La ropa que usamos tiene una historia. Desafortunadamente, esta historia todavía termina con demasiada frecuencia en un vertedero. Con sede en Flandes Occidental, Purfi es la primera empresa que ha desarrollado una tecnología para reciclar fibras textiles hasta 17 veces, con alta calidad y a un precio asequible.
Aunque la industria textil ya ha dado muchos pasos para volverse más sostenible, las cifras siguen siendo decepcionantes. Los europeos tiran a la basura 7 millones de toneladas de ropa cada año. Aproximadamente la mitad termina en el mercado de segunda mano y el resto se incinera o se deposita en vertederos. En realidad, apenas el 1% de toda nuestra ropa se recicla.
Fibras rejuvenecedoras para un mundo circular
Purfi rejuvenece fibras de calidad a partir de una de las materias primas más infravaloradas del planeta: los residuos textiles.
- Anualmente se tiran a la basura 30 kg de residuos textiles por persona
- Anualmente se tiran 13 millones de toneladas de residuos textiles
- Cada segundo, un camión de basura de textiles es quemado o tirado a vertederos
Reciclaje de alta calidad gracias al hilado inverso
El potencial de reutilización
La reutilización se refiere a cualquier operación mediante la cual se reutilizan sustancias, materiales o productos que se han convertido en residuos. Por lo tanto, la producción de fibras textiles es enorme, pero las posibilidades técnicas para lograrlo aún no estaban completamente listas.
El método de reciclaje clásico
Cualquier operación de recuperación mediante la cual los residuos, incluidos los orgánicos, se reprocesan en sustancias, materiales o productos para los fines de su función original o para otros fines. Implica triturar textiles, lo que acorta enormemente las fibras. Luego se pueden usar como base para suéteres de lana o jeans, pero no para aplicaciones delgadas como camisas. La empresa belga Purfi se enorgullece de poder hacerlo con su tecnología patentada. Gracias a un proceso de hilado inverso, las fibras textiles casi no sufren daños y pueden utilizarse para prendas nuevas de calidad.
Innovación patentada
Purfi patentó este nuevo método de reciclaje por una razón: al proteger su propiedad intelectual, las empresas se benefician de protección legal para sus inventos. Esta garantía les anima a invertir en investigación y desarrollo. Las patentes y licencias también les permiten compartir sus tecnologías con otras empresas, lo que contribuye a la adopción generalizada de prácticas sostenibles. Además de la prioridad dada al reciclaje, Purfi también se centra en otros elementos. Así, todas sus instalaciones funcionan con energía solar, no se utilizan productos químicos y todo el proceso es libre de residuos.
Europa endurece las normas para el sector textil
Si la calidad y la durabilidad son esenciales, el costo obviamente es igualmente importante. La industria textil sólo cambiará a materiales reciclados si el cliente está dispuesto a pagar el precio. Sin embargo, parece que el extra en la caja es soportable. Purfi estima que el precio de la ropa confeccionada con fibras recicladas es entre un 2 y un 3% más alto que la opción tradicional. 2025 será un año decisivo para esta evolución, porque marcará la entrada en vigor de varias medidas destinadas a reducir la huella de carbono. La huella de carbono es un indicador que pretende medir el impacto de una actividad sobre el medio ambiente y, más concretamente, sobre el medio ambiente. las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas a esta actividad. de la industria textil. De este modo, se impondrán obligaciones para no destruir más existencias no vendidas -que pueden representar hasta el 30% de la producción- y utilizar un cierto porcentaje de fibras recicladas en la ropa nueva.
Necesidad de una clasificación correcta
Por lo tanto, el futuro parece prometedor para Purfi, aunque aún quedan grandes retos, tal como Carl Baekelandt (director general) dijo a L’Echo: “La recogida de residuos textiles no supondrá un problema importante. El verdadero desafío es clasificar las telas. No se pueden mezclar tejidos que contengan 65% algodón y 35% poliéster con tejidos que contengan 70% algodón y 30% poliéster, porque se quieren obtener flujos finales puros. La tecnología de clasificación avanza, pero aún no es completamente fiable. Toda la cadena debe seguirse para poder realizar el reciclaje. Y queda por ver qué capacidad movilizará Europa para controlar las nuevas reglas. Debemos asegurarnos de no vernos abrumados por importaciones deficientes. »