Brasil asume el control del Mercosur

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Brasil asume el control del Mercosur con una propuesta de mayor integración regional.
El acuerdo con la Unión Europea también está en el radar.

La expansión comercial, la promoción de la transición energética, el desarrollo tecnológico, la lucha contra el crimen organizado y la lucha contra las desigualdades sociales son las cinco prioridades de la próxima presidencia del Mercosur, que asumirá Brasil en el segundo semestre de este año.

Las agendas fueron presentadas por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva este jueves (3) durante la 66.ª Cumbre del Mercosur, celebrada en Buenos Aires, Argentina, donde recibió la coordinación del bloque sudamericano de manos del presidente argentino Javier Milei.

La reunión reúne a los líderes de los países miembros: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, así como de Bolivia, que está en proceso de adhesión, y de los países asociados, para debatir temas prioritarios para el bloque.

La presidencia brasileña también buscará fortalecer el Arancel Externo Común (AEC), la incorporación de los sectores automotriz y azucarero al régimen comercial del bloque, además de fortalecer el financiamiento de infraestructura y los mecanismos de desarrollo regional.

En su discurso, el presidente brasileño defendió la modernización del sistema de pagos en monedas locales para facilitar las transacciones digitales.

Para Lula, el Mercosur es un refugio para los países de la región ante un mundo inestable y amenazante.

“Durante más de tres décadas, hemos construido una casa con cimientos sólidos, capaz de resistir la intemperie. Hemos logrado crear una red de acuerdos que se ha extendido a los Estados asociados. Toda Sudamérica se ha convertido en una zona de libre comercio, basada en reglas claras y equilibradas”, afirmó.

“Formar parte del Mercosur nos protege. Nuestro Arancel Externo Común nos protege de las guerras comerciales internacionales. Nuestra solidez institucional nos acredita ante el mundo como socios confiables. Afrontaremos el desafío de salvaguardar nuestro espacio de autonomía en un contexto cada vez más polarizado”, añadió.

Sin embargo, entre los acuerdos firmados durante la presidencia argentina del Mercosur se encuentra la flexibilidad de los productos que pueden quedar excluidos del arancel común del bloque. La nueva excepción aumenta en 50 el número de códigos arancelarios para productos que pueden tener flexibilizadas sus tasas de TEC, según la conveniencia de cada país.

El TEC es un arancel unificado adoptado por el Mercosur para productos importados de otros mercados, una forma de estimular y promover el comercio entre los países del bloque. Está vigente desde los inicios del bloque, a mediados de la década de 1990. La aprobación representa una concesión del gobierno brasileño a una solicitud de Argentina y mejora la capacidad del Mercosur para reaccionar ante las distorsiones comerciales creadas por barreras o prácticas no autorizadas por la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El presidente de la República, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la ceremonia de transferencia de la Presidencia Pro Tempore de la República Argentina a la República Federativa del Brasil. Palacio San Martín, Buenos Aires, Argentina. Foto: Ricardo Stuckert / PR
Presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la ceremonia de transferencia de la Presidencia Pro Témpore del Mercosur a Brasil con el Presidente de Argentina, Javier Milei – Foto: Ricardo Stuckert / PR

Acuerdos comerciales
La principal prioridad brasileña al frente del Mercosur, mencionada por Lula, es el fortalecimiento del comercio entre los países del bloque y con sus socios externos. El objetivo del presidente es finalizar el acuerdo entre el bloque sudamericano y la Unión Europea (UE), considerado el más importante. Aunque ya se ha negociado, el acuerdo Mercosur-UE se encuentra en proceso de internalización por parte de los países involucrados y aún enfrenta resistencia, especialmente por parte de Francia.

El miércoles (2), se anunció la conclusión de las negociaciones para un acuerdo entre el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), formada por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.

El Mercosur también pretende negociar acuerdos específicos con Canadá y los Emiratos Árabes Unidos, además de trabajar con nuevos socios regionales, como Panamá y República Dominicana, y actualizar los acuerdos con Colombia y Ecuador.

Lula también busca que los países del Cono Sur se acerquen al mercado asiático.

“Nuestra participación en las cadenas globales de valor se beneficiará de vínculos más estrechos con Japón, China, Corea, India, Vietnam e Indonesia”, argumentó, destacando la importancia de una infraestructura adecuada para la circulación de bienes y servicios. Citó los proyectos de las Rutas de Integración Sudamericana y la Ruta Bioceánica para estas conexiones.

