La confianza del consumidor en Latinoamérica mostró una recuperación en setiembre de 2024, con un incremento promedio de 0.5 puntos, de acuerdo al informe de IPSOS. Este avance fue liderado por las mejoras en México y Perú, que registraron aumentos de 3.9 y 3.2 puntos respectivamente. La región sigue mostrando señales de optimismo, aunque los niveles de confianza son variados y reflejan diferencias en la percepción económica de cada país.
En esta medición, México destaca con un índice de 55.9 puntos, siendo el país con mayor confianza del consumidor en la región. Su recuperación tras la reducción de agosto sugiere una mayor estabilidad económica y mejores expectativas de los consumidores. Por otro lado, Brasil también se mantiene en un nivel relativamente alto, con 51.3 puntos, consolidándose como una de las economías más optimistas de la región.
Perú y Colombia han mostrado incrementos en la confianza, alcanzando 44.3 y 44.6 puntos respectivamente, lo que evidencia una ligera mejora en la percepción de los consumidores, aunque aún se encuentran por debajo del promedio mundial de 49.1 puntos. Argentina, con 45.4 puntos, también muestra un nivel de confianza moderado, a pesar de los desafíos económicos que enfrenta. Chile, con 41 puntos, se ubica en el nivel más bajo de la región, lo que indica una mayor incertidumbre entre sus consumidores.
A nivel global, el promedio de confianza se incrementó en 0.4 puntos, alcanzando 49.1, con Singapur liderando el ranking tras un aumento significativo de 10.1 puntos, llegando a 62.5. Por otro lado, Turquía mantiene el puntaje más bajo, con 30.8 puntos. Estos resultados reflejan diferencias en las expectativas económicas y la estabilidad financiera de las diversas regiones.
En general, el aumento en la confianza del consumidor en Latinoamérica es una señal alentadora para la reactivación del consumo interno y el fortalecimiento de las economías locales. Sin embargo, para consolidar esta tendencia, los países de la región deben continuar trabajando en políticas que generen estabilidad y fomenten la inversión, asegurando un crecimiento más sostenido y equitativo.