La deuda se divide en dos grupos, la interna y la externa. La deuda externa es el conjunto de obligaciones que posee una nación con diferentes acreedores a nivel mundial. En relación a la deuda pública interna, se obtienen recursos financieros a través de la emisión que serán usados para diferentes propósitos como la realización de obras públicas o, incluso, el pago de otras deudas.
El nivel de deuda externa en América Latina es alto actualmente, pues ha pasado de US$ 747,810 millones en el 2006 a US$ 1’244,600 millones en el año 2013. Este importante crecimiento de la deuda externa pondría en riesgo a muchas economías de la región.
En el año 2016, Argentina emitió US$ 53,527 millones de deuda externa, lo que equivale a 11% de su PBI. Esta deuda supone el pago de intereses para el 2017 de US$ 14,300 millones, lo cual coloca en una posición vulnerable al país. En total, la deuda externa argentina se convirtió en US$ 211,000 millones, un incremento del 26%.
En Brasil, los niveles de deuda pública son un problema y los destapes de corrupción en los que se encuentra involucrada, han deteriorado aún más la situación económica. A marzo de 2016, la deuda externa alcanzó los US$ 37,430 millones, cifra mucho menor a la deuda pública (US$ 813,000 millones).
Como se puede observar en Brasil el inconveniente, no es el nivel de su deuda externa, sino el nivel de la pública. A este problema de la deuda se le suman los efectos del riesgo político en el que se encuentran involucrados y la posibilidad de atraer inversión del exterior constituirá un reto durante el 2017.
En el caso de México, acumuló una deuda externa pública de US$ 176,600 millones en agosto del 2016, mientras que la deuda externa total del año 2016 fue de US$ 412,033 millones. El problema de México de mantener una gran deuda externa es la calificación soberana que le otorgan diferentes agencias internacionales, las cuales cambiaron su perspectiva de estable a negativa.
Al cierre del 2015, la deuda externa chilena fue del 70.3% de su PBI, lo que equivale a unos US$ 157,764 millones. La mayor parte de esta deuda la posee el sector privado, debido a préstamos otorgados por parte de empresas vinculadas; que representa aproximadamente una deuda de US$ 127,188 millones, mientras que el sector público sólo alcanzó la cifra de US$ 30,576 millones.
La economía colombiana en el 2016 acumuló US$ 120,010 millones de deuda externa, lo que representa el 42,4% del PBI nacional. Este nivel de deuda no es preocupante para el corto plazo, pues más del 80% es de largo plazo, lo que no afectará las cuentas nacionales.
Para el Perú, las cifras de su deuda externa se han ido reduciendo, pasando de US$ 16,650 millones en 2014 a US$ 15,046 millones al 2016. Esta última cifra representa un 7.7% del PBI nacional. Este resultado demuestra que el Perú tiene una buena capacidad en el pago de sus obligaciones con acreedores del exterior.
Es conveniente indicar que la crisis financiera originada en los Estados Unidos en el 2008, fue causada por instrumentos de deuda, tanto público como privado que fueron utilizados de manera incorrecta. Por esta razón, los países deben manejar su deuda nacional con mucha cautela.