Tanto la Organización de los Estados Americanos como la Unión europea se han declarado el 1º de septiembre frente a la situación en Nicaragua. 

El Grupo de Trabajo para Nicaragua del Consejo Permanente de la OEA y el Secretario General de la OEA, confirmando su compromiso a fin de lograr  un dialogo inclusivo y útil en Nicaragua lo más pronto posible, manifestaron su apoyo activo al Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) y al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), y a los departamentos pertinentes de la Secretaría General de la OEA, incluido el Departamento de Cooperación y Observación Electoral (DECO) en sus acciones.

Por otro lado, han reiterado su enérgica condena a los actos de violencia, represión, violación de los Derechos Humanos y abusos contra la población de Nicaragua, así como a la persecución selectiva, las detenciones arbitrarias y las prácticas de criminalización de los disidentes y sus familias, según ha informado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH).

Instaron al Gobierno de Nicaragua a respetar los acuerdos alcanzados con los mecanismos mencionados anteriormente, facilitar la recopilación de información oficial de las instituciones gubernamentales necesaria para su trabajo y facilitar el acceso a los centros de detención, a fin de monitorear la situación de detenidos en el contexto de las recientes manifestaciones.

Asimismo, han expresado su preocupación por la decisión del Gobierno de Nicaragua de retirar la invitación a la Oficina Regional para América Central de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, para acompañar a la Comisión de Verificación y Seguridad establecida en el marco del Diálogo Nacional, y dar por finalizada su visita. Por ello, solicitan que sean eliminados los obstáculos que enfrentan el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), a fin de ejecutar sus respectivos mandatos, y además solicita el regreso a Nicaragua de los Representantes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos.

Por otro lado, la Unión europea se manifestó específicamente ante la decisión del gobierno de Nicaragua de dar por terminada la presencia de la misión del ACNUDH considerando dicho acto como una decisión que va en contra del objetivo de rendir cuentas por violaciones de derechos humanos y servir a la justicia a las víctimas de la violencia.

Por ello, esperan «que las autoridades consideren seriamente el informe emitido por el ACNUDH y tomen medidas urgentes para implementar las recomendaciones del informe, en particular el desmantelamiento y desarme de grupos partidarios del gobierno, detener todas las detenciones ilegales y liberar a todos aquellos que han sido arbitrariamente detenidos.

La presencia de organismos internacionales de derechos humanos en Nicaragua resulta de una solicitud clara de todas las partes en el diálogo nacional y es esencial para restablecer la confianza. También se debe brindar plena cooperación y acceso a las misiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Solo un diálogo integral sobre justicia y democracia permitirá una solución pacífica a la crisis y responderá a las demandas legítimas de la población. Pedimos una reanudación urgente del diálogo nacional, bajo la mediación de la conferencia episcopal.»