Me han informado sobre las recientes conversaciones entre el gobierno venezolano y la oposición. El inicio de un diálogo formal es un alentador paso adelante que ha de continuar, con el pleno compromiso de todas las partes.
Los esfuerzos conjuntos de la Santa Sede y UNASUR para facilitar el diálogo son cruciales para encontrar soluciones comunes, a la par que pacíficas, en beneficio del pueblo venezolano.
Son necesarios un pleno respeto de los principios y mecanismos constitucionales, de la separación de poderes, del estado de derecho y de las libertades políticas. Todas las partes han de entregarse a un proceso de diálogo sincero y constructivo, tal y como lo describió ayer el Papa Francisco durante su audiencia privada con el Presidente Maduro.
En el contexto político actual, sólo una participación positiva en el proceso de diálogo permitirá al país sobrepasar todos sus desafíos. La Unión Europea, en interés del pueblo de Venezuela, confía en que todas las partes se abstengan de llevar a cabo acciones que pudieran conducir a mayores divisiones o a la violencia.
La situación de Venezuela también fue objeto de una llamada telefónica que mantuve con el Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Parolin.
