“Distanciamiento” y “pertenencia” en el cristianismo antiguo y moderno, Magnífico Nuevo Miembro del Instituto Lombardo

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Monseñor Franco Buzzi Foto: Panorámica Latinoamericana

Monseñor Franco Buzzi, fue honrado a la unanimidad el 6 de octubre 2016, a las 15 horas, en el Palazzo di Brera en Milán, del título de Miembro Efectivo del Istituto Lombardo Accademia di Scienze e Lettere. 

Monseñor Franco Buzzi Foto: Panorámica Latinoamericana
Monseñor Franco Buzzi      Foto: Panorámica Latinoamericana

Fue elegido el 23 de junio 2016 para la Clase de Ciencias Morales, Sección de Filología y Linguistica. Se ha esperado la ratificación del Ministero per i Beni Culturali y la entrega del alto reconocimiento en la sede del Istituto, antes de hacerla conocer por intermedio del Boletín de la Veneranda Biblioteca Ambrosiana, de la cual Monseñor Franco Buzzi es el XXV Prefecto.

Sede de la Academia Ambrosiana. Foto: Panorámica latinoamericana
Sede de la Academia Ambrosiana. Foto: Panorámica latinoamericana

El Instituto Lombardo fue instaurado por Napoleón Bonaparte bajo el modelo del Institut de France en 1797 con la tarea de reunir los descubrimiento y perfeccionar las artes y las ciencias. (art. 297 Constitución de la República Cisalpina). La sede se fijó en Bolonia y el reglamento preveía 30 miembros pensionados y 30 honorarios, con miembros asociados italianos y extranjeros, subdivididos en tres secciones;

– ciencias físicas y matemáticas,
– ciencias morales y políticas,
– literatura y bellas artes.

Cuando, por voluntad de Napoleón, tuvo inicio la actividad académica el 6 de noviembre de 1802, Alessandro Volta fue uno de los primeros a ser llamado, junto a 31 miembros, entre los cuales: Barnaba Oriani, Vincenzo Monti, Antonio Scarpa, Andrea Appiani.

El 18 abril 1803, los primeros designados por el Gobierno designaban a su vez a otros 31 miembros: entre estos el mismo Napoleón, Francesco Melzi d’Eril, Carlo Amoretti, Luigi Bossi.

El 24 de mayo 1803 el Instituto fue convocado por primera vez y el 15 de enero de 1804 se emitía el Reglamento orgánico; el primer Presidente nombrado a presidir las sesiones fue Alessandro Volta.

A solicitud de la mayor parte de los miembros, Napoleón con decreto del 25 de diciembre 1810 otorgaba al Instituto el nuevo nombre de Istituto Reale di Scienze, Lettere ed Arti, y establecía la sede en Milán en el palacio de Brera.

Después de la caída de Napoleón, el Instituto paso inicialmente al gobierno austriaco y luego (en 1859) al gobierno italiano.

En 1859 tuvo como Presidente a Alessandro Manzoni, quien fuera luego nombrado Presidente honorario.

El Instituto funcionó, desde sus orígenes, sin interrupción.

El Instituto posee un rico archivo de cartas manuscritas y documentos de alto relieve, pertenecientes a científicos y literatos ilustres (Carlo Amoretti, Giambattista Paletta, Alessandro Volta, Carlo Cattaneo, Giovanni Gherardini, Pietro Giordani, Antonio Cappelli, Vincenzo Nannucci, Costantino Arlia, Pio Rajna, Carlo Salvioni, Giovanni Schiaparelli y otros): es de sumo valor científico e histórico la amplía colección de manuscritos de Alessandro Volta (cuyos Opere y cuyo Epistolario han sido publicados por iniciativa del Istituto Lombardo y con la colaboración de la Accademia Nazionale dei Lincei e con la Società Italiana di Fisica).

Es de notable interés, por finalizar, para la historia y para la evaluación, en el tiempo, de la importancia social y de consultoria del Instituto, la rica documentación, conservada en el mismo archivo, de memorias y estudios presentados para concursos gubernamentales en diferentes disciplinas.

En 1935 tuvo un nuevo estatuto y una administración autónoma bajo el control del Ministerio de la Instrucción Pública antes y hoy del Ministerio para los Bienes Culturales.

La última intervención de Franco Buzzi en el Instituto Lombardo tuvo lugar en la sesión del 4 de febrero 2016 a las 17 horas con motivo de la 5° lección del ciclo «Lo straniero, dalla prospettiva storica all’attualità»/ “El extranjero, desde la perspectiva histórica a la actualidad”, bajo el título:

“Distanciamiento” y “pertenencia” en el cristianismo antiguo y moderno.
Gracias a la amable concesión del Instituto Lombardo publicamos a continuación el resumen:
(para leer el texto integral se esperan las Actas del Instituto Lombardo)

Particular de la Cripta
Particular de la Cripta de la Iglesia de San Sepulcro, la Iglesia más antigua de Milán, se camina en la historia. Esta situada en el centro de Milán bajo la Academia Ambrosiana.

 

«El amplio tema requiere diferentes tipos de análisis, en el campo histórico, social, sicológico, literario, filosófico y teológico. Son necesarias las coordinadas de espacio y de tiempo. Una reflexión inicial será dedicada a las invasiones barbáricas y a las reacciones que se tuvieron en el seno del Imperio Romano, que se caracterizaba ampliamente por la presencia de cristianos. Una particular atención será reservada al pensamiento de Agustín y a sus secuaces en Occidente. Agustín demuestra, contra las acusaciones tendenciosas dirigidas a los cristianos, que el cristianismo no puede ser considerado como un cuerpo extraño a la sociedad civil, ni se pueden considerar “extranjeros” a los cristianos.

Acercándonos a la edad moderna, se tomarán en consideración las reacciones cristianas contra el peligro turco, en particular Lutero y Erasmo. El primero ve en la amenaza de los Turcos el castigo de Dios que debe inducir al arrepentimiento a los cristianos. El segundo predica la paz, la mansedumbre, la misericordia y, sobre todo, el buen ejemplo y el comportamiento coherente de los cristianos. El distanciamiento de la civilización turca debe llevar al Occidente a su real identidad cristiana.

La edad moderna es además la época de las grandes conquistas hacia el Este y Oeste. La evangelización acompañó la conquista, tanto en el Nuevo Mundo cuanto en las Indias Orientales. En el ámbito de los dos patronatos, respectivamente español y portugués, se aclarará sobre los varios métodos misioneros y nos interrogaremos sobre el amplio fenómeno del distanciamiento entre las nuevas civilizaciones descubiertas y la antigua civilización occidental, impregnada de cristianismo, que se asomará progresivamente a los mundos descubiertos a Este y a Oeste. Al lado del abuso que caracterizó la toma de las Antillas y de los países neolatinos, con la simultánea destrucción de las antiguas civilizaciones indias, se podrá apreciar el denominado método del apaciguamiento, actuado en Extremo Oriente, sobre todo por los jesuitas.

Concluirá esta rápida mirada histórica algunas reflexiones sobre el iluminismo de Voltaire. Verdaderamente ¿la religión natural libera a las religiones histórico-positivas de su recíproco distanciamiento? Y, si es así, ¿a cuál precio?

En realidad “distanciamiento” y “pertenencia” constituyen dos dimensiones inseparables de cualquier realidad que apunta a construir  su propia identidad en el transcurrir de la historia, tanto que se trate del individuo cuanto del grupo social. Según el cristianismo, luego, Dios sale de sí mismo, para reconducir hacia él su creación, sin anularla en su diferencia constitutiva.”