Marianella Ledesma, el Tribunal Constitucional institución garante de los derechos básicos.

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Esta pregunta se refiere al resultado de las elecciones legislativas del 26 de enero del 2020. Los resultados fueron sorprendentes, si se tiene en cuenta que, aparte del partido Acción Popular, aparecieron en los primeros puestos tres partidos que apenas figuraban en las encuestas de las semanas precedentes: Unión por el Perú (UPP), que en esta ocasión estaba liderado por Antauro Humala, militar retirado, quien se ha identificado con una ideología «etno-cacerista», ultranacionalista con tendencias violentas; Podemos por el Perú (PP), liderada por el General EP en retiro Daniel Urresti, ex-Ministro del Interior en el gobierno de Ollanta Humala, y hasta hace poco responsable de la Gerencia de Seguridad en el distrito limeño de Los Olivos; y el menos visible de todos, el Frente Popular Agrícola FIA del Perú (FREPAP), ala política de la Asociación Evangélica Misionera Israelita del Nuevo Pacto Universal. El FREPAP fue fundado «por mandato divino» en 1989 por Ezequiel Ataucusi, que lo describe como un partido «teocrático de ancha base». Ataucusi también había fundado en 1968 el mencionado movimiento religioso, creyente en el «mesianismo andino», es decir, que habrá de venir un nuevo mesías, de origen andino.

Estas tres agrupaciones enfrentarían las principales preocupaciones de los peruanos de hoy –la corrupción y la inseguridad ciudadana– con propuestas de «mano dura», intensificando los niveles de represión, y en algunos casos con el fusilamiento de los transgresores. Las iniciativas para la restauración de la pena de muerte en el Perú podrían, por lo tanto, entrar en la agenda parlamentaria de este corto período legislativo que va hasta julio del 2021.

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