En el corazón de Milán, en un ángulo de la plaza del Duomo surge el edificio del Palazzo dei Giureconsulti, construido en 1562 por el noble milanés Giovanni Angelo Medici, con el objeto de reunir al «Collegio dei Nobili Dottori», quienes  administraban la ciudad. Se caracteriza por tener una torre alta y un campanario que anunciaba el toque de queda, la quema de fuegos y la ejecución de los condenados.

En esta oportunidad, ha sido la sede del Desfile de Vestidos de Novia y ha congregado a especialistas de alta moda, sobre todo por la presencia de algunas jóvenes promesas, es el caso de Melania Benassi o Melania Fumiko.

Melania, economista de la Universidad Bocconi, con un Master en Marketing, en un momento de su joven vida, tiene 31 años,  casada desde hace dos años, decide hacer un cambio re-descubriendo su verdadera vocación y creatividad con un trabajo artesanal:  la costura. Le preguntamos ¿cómo sucedió este cambio?
Nos responde que desde que era niña «adoraba bordar» y lo cultivaba escondida pues su familia prefería que se ocupase de otros intereses. Esta capacidad manual la cultivó con cursos de costura como hobby. El motivo desencadenante fue el periodo en el cual su Madre estuvo gravemente enferma, Melania trabajaba en una gran empresa pero se daba cuenta que hacia parte de una empresa donde no tenía la libertad de expresarse y su sueño archivado se encontraba en un file en su PC bajo el nombre «sueño en el cajón». Este sueño consistía  en realizar una actividad empresarial propia. A raíz de la muerte de su Madre, que para ella fue como una ducha fría, se dijo a sí misma «la vida es una sola  o lo hago ahora o más tarde será imposible desarrollar mi sueño de trabajo. A fines de 2012 dejé mi empleo en Poltrone Frau y me inscribí en una Escuela de Moda, hice dos años en uno, trece meses muy intensos donde obtuve el diploma de «Stilista» donde completé la parte del diseño técnico, de la confección, de la modelista, que requería para lanzarme en esta empresa que no debía apoyarse sólo en mi creatividad. La Bocconi ha sido muy importante para darme un sello racional pragmático, no creatividad pura. Precisamente la «forma mentis» de la economista muchas veces limita mi creatividad pues mientras diseño pienso cómo será confeccionado, cómo sera colocada la tela, la tela que se perderá, el tiempo que se gastará en hacerlo. Espero, en la evolución de mi creatividad  que la Melania creativa y la Melania empresaria se dividan para dar rienda suelta a la creatividad. Pues casi siempre, después que creo un diseño, luego, voy a hacer facturas.  Es como tener los pies en dos mundos que no son muy fáciles de comunicar entre ellos.»

Este desfile, tu primer desfile, ¿por qué lo has dedicado al sueño de la mayoría de las chicas: el día del matrimonio?
«Inicialmente mi línea de trabajo lo dedique a las invitadas a la ceremonia, como las testigos, la Mamá de la novia, las invitadas. Luego, dos años atrás, una novia me pidió si podía diseñarle su vestido de novia, no obstante no ser propensa para el mundo del matrimonio pues se debe tener una sensibilidad especial pues la novia es una cliente especial, es muy emotiva, tiene grandes expectativas, muchas veces no sabe lo que quiere, en su cabeza puede tener una idea de vestido pero luego cuando lo estás haciendo se da cuenta que no es lo quería, es una cliente que la debes saber guiar.  Por ello, cuando se presentó la oportunidad, decidí ponerme a prueba, ya que los trajes de ceremonia que hacía no distaban mucho del vestido de novia y me daba mucha alegría hacerlo. Además, cuando me casé no viví esta experiencia con mi Mamá, por eso me da alegría «robar con los ojos» estos momentos de intimidad y afecto que se viven entre las Madres y las hijas en la elección del vestido de novia, es un momento muy especial que cada hija espera por mucho tiempo. Me siento honrada de vivir este momento tan intimo con mis clientas.»

Melania, qué te hace más feliz, ¿ser empresaria? o ¿ser creativa? 
«Me están gustando ambas, poco a poco las decisiones empresariales que he tomado me están dando frutos y satisfacciones, la elección de abrir un Atelier ha sido la primera satisfacción que he tenido. Este año y medio ha sido un éxito inesperado, trato de estar con los pies en la tierra y mis expectativas son siempre muy bajas y por ello estoy feliz pues objetivamente ha ido muy bien para ser el primer año. Desde el punto de vista creativo, precisamente hoy, me he dado cuenta que he iniciado un camino estilístico, hoy viéndolo en conjunto, con las modelos, con el espectáculo, me he dado cuenta que he tomado un camino no elegido realmente sino espontáneo y se está delineando en modo distintivo en medio a tantas propuestas de Vestidos de Novias que muchas veces no logras distinguir porque los vestidos son muy parecidos entre ellos. Hoy dia, me siento haber dado una contribución diferente, una oferta diferente respecto a tantas otras ofertas existente en el mercado. También como creativa, honestamente estoy sorprendida porque antes no era consciente, el desfile ha sido el regalo más grande que he tenido, he tomado consciencia del resultado, que lo que he elegido, lo que propongo y me gusta tiene una línea clara no obstante antes no lo veía así.»

Este caso exitoso, nos recuerda la reciente conversación con Oliviero Toscani cuando nos dijo  «cada ser humano es único e irrepetible,  todos tenemos dentro una gran fuerza. Esta fuerza, muchas veces es aplacada y condicionada por la educación, por la familia, por los padres y no se llega a manifestar en su plenitud. Se requiere un gran esfuerzo para recuperar esa esencia». Entonces ¿por que ser empresario/creativo? para sentir esa gran fuerza dentro cada uno de nosotros que es la energía que te da las ganas de vivir.»

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Melania Benassi, Melania Fumiko