El mar Mediterráneo es el escenario sobre el cual se realiza el gran debate europeo: Migrantes. Personas con derecho de asilo y migrantes económicos, ellos cruzan el profundo mar Mediterráneo, convertido en la tumba de tantas otras personas que intentaron llegar a la tierra prometida: Europa.
Italia, uno de los países afectados, una vez loado por sus costas que bordean todo el país, excepto una parte que lo conecta a Europa continental, ahora, estas mismas costas son la libre entrada a territorio europeo.
Las discusiones, los debates a nivel europeo sobre las cuotas, las modalidades de darles hospedaje, las acciones unilaterales como la de la Canciller Merkel quien recibió a los refugiados sirios altamente calificados. La asustada reacción inglesa con el BREXIT; Hungría que cierra fronteras, y etc. Se creó Frontex, una estructura que ayuda a gestionar las fronteras exteriores así como los controles fronterizos.
Cuando se está viviendo una cierta calma, precisamente ahora, Carmelo Zuccaro, Procurador de Catania, denuncia que las ONG que participan en el rescate no socorren sino recogen y que existe comunicación entre la embarcación ONG y los contrabandistas de seres humanos. Según el Procurador Zuccaro “no todas las ONG son filantrópicas”: “comunicaciones entre privados que indican el punto de entrega de los migrantes hace pensar en relaciones poco claras y que deben ser investigados en sedes no sólo judiciales sino también en otras sedes. Otra línea de investigaciones, que considero útil para los jueces, es la dirigida a la investigación de las fuentes de financiamiento de las ONG de reciente constitución, las cuales, actúan con inmensos capitales. Ya expuse a la Comisión Schengen este punto proporcionando datos sobre los costos que requieren las ONG para estar en el mar y llevar a cabo su misión. Considero, que comprender quién financia a estas ONG de reciente constitución podría darnos indicaciones útiles.”
Italia, no goza de gran credibilidad a nivel europeo. Ha sido cuestionada por el escaso control al ingreso de los migrantes, no tomaban las huellas digitales, no se completaba el protocolo. Esto, en tiempos de ISIS, llevó a pensar en infiltrados, niños que han escapado de los cuales no se sabe su paradero. Es un problema.
En dicha polémica estuvo también involucrado el tema económico. Las asociaciones ligadas al grupo político de turno fue beneficiada en acoger a los migrantes recibiendo €35 diarios por cada migrante, la gestión no era impecable. Comprendía la enseñanza del italiano, cosa que no se hizo, es más se supo que en algunos casos se le daba una parte del dinero al inmigrado para que se vaya.
Con estos antecedentes, surgen muchas dudas y sobre todo la población italiana quiere entender, si indiscutiblemente el aspecto humanitario es prioritario, ésta se pregunta: ¿se está socorriendo o se está estimulando la migración?
Si en el 2015 habían 3 naves de ONG, en el 2016 son 14 naves ¿cómo es posible? ¿quién las financia? Se agregan algunos aspectos de la dinámica realizada, algunas chalanas son recibidas en aguas territoriales libias y no en alta mar, por lo que se habla de “recoger y no de socorrer”.
Los migrantes han aumentado en un millón y medio, lo grave es que quien llega a Italia se queda en Italia, no hay modo de llevarlos a otros países europeos porque no son refugiados sino migrantes económicos para quienes existe un procedimiento regular de ingreso. Cuando llegan están sin documentos, ni declaran su país de origen, Italia tiene que acogerlos hasta que se defina claramente su identificación, en ese período, hasta que llega su identificación, ellos pueden también escapar.
Lo que es claro es que los contrabandistas de seres humanos se han acomodado utilizando la presencia de las ONG, de los guardacostas, de la Marina, de Frontex, llenan sus chalanas de gente, los hacen partir con poca gasolina para que se queden parados en pleno mar esperando que se los recoja.
Podría también hablarse de una instrumentalización de las ONG en favor de los contrabandistas quienes cada vez aumentan más sus ganancias con mínimos costes. Por ello, se sostiene que la actuación de las ONG no constituyen un freno sino una invitación.
Desde enero han llegado a Italia mas de 350 mil personas +30% de 2016, de los cuales más de 500 son menores de edad.
Por otro lado, Italia no ofrece trabajo a sus ciudadanos menos a los migrantes, un problema social de grandes dimensiones. Si se agrega que algunas naves de las ONG están registradas en paraísos fiscales, alguna lleva bandera de Belice, aumenta el desconcierto. Agregamos que España ha reducido considerablemente la llegada de migrantes. Entonces, ¿es un problema del Mediterráneo?.







