El 25 de junio, la UE y Cuba celebraron su primera reunión de diálogo de los derechos humanos en Bruselas.
La delegación de la UE estuvo encabezada por el Representante Especial de la UE sobre Derechos Humanos, Stavros Lambrinidis. El Sr. Embajador Pedro Núñez Mosquera, Director General para Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional del Ministerio cubano de Relaciones Exteriores representó a la parte cubana.

Los debates se centraron en las modalidades de ejercicio de este diálogo, que se basan en las normas universales de derechos humanos, incluyendo sus objetivos, principios, el formato y los procedimientos. Ambas partes estuvieron de acuerdo en los objetivos para el diálogo de mejorar el entendimiento mutuo sobre cuestiones de derechos humanos, el intercambio de experiencias y mejores prácticas, así como tratar de identificar áreas potenciales de cooperación entre la UE y Cuba. Estuvieron de acuerdo en que el diálogo debería cubrir todos los temas de derechos humanos propuestos por cualquiera de las partes.

Ambas partes también intercambiaron puntos de vista sobre los principios básicos de derechos humanos, como la universalidad, indivisibilidad e interdependencia de los derechos humanos, así como el papel de los organismos de la ONU sobre los derechos humanos y el Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La UE y Cuba también abordaron temas de interés común con el fin de identificar las áreas potenciales para el debate y la cooperación futura, tanto bilaterales como en el marco de los foros multilaterales. Entre los temas tratados fueron la violencia contra la mujer, los derechos del niño, el desarrollo sostenible en el contexto de la agenda post-2015, la salud, la educación, la libertad de expresión y de asociación, la migración y el estado de derecho.
Las conversaciones demostraron el compromiso de la UE y Cuba para profundizar sus relaciones con el fin de apoyar el respeto de los derechos humanos. Permitieron para un intercambio preliminar franco y respetuoso sobre cuestiones de fondo con el fin de fomentar la confianza, mejorar el entendimiento mutuo y desarrollar la cooperación.
De igual forma, la delegación cubana enfatizó en la necesidad de observar un balance adecuado entre las cuestiones del ámbito de los derechos civiles y políticos y los derechos económicos, sociales y culturales; así como en el carácter universal, indivisible e interdependiente de los derechos humanos y en que todas las categorías de derechos deben ser atendidas de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y confiriéndoles a todas el mismo peso.
Al mismo tiempo, expresó su interés de abordar en próximas reuniones, entre otras cuestiones, el enfrentamiento a la discriminación racial; los derechos humanos de los grupos en situación de vulnerabilidad, como los migrantes, incluido el tratamiento a los mismos, las minorías religiosas y étnicas; la protección de los derechos humanos en el contexto de la lucha contra el terrorismo; el derecho a la privacidad en la era digital; y la garantía y ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales, que también son temas de interés para la comunidad internacional.
La delegación cubana ratificó su voluntad de continuar estos intercambios basado igualmente en el reconocimiento y el respeto de las diferencias conceptuales existentes, así como su disposición a abordar cualquier tema, sobre bases de igualdad, reciprocidad y respeto mutuo.
Desde el inicio de las negociaciones, la UE ha hecho hincapié en la importancia que concede al capítulo de los Derechos Humanos y, como en el caso de todos los Acuerdos suscritos hasta la fecha con los países de América Latina, incluirá cláusulas de salvaguarda de su respeto.
Esas cláusulas «con efectos suspensorios» estarán presentes en el acuerdo. La Unión Europea aplica a Cuba desde 1996 la llamada «posición común», una política que condiciona las relaciones con la isla a avances democráticos y en materia de Derechos Humanos.
La próxima reunión será fijada por canales diplomáticos.