El 31 de octubre 2017, se celebra «500 años desde la Reforma». En la Biblioteca Ambrosiana se inauguró la Muestra «Reperti manoscritti e stampati sulla Riforma» sobre los manuscritos históricos y los libros impresos relacionados con la Reforma. Se distingue la imagen de Martin Luther’s Rose, afirmado como el símbolo de Lutero, gracias a la descripción que él mismo hizo en una carta de 1516 explicando el significado.

La Reforma iniciada por Lutero en 1517 fue un evento traumático para el cristianismo europeo, por ello adquiere mayor valor esta Muestra, la historia se soporta en los libros que, en este caso, entraron a la Biblioteca Ambrosiana en un momento de gran división, de conflicto, muchos libros se perdieron, otros fueron destruidos, los rescatados se han mantenido con cuidado. A distancia de 500 años, podemos verlos en esta Muestra organizada por el Prefecto de la Ambrosiana, Monseñor Franco Buzzi con don Franco Braschi quienes inauguraron el evento explicando el contenido de estos libros que hacen conocer el debate sobre la espiritualidad cristiana, con composiciones poéticas donde se encuentra un poema sobre Lutero, no es un elogio. Reflejan la polémica que se vivía en ese periodo, además de estos hay manuscritos misceláneos con copias que reúnen escritos de Federico Borromeo, con un elenco de príncipes para la preparación de un Consejo, elencos de cuántos han defendido el pensamiento católico, así como quienes son los adversarios donde aparece Lutero, definido como una hidra con tantas cabezas; también documentos sobre el Consejo de Trento donde unos sacerdotes se lamentan en 1579 por haber sido considerados simpatizantes de Lutero por haber protestado contra el Obispo de Vercelli por haber predicado en italiano y no en dialecto, ya el Consejo de Trento establecía que debía predicarse en lengua corriente. El importante trabajo de Santepanini, un sacerdote dominicano que nació en 1470, tradujo las Sagradas escrituras del hebreo y del greco, una obra que facilitó la traducción de la Biblia de Lutero en alemán. Una Muestra que permite conocer la época de la reforma.

Gracias a estos libros, tenemos una prueba viviente de esos tiempos y de las ideas.

El Prefecto Monseñor Buzzi respondió a algunas inquietudes y señaló que luego de la dramática separación, el 31 de octubre de 1999, se suscribió la Declaración conjunta sobre la Doctrina de la Justificación en la fe de la Comunidad Luterana y la Iglesia Católica que une a ambas Iglesias, reconociéndose ambas en lo que San Pablo ha propuesto, el hombre es salvado, en la comunión con Dios no gracias a lo que puede hacer por sus capacidades naturales sino por la fe que tiene en Dios. El gran punto que une a ambas Iglesias es que Cristo es el Redentor, el Salvador, el Centro, por ello todos los hombres bautizados somos hermanos en Cristo, desde este punto de vista todos somos miembros de la Iglesia.

En una época dónde los jóvenes no asisten a la Misa, ¿se justifica hablar de estas divisiones entre Cristianos?
500 años de odios y de contraposición pesan, son difíciles de superar, no todos los Seminarios están abiertos a una formación ecuménica. Pasar del conflicto a la comunión, lo que ha sido construido en forma polémica en tantos siglos no es fácil de desmantelar. Muchos no han leído la Declaración de 1999, no les interesa, hay que adentrarse en la historia para relativizar la división. Mientras Papa Francisco valoriza y habla sobre la posibilidad de la unión, otros califican la propuesta como herética, es difícil que todos juntos cambiemos una visión y una perspectiva que es evangélica. Poco a poco. Yo espero que el año del cambio será el 2030. En Alemania es más evidente la división, mitad de la población es católica y mitad es luterana.

Y ¿cuál es el rol de la Mujer? ¿puede ser esta concepción y la participación de la Mujer en la Iglesia una dificultad de visiones comunes?
Papa Francisco
solicitó el estudio sobre el Diaconato de la Mujer, ha habido una parálisis en el tema, se volvió un tabú cuando Benedicto XVI intervino argumentando que habían razones teológicas, que no se podía reabrir el debate. Sin embargo, este argumento debe ser reabierto. Hay tantas cosas que en los siglos cambian, se deberá profundizar con el alcance de la palabra de Dios, la igualdad de los hombres y las mujeres en la dignidad, gracias a la evolución de la sociedad ha conllevando un crecimiento de la comprensión de la dignidad de la mujer. Tenemos el libro de la Génesis y los escritos de San Pablo, donde dice que no importa ser hombre o mujer, judío, greco, esclavo, libro, niño, adulto, lo que importa es ser una cosa en Cristo-Jesús. Existen las diferencias, se mantiene la sexualidad, es una calificación que está en el plano del Creador,  se mantiene la diferencia sexual pero ésta no impide la asunción de responsabilidad ante una Iglesia de hermanos, todos somos hermanos y hermanas. No significa que el sacerdote como hombre puede ser el único interprete de la palabra, además porque el sacerdote como hombre nunca podrá sustituir a Cristo. Todos pueden ser instrumentos eficaces de su obra, son temas abiertos. En 1400 ya se hablaba de la Mujer Sacerdote son temas que van y regresan, deberán pasar aún algunos siglos.

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