En este sentido, durante los próximos seis meses, el Mercosur pretende lanzar, bajo la presidencia brasileña, una segunda edición del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), un mecanismo solidario para financiar obras y otras iniciativas de promoción comercial entre los países del bloque. En las últimas décadas, el Focem ha posibilitado inversiones por más de US$1.000 millones, especialmente en obras estructurales en países como Argentina y Paraguay.

Finalmente, para el presidente brasileño, es necesario reactivar el Foro Empresarial del Mercosur y brindar mayor apoyo a las pequeñas y medianas empresas.

“La prosperidad no se construye solo con las grandes empresas”, afirmó.

Cambio climático
Durante la presidencia brasileña de los próximos seis meses, el Mercosur debería enfatizar una agenda verde para promover la cooperación en el comercio sostenible.

Según Lula, abordar el cambio climático y promover la transición energética son prioridades.

“Las consecuencias del calentamiento global ya se están sintiendo en el Cono Sur. La región sufre sequías e inundaciones que causan pérdidas humanas, destrucción de infraestructura y pérdidas de cosechas. La realidad avanza más rápido que el Acuerdo de París, lo que expone la falacia del negacionismo climático”, advirtió.

“Brasil ha asumido la responsabilidad de albergar la COP30 [la 30.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático] en un momento de grave turbulencia para el multilateralismo. El apoyo del Mercosur y de toda Sudamérica será esencial”, destacó.

Brasil propone el programa Mercosur Verde para fortalecer la agricultura sostenible en la región y busca una cooperación que promueva estándares comunes de sostenibilidad, mecanismos de trazabilidad e innovaciones tecnológicas.

El presidente Lula también mencionó las grandes reservas de minerales críticos de la región, utilizados en la transición energética, y la búsqueda de apoyo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) para reactivar las negociaciones para un acuerdo sudamericano sobre estos productos.

“La competencia por el litio, las tierras raras, el grafito y el cobre ya ha comenzado. El Mercosur ampliado es nuestra mejor plataforma para aunar y coordinar políticas nacionales. Es fundamental garantizar que las etapas de beneficio se realicen en nuestros territorios, con transferencia de tecnología y generación de empleo e ingresos”, argumentó.

Desarrollo tecnológico
Lula criticó una vez más la concentración tecnológica en el mundo, “en manos de un pequeño número de personas y empresas, con sede en un número aún menor de países”.

Recordó que Brasil y Chile han formalizado una alianza para crear modelos de inteligencia artificial que reflejen las realidades culturales y lingüísticas de América Latina y desea expandir la iniciativa en el Mercosur. Para el presidente brasileño, traer centros de datos a la región es una cuestión de soberanía digital.

“Este esfuerzo debe ir acompañado del desarrollo local de capacidades informáticas, el respeto por la protección de datos y las inversiones para satisfacer la demanda energética adicional”, afirmó.

“La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad a la que estamos expuestos debido a la falta de acceso a vacunas y medicamentos. Brasil quiere convertir al Mercosur en un centro de tecnologías sanitarias, capaz de satisfacer las necesidades de nuestra población”, añadió.

Crimen organizado
Al asumir la presidencia del bloque, Lula se comprometió a estudiar la propuesta argentina de crear una agencia para combatir el crimen organizado transnacional.

“No derrotaremos a estas auténticas corporaciones criminales multinacionales sin actuar de forma coordinada. Necesitamos invertir en inteligencia, contener el flujo de armas y reprimir los recursos que financian la industria criminal”, afirmó.

Profundizar la cooperación contra el crimen organizado es una prioridad para Brasil, estableciendo acciones que se complementen e interactúen entre sí para alcanzar una escala regional, según Lula.

Mencionó el Comando Tripartito de la Triple Frontera, una plataforma para combatir los delitos financieros, el tráfico de drogas, armas y personas, y el Centro Internacional de Cooperación Policial de la Amazonía, inaugurado en Manaos, con la intervención de las fuerzas de seguridad de los nueve países amazónicos para frenar los delitos ambientales y otras actividades ilícitas.

Derechos ciudadanos
La presidencia brasileña también prometió impulsar el funcionamiento del Instituto Social del Mercosur (ISM) y el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos (IPPDH), promoviendo una mayor participación de la sociedad civil en los debates sobre temas prioritarios para el bloque.

“Sin inclusión social y sin abordar las desigualdades de todo tipo, no habrá progreso duradero”, afirmó Lula, añadiendo que se reanudará la Cumbre Social del Mercosur y que también se celebrará una Cumbre Sindical.

“La fortaleza de nuestras democracias depende del diálogo y del respeto a la pluralidad”, añadió.

Fuente: Agencia Brasil
Andreia Verdélio – Repórter da Agência Brasil
Publicado em 03/07/2025 – Brasília