de la Comunidad» se convierten en una herramienta poderosa que puede silenciar voces disidentes.

Entonces, ¿qué se puede publicar en el momento crítico? Es fundamental reflexionar sobre el rol que la moderación de contenido juega en el entorno digital. La moderación es necesaria para evitar la propagación de desinformación peligrosa, pero cuando se aplica de manera excesiva o sin la debida transparencia, puede convertirse en censura, afectando la libertad de expresión y la diversidad de opiniones.

No obstante, pues el COVID ha quitado a muchos la ingenuidad, me hago algunas preguntas:

¿Por qué ahora Mark?

Zuckerberg podría estar respondiendo a un entorno político y legal que está cambiando rápidamente. Con el Congreso de los Estados Unidos y otros cuerpos legislativos aumentando su escrutinio sobre el poder de las grandes tecnológicas, y con investigaciones en curso sobre la influencia de estas plataformas en las elecciones y en la salud pública, Zuckerberg podría estar tratando de adelantarse a posibles acciones legales o regulaciones más estrictas. Al admitir errores y presiones ahora, podría estar intentando mitigar las repercusiones futuras y suavizar las críticas que podrían venir de estos sectores. Recordemos que Facebook (ahora Meta) ha sido criticada repetidamente por su manejo de la desinformación y su influencia en la política global, fue incluso citado en el Parlamento Europeo por la venta de datos, su mutismo fue inolvidable. Zuckerberg podría estar buscando recuperar algo de la credibilidad perdida al mostrar una postura más transparente y reflexiva. Esta estrategia podría estar diseñada para mejorar la percepción pública de la empresa, especialmente en un momento en que la confianza en las grandes tecnológicas está en declive. También es posible que Zuckerberg esté respondiendo a presiones tanto internas como externas. Dentro de Meta, los empleados y ejecutivos podrían estar exigiendo una mayor transparencia y responsabilidad. Externamente, la presión de inversores, socios comerciales y gobiernos podría estar obligando a Meta a revisar sus políticas y acciones pasadas.

¿Por qué decidió admitir estas presiones ahora?

Esta admisión podría ser una estrategia para gestionar la creciente presión legal y regulatoria. Zuckerberg podría estar intentando recuperar la narrativa antes de que otros lo hagan, presentándose como un líder reflexivo que está dispuesto a admitir errores y aprender de ellos.

¿Qué implicaciones tiene esto sobre su papel como líder de una de las mayores plataformas de redes sociales?

La admisión podría indicar que Zuckerberg está reconociendo el inmenso poder y responsabilidad que tiene como líder de Meta. Esto también podría sugerir que está dispuesto a reformar la manera en que la plataforma maneja las decisiones sobre la moderación de contenido, lo que podría tener un impacto duradero en la manera en que otras plataformas abordan estos temas.

¿Qué dice esto sobre la relación entre las grandes tecnológicas y los gobiernos?

La revelación de que Meta cedió a la presión gubernamental subraya la compleja y a veces incómoda relación entre las grandes tecnológicas y los gobiernos. Esta dinámica plantea preguntas importantes sobre la independencia de estas plataformas y su capacidad para resistir la influencia política. También revela cómo los gobiernos pueden utilizar su poder para intentar controlar el flujo de información en plataformas que son vitales para el discurso público.

Sin deseo de concluir tajantemente, pienso que esta declaración escrita dará pie, si Zuckerberg se lo propone, de abrir un diálogo sobre cómo debe ser regulada la libertad de información, la libertad de formación de criterio, de otro modo, otra COVID puede ser inventada y perderemos más libertad de la experimentada. Además, les dice-sin decir que están todos advertidos, pueden presionar, él puede verse obligado a acceder pero luego lo contará todo, ¿en el momento oportuno? Este puede ser el momento oportuno, si vimos una imbatible Harris, ahora nos hace ver a una Harris cómplice, sin sensibilidad, que no hizo saber la verdad a la ciudadanía, que también ella obedecía al poder del presidente de la Nación que flamea la mejor democracia del mundo. Mucho trabajo por hacer por la ciudadanía.

En la entrevista de mañana con el director Juan Paredes Castro reflexionaremos sobre este punto. ¡No te la pierdas!