Encuentro: Foro de la Mujer de EuroLat con el Consejo Pontificio de la Cultura. Vaticano

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La I Cumbre CELAC-UE realizada en Santiago de Chile (2013) creó, en la Declaración de Santiago, el Plan de Acción – Capítulo 7, el cual se ocupa de las Cuestiones de Género.

El Foro de la Mujer (2010), reúne al mundo femenino de la política, las instituciones y la sociedad civil euro-latinoamericana, en un trabajo conjunto en favor de las relaciones Unión Europea – América Latina y Caribe.

La Declaración de la Cumbre CELAC-UE del 2015, propone acciones cuyo principal objetivo es dar prioridad a las cuestiones de género dentro del contexto de las relaciones birregionales y destacar la voluntad política en ambas regiones para garantizar dicha igualdad y la protección, vigencia y fomento de los derechos de la mujer. No obstante los buenos propósitos, la Mujer no tiene un lugar definido en la sociedad, en ambas regiones su posición es frágil, de servicio, poco protagónico, su huella, su aporte es inexistente en la construcción social. En muchas partes es degradada, es cosificada.

La Carta Apostolica Octogesima Adveniens de SS. Paulo VI señalaba “Asimismo, en muchos países, una legislación sobre la mujer que haga cesar esa discriminación efectiva y establezca relaciones de igualdad de derechos y de respeto a su dignidad, es objeto de investigaciones y a veces de vivas reivindicaciones. No hablamos de esa falsa igualdad que negaría las distinciones establecidas por el mismo Creador, y que estaría en contradicción con la función específica, tan capital, de la mujer en el corazón del hogar y en el seno de la sociedad. La evolución de las legislaciones debe, por el contrario, orientarse en el sentido de proteger la vocación propia de la mujer, y al mismo tiempo reconocer su independencia en cuanto persona y la igualdad de sus derechos a participar en la vida económica, social, cultural y política.” Posteriormente la Enciclica Populorum Progressio de SS. Paulo VI, un documento visionario con respuestas a los retos que vivimos, nos propone una transformación unida a una responsable dignidad en nuestra calidad de persona humana, señala “el hombre y la mujer tienen la misma dignidad y son de igual valor.”

Propone el desarrollo integral de la persona humana como indispensable para completar los designios del Creador, donde cada hombre está llamado a promover su propio progreso, porque la vida de todo hombre es una vocación dada por Dios para una misión concreta. Desde el nacimiento se nos ha dado un germen, un conjunto de aptitudes y de cualidades para hacerlas fructificar. Cada ser dotado de inteligencia y de libertad, es responsable de su crecimiento, lo mismo que de su salvación. Ayudado, y a veces estorbado, cada uno permanece siempre, sean los que sean los influjos que sobre él se ejercen, el artífice principal de su éxito o de su fracaso: gracias al esfuerzo de su inteligencia y de su voluntad, cada hombre puede crecer en humanidad, valer más, ser más.

La Enciclica Populorum Progressio con cincuenta años de vigencia ha visto importantes transformaciones en el mundo. Sin embargo, la condición de la Mujer es la que menos se ha desarrollado integralmente, es más se ha degradado. No obstante las mujeres posean las características para responder a los nuevos retos de la sociedad, no son llamadas a resolverlos. Son dejadas solas, se dice en posición de igualdad y se constata los altos índices de asesinatos en familia; las diferencias salariales.

Por ello, nos sentimos honradas de ser hospedadas en el Consejo Pontificio de la Cultura presidido por S.E. Cardenal Gianfranco Ravasi con el deseo de dar inicio a una colaboración que permita intercambiar posiciones referentes a la condición de la Mujer euro-latinoamericana. La valencia moral de su Dicasterio y el Pontificado de SS. Papa Francisco refuerzan nuestro ideal de dar protagonismo a las cualidades femeninas tan necesarias para el desarrollo de la civilización humana, de la sociedad.

Cualidades como el cuidado del medio-ambiente, desarrollo de las relaciones humanas por la inclusión, por la solidaridad, características cada vez menos apreciadas y tan necesarias. Consideramos, además, que mensajes al mundo que partan del Vaticano, referidas al aporte de la Mujer en la vida familiar, en la vida del trabajo, en la vida política, en la vida social, en la procreación podrá dar inicio a un cambio en la cultura mundial. Como señaló SS. Papa Francisco con motivo de la reciente celebración del 50º Aniversario de la Enciclica Populorum Progressio “En este sentido precisamente el concepto de persona, nacido y madurado en el cristianismo, ayuda a perseguir un desarrollo plenamente humano. Porque persona dice siempre relación, no individualismo, afirma la inclusión y no la exclusión, la dignidad única e inviolable y no la explotación, la libertad y no la constricción”. Eso somos las Mujeres y eso queremos seguir siendo.

Si desea participar y recibir una invitación, escriba a: [email protected]u