Presidente Guillermo Lasso actuó el art. 148 de la Constitución de Ecuador.

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Art. 148.- La Presidenta o Presidente de la República podrá disolver la Asamblea Nacional cuando, a su juicio, ésta se hubiera arrogado funciones que no le competan constitucionalmente, previo dictamen favorable de la Corte Constitucional; o si de forma reiterada e injustificada obstruye la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo, o por grave crisis política y conmoción interna. Esta facultad podrá ser ejercida por una sola vez en los tres primeros años de su mandato. En un plazo máximo de siete días después de la publicación del decreto de disolución, el Consejo Nacional Electoral convocará para una misma fecha a elecciones legislativas y presidenciales para el resto de los respectivos períodos. Hasta la instalación de la Asamblea Nacional, la Presidenta o Presidente de la República podrá, previo dictamen favorable de la Corte Constitucional, expedir decretos-leyes de urgencia económica, que podrán ser aprobados o derogados por el órgano legislativo.

Es de conocimiento público que el presidente Guillermo Lasso intento, en reiteradas oportunidades, establecer un diálogo provechoso para Ecuador con los 137 Asambleístas. Vanos fueron sus esfuerzos. Por ello haciendo apelo al artículo 148 de la Constitución declaró la “muerte cruzada”.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias de esta decisión? gobernar Ecuador con Decretos – Leyes que si él imprime en los mismos cuanto el país requiere para su desarrollo, no verá marchas en las calles ni protestas ante las instituciones. Este es el reto que tiene el presidente Guillermo Lasso.

Ecuatorianos, ecuatorianas,

el Ecuador tiene la necesidad de un nuevo pacto político y social que le permita salir de la grave crisis política en la que se encuentra y que lamentablemente cada día se profundiza debemos avanzar hacia una solución que ofrezca Esperanza a las familias ecuatorianas de un Porvenir de bienestar y tranquilidad una solución que además responda las aspiración mayoritaria de poner fin a una confrontación irracional e inútil la confianza que me dieron con su voto la asumí con humildad convencido de que ser presidente de la república. Es un honor sin comparación y es la mayor oportunidad de servicio al que puede aspirar un ciudadano. Desde el primer día de mi gobierno, he ejercido con responsabilidad el poder que me confirieron entendiendo sus derechos como los fines y los límites que todo mandatario debe cumplir ese mandato implica tomar las decisiones adecuadas y necesarias que cada momento histórico demanda.
Hoy es un día en el que tengo la obligación de dar una respuesta a la crisis política que tienen entrampado al Ecuador escuchando a ustedes a los mandantes a los ciudadanos que son los reales depositarios del poder.

Ciudadanas, ciudadanos

ante ustedes comparezco para decirles que no es posible avanzar, resolver los problemas de las familias ecuatorianas enfrentar los profundos desafíos a los que nos somete la inseguridad y el terrorismo con una Asamblea que tiene como proyecto político la desestabilización del gobierno de la democracia y del Estado.

Desde el inicio de mi gestión en cuatro ocasiones, un sector de la política nacional ha intentado de poner al gobierno democráticamente elegido en junio del 2022, cuando recién el país empezaba a salir del encierro, que provocó la pandemia por el COVID-19, sectores violentos paralizaron el Ecuador durante 18 días, esta paralización fue el pretexto para que la oposición en la Asamblea Nacional intentara la destitución del Presidente de la República bajo el argumento de conmoción interna, la protesta violenta y la Asamblea se juntaron para poner en jaque la democracia ecuatoriana, millones de dólares en pérdidas para la economía y una grave herida a la institucionalidad. Cómo no les alcanzaron los votos para destituirme, procuraron que el Consejo Nacional Electoral les entregara los formularios para recoger firmas, porque al entender de estos sectores políticos yo no había cumplido con mi plan de gobierno con el que gane las elecciones presidenciales, resulta inaceptable que se pretenda que un gobierno cumpla con su agenda de desarrollo planificada para cuatro años en apenas doce meses. Este proyecto desestabilizador, subió de nivel con el bloqueo de las iniciativas legislativas presentadas por el ejecutivo, las propuestas para impulsar el desarrollo de oportunidades para traer inversión internacional y para garantizar la educación superior de miles de jóvenes ecuatorianos, están archivados otros proyectos como la ley de recursos hídricos que han sido relegados de la agenda legislativa, en cambio, propuestas que dieron trámite como la Ley de uso progresivo de la fuerza, tienen absurdos, como la Norma que obliga al policía a esperar que le disparen primero en lugar de repeler de forma inmediata una amenaza que pudiera salvar la vida de un ciudadano o la suya propia.

Todos los esfuerzos del poder legislativo están enfocados en desestabilizar al gobierno con un juicio político infundado. Ahora mismo, promueven un supuesto delito de peculado por omisión que no existe en nuestra legislación con el que quieren asegurar que soy responsable político por no haber actuado frente a un presunto caso de corrupción en la empresa petrolera FLOPE, se trata de un contrato del 2018, tres años antes de que yo asumiera la presidencia, un proceso sin pruebas, contradictorio, confuso ilegal e ilegítimo, es el mecanismo para destituir al presidente. Han cambiado de acusación varias veces, han violentado el dictamen de la Corte Constitucional, han violentado la Ley Orgánica de la función legislativa, lo que sea para alcanzar su objetivo, no se trata de la verdad o de luchar contra la supuesta corrupción o de defender los intereses del pueblo, de lo que se trata, es de tomarse la presidencia de la República en su camino para usurpar todos los poderes del Estado, en eso son expertos, el control total que ya lo vivimos, viene acompañado de autoritarismo, persecución y corrupción. Los acusadores se han obsesionado por acabar con mi gobierno impulsados por un sobrehumano rencor. Sin embargo, han sido incapaces de encontrar prueba alguna en mi contra, porque no hay nada que encontrar absolutamente nada. Yo admito errores en mi gestión pero soy un demócrata Y he procurado que las soluciones sean siempre constitucionales y legale