Venezuela y el secuestro de los Medios de Comunicación Social del Siglo XXI. (final) Onofre Raga Albujas

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Es evidente que existe una captura desmesurada y claramente parcializada por mantener una hegemonía en los medios de comunicación venezolanos; el cierre de emisoras televisivas, radiales y medios impresos que según el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa(SNTP)(1), pasan de cien los medios de comunicación cerrados en los últimos 6 años, demuestran que no solo se ven perjudicados estos elementos, sino que también existe una clara desmejora en el conocimiento del acontecer nacional por parte de la población, siendo este un claro problema nacional, con una necesidad inmediata de resolución, ya que su afianzamiento va en la remarcación de una desigualdad social que crece día a día, solo en el 2018, 25 periódicos dejaron de circular y los casos más críticos son los estados Barinas, Sucre y Trujillo donde ya no existen medios impresos.

Se tiene claro que los medios de comunicación social son un elemento sumamente poderoso ya que quien maneja la información tiene el control de la situación. El poder de los medios de difusión es poder político. Ben Bagdikian (2) El conocimiento de la realidad, del acontecer diario en cualquiera de sus facetas, forma parte de la vida diaria y cotidiana del ser humano. Esta es una de las razones por las cuales se considera a la libertad de expresión como uno de los derechos fundamentales de una persona a nivel internacional.

Evidentemente existen excepciones, donde el autoritarismo es la clave y a su vez la piedra que tranca el juego. Claros ejemplos de ello lo vemos en Cuba, Corea del Norte, Bielorrusia, Iran, Siria, etc. En Venezuela, a pesar de que en su carta constitucional establece en los artículos 57 y 58 que toda persona tiene el derecho de expresar libremente sus pensamientos, ideas u opiniones a viva voz, por escrito u otra forma de expresión, diaria y sistemáticamente vemos como tanto periodistas como población en general, son privados de libertad por el solo hecho de emitir opiniones que critican al gobierno actual. En tal sentido, se violan tales derechos transgrediendo, prácticamente en flagrancia, las leyes de la República. Con el pasar de los últimos 5 años, e inclusive desde el 2002, el gobierno a través de artificios leguleyos, ha logrado darles forma legal a los mecanismos de represión contra la libertad de expresión, caso de estudio es la llamada Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (RESORTE)(3) también llamada por algunos como “Ley Mordaza”. Entre otras cosas, esta ley fuerza a todos los prestadores de servicio de radio y televisión a transmitir obligatoriamente los mensajes y alocuciones que el Ejecutivo Nacional considere necesarios. También deben transmitir de manera gratuita y obligatoria mensajes culturales, educativos, informativos o preventivos de servicio público “seleccionados por el Ejecutivo Nacional”, los cuales no deben exceder los quince minutos diarios. Otro de los elementos empleados para estos fines es la Ley contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia.

De todo lo expuesto anteriormente surge una interrogante como planteamiento del presente artículo ¿Qué mecanismos deben adoptarse entonces a todo nivel, para que la libertad de expresión en Venezuela sea reestablecida y que a su vez la población no se vea afectada por la captura de los medios de comunicación y la desigualdad en la información? Queda entonces abierta la pregunta como abierta y libre lo es la imaginación para el que tenga la respuesta más adecuada.

(1)  http://efectococuyo.com/principales/115-medios-cerraron-en-los-ultimos-cinco-anos-en-venezuela-segun-el-sntp/. Consultado el 12 de junio de 2019
(2) 
Ben BagdikianEl monopolio de los medios de difusión, Fondo de Cultura Económica, México, 1986, p. 18.
(3) 
«Ley de Responsabilidad Social en Radio Televisión y Medios Electrónicos»Gaceta Oficial No 39.610. 7 de febrero de 2011. Consultado el 14 de junio de 2019