Al escuchar a los Magistrados explicar jurídicamente pero también escucharles informar a la mayoría de la población cómo se realizaron los delitos, cómo se había realizado las investigaciones, viene solo de pensar que el presidente Lula se sentía impune, mucho tiempo en el poder para no tomar en consideración el sistema legal, pensar que podía realizar todo lo que quisiera.

De este modo los tres Magistrados han ratificado la pena y la han aumentado a 12 años y un mes. Luego de la condena de primera instancia no se le dictó prisión y tal vez no le será dictada esta vez de inmediato, de todos modos, ha sido Presidente de Brasil. Como explicó el juez Paulsen «no se juzga al Presidente se juzgan los actos del hombre que son delitos». Asimismo, anticipando su postura refiriéndose al cargo público que Lula da Silva ocupaba, se refirió a la figura ejemplar que debe desempeñar un hombre en la función presidencial, ejemplificando que «el dinero público no puede viajar en la maletera de la impunidad».

Juez Paulsen

Esta sentencia compromete su imagen y su figura política, debe significar un ejemplo para América Latina que inicia a sancionar los delitos económicos. Se está pasando de la violencia de los actos a la liberalidad de la corrupción. Esta nueva fase que será mejor definida para los ciudadanos, creará una línea de comportamiento, otorgará mayor responsabilidad al cargo público, entendiendo bien la corrupción activa y la corrupción pasiva. El cargo público designado y el cargo público elegido que representa, como es el cargo presidencial, y como lo señaló el juez Paulsen «un ejemplo para millones de personas que han creído en él y lo han votado.» 

Por otro lado, uno de los jueces criticó la «falta de madurez de la democracia brasileña» así como la presión ejercida sobre la justicia por las «tropas de choque» en favor de Lula a golpe de «conceptos dogmáticos» en favor de su «perpetuación política».

El ex mandatario puede presentar un Embargo de declaración, es decir un esclarecimiento de la Sentencia. Sería analizado por los tres magistrados de la octava sala del TRF4.

En el caso fuere desestimado, puede apelar al Superior Tribunal de Justicia (STJ) y al Supremo Tribunal Federal (STF).

Lula tiene siete juicios abiertos:

1.- Caso de Tríplex: corrupción pasiva y lavado de dinero. Condenado el 12 de julio del año pasado. El recurso presentado por la defensa fue ratificado hoy por el TRF4.

2.- Compra de silencio de ex director de Petrobras: obstrucción a la Justicia. Intentó comprar el silencio del ex director de Petrobras Nestor Cerveró para evitar que informara sobre la red de desvíos en la petrolera.

3.- Contratos en Angola: corrupción pasiva, tráfico de influencia, lavado de dinero y asociación ilícita. Internacionalización de Odebrecht en Angola.

4.- Incentivo fiscal para empresas de vehículos y aviones de caza: tráfico de influencias, lavado de dinero y asociación ilícita.

5.- Instituto Lula: corrupción pasiva y lavado de dinero en la investigación del Lava Jato. Se le acusa el haber recibido sobornos de Odebrecht a través del ex ministro Antonio Palocci. El dinero habría servido para comprar un terreno para el Instituto Lula y un ático vecino a su residencia particular en la ciudad de Sao Bernardo do Campo.

6.- Casa en Atibaia: corrupción pasiva y lavado de dinero.

7.- Operación Zelotes: corrupción pasiva.