El Acuerdo de la Unión europea con Turquia presenta una disminución de llegadas a Europea hasta un tercio del nivel de 2015. En la ruta del Mediterráneo oriental, aunque sigue habiendo presión, las llegadas registradas en los últimos cuatro meses de 2016 se redujeron en un 98% en relación con el año anterior.
Por ello, la Declaración del 3 de febrero es compacta cuando señala «Mantenemos nuestro compromiso con la Declaración UE-Turquía y con la aplicación plena y no discriminatoria de todos sus aspectos, y proseguimos la ayuda a los países situados a lo largo de la ruta de los Balcanes occidentales.»
La ruta del Mediterráneo central presenta dificultades con más de 181,000 llegadas en 2016, mientras que el número de personas desaparecidas o muertas en el mar ha venido alcanzando un nuevo récord cada año desde 2013. El Consejo ha declarado; «acercándose la primavera, estamos decididos a tomar medidas adicionales para reducir significativamente los flujos migratorios a lo largo de la ruta del Mediterráneo central y para desarticular el modelo de negocio de los traficantes, vigilando al mismo tiempo las rutas del Mediterráneo oriental y otras rutas. Intensificaremos nuestra cooperación con Libia como principal país de partida, así como con sus vecinos del norte de África y del África subsahariana.»
Libia, no es un país estable, vive una situación de inestabilidad política notable, por ello, el Consejo considera que «el desarrollo de capacidades es fundamental para que las autoridades adquieran el control sobre las fronteras terrestres y marítimas y para combatir las actividades de tránsito y contrabando. La UE mantiene su compromiso con una solución política integradora en el contexto de un Acuerdo Político libio, y mantiene su apoyo al Consejo de la Presidencia y al gobierno de concertación nacional respaldado por las Naciones Unidas.»
En este sentido Italia, con su Presidente del Consejo, Paolo Gentiloni suscribió la vigilia del Vertice de Malta un acuerdo con el Primer Ministro libico Faïez Sarraj. Este acuerdo tiene el objetivo de ayuda a Tripoli a luchar contra la migracion ilegal, una ayuda de €200 millones para financiar la formacion de equipos de guarda costa líbicas.
El Presidente del Consejo Donald Tusk manifestó: «Hemos decidido también apoyar las actividades bilaterales de los Estados miembros que tratan directamente con Libia. Por ello hemos acogido con satisfacción el Memorando de Acuerdo firmado ayer por los presidentes de Gobierno de Italia y Libia, como otro importante signo alentador de que la situación está a punto de mejorar. La Unión Europea y nuestra actuación apoyarán a Italia y Libia. Es nuestra responsabilidad compartida.»
Por ello la Declaración de Malta tiene el principal objetivo de parar la ruta del Mediterráneo central que significa más de 180,000 personas que llegaron en el 2016 y más de 4,000 personas que murieron ahogadas.
Libia está dividida en dos entre la Tripolitania, con el gobierno de Serraj cuenta con el apoyo de la comunidad internacional y la Cirenaica, controlada por el general Khalifa Haftar, cuenta con el apoyo de Rusia.
Entre las prioridades de la Declaración de Malta cabe señalar:
- formar, equipar y apoyar a la guardia costera nacional libia, así como a otros organismos pertinentes
- llevar a cabo mayores esfuerzos para desarticular el modelo de negocio de los traficantes mediante una mayor actuación operativa que implique a Libia y a los socios internacionales pertinentes
- mejorar la situación socioeconómica de las comunidades locales en Libia, especialmente en las zonas costeras y en las fronteras terrestres libias situadas en las rutas migratorias
- procurar garantizar capacidades de acogida y condiciones adecuadas en Libia para los migrantes, junto con el ACNUR y la OIM
- apoyar a la OIM a la hora de aumentar las actividades de retorno voluntario
- mejorar las campañas de información dirigidas a los migrantes.