En Salta, Argentina se realizó la reunión Ministerial sobre Economía Digital, la declaración final incluye propuestas para reducir la brecha digital de género, transformar el gobierno, medir la nueva economía y acelerar el desarrollo de infraestructura digital, entre otros temas.
La declaración final reflejó el compromiso del grupo para “promover políticas y acciones que catalicen las transformaciones digitales”. Un documento construido sobre la base del consenso logrado durante las presidencias china y alemana del G20, reconoce que la digitalización es un motor cada vez más importante del crecimiento económico. En este sentido, insta a los países a profundizar el entendimiento de los nuevos modelos de negocios con el objetivo de acelerar el desarrollo de la economía digital de manera inclusiva, transparente y competitiva.
La declaración enumera asimismo los requisitos de una economía digital pujante, como infraestructura digital eficaz y de calidad, un entorno que respalde la innovación y los marcos reglamentarios adecuados y la promoción del flujo libre de la información, las ideas y el conocimiento, entre otros.
En términos de inclusión digital, la declaración señala que “en muchos países la brecha digital de género sigue siendo amplia”, pero indica que existe una “oportunidad extraordinaria para implementar las políticas y las acciones que aceleran la integración plena de las mujeres”.
Respecto de infraestructura, el comunicado resalta “el objetivo común del G20 de brindar acceso universal y asequible a Internet para todas las personas en 2025” y asevera que la conectividad universal es “un potente motor del crecimiento inclusivo y del desarrollo sostenible”.
Otro de los puntos destacados hace referencia a gobierno digital, que además incorpora un anexo específico. Al respecto, los representantes abogan por un “sector público ágil, innovador, integrado y basado en datos” que sea capaz de hacer “un aporte vital para el desarrollo de la economía digital”.
La declaración, consensuada por todos los países miembros, aborda asimismo otros temas como las tecnologías digitales emergentes y el desafío de capturar los beneficios de la digitalización para mejorar la productividad, y “la importancia de respaldar a los empresarios y a las micro, pequeñas y medianas empresas”.
Inclusión de las Mujeres en la economía digital.
Bajo la premisa de que una mayor participación de las mujeres en la economía digital genera un crecimiento económico más sólido, los participantes de la Reunión ministerial de Economía Digital, incluyeron en la declaración final un anexo con iniciativas para cerrar la brecha digital de género.
Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), actualmente hay 250 millones de mujeres menos que hombres con acceso a internet. Además, las mujeres representan apenas 20% de los graduados en carreras en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs).
Para revertir esta realidad, los funcionarios identificaron los principales obstáculos para la integración digital de las mujeres, entre los que citaron la falta de educación, las barreras de acceso, los costos y los sesgos de género intrínsecos en la norma sociocultural, entre otros. A partir del diagnóstico, acordaron una serie de propuestas para que implementen los países del G20.
Una de las primeras recomendaciones es “generar más conciencia en torno a la brecha digital de género y combatir los estereotipos de género que obstaculizan la participación plena de las mujeres en la economía digital”. Para lograrlo, los funcionarios alientan a continuar con las investigaciones que hacen foco en la diferencia en el acceso digital entre hombres y mujeres, determinar las barreras de acceso a la conectividad y abordar los prejuicios de género que se transmiten a los niños desde la primera infancia.
El documento también sugiere “reunir datos desagregados por género para permitir intervenciones basadas en evidencia”. A la vez, recomienda promover habilidades digitales para las mujeres, con el objetivo de facilitar el acceso o la reincorporación al mercado laboral después de una ausencia por maternidad o por tareas de cuidado. Al respecto, reconocen la importancia de la promoción de trabajos de calidad con horarios flexibles, que aprovechen las ventajas de las herramientas digitales.
Para asegurar de que no se está dejando a nadie atrás, los funcionarios alientan asimismo a identificar a aquellos grupos que tienen mayores dificultades para acceder a una conexión digital. Combatir las barreras que enfrenta la mujer rural, por ejemplo, aparece como una prioridad.
Otras propuestas hacen foco en el apoyo a emprendimientos digitales de mujeres y en la promoción del interés de las niñas y la participación de las mujeres en los sectores tecnológicos, a través de premios, becas y clases. Además, el anexo incluye un llamado a “combatir la violencia cibernética hacia las niñas y las mujeres para brindarles un entorno en línea seguro”.
El documento concluye con un incentivo a usar las herramientas digitales que brindan oportunidades para conectarse con otras mujeres, y a coordinar las iniciativas conjuntas entre los países del G20, con el objetivo de “empoderar a las mujeres en la era digital”.
De 34 Delegados, solo integraban la reunión dos delegadas países, una de ellas de Holanda y una de la Unión europea, la Comisaria Gabriel. Esta situación puede ser más elocuente con relación a la participación de la Mujer en el mundo digital, figurarse en la economía digital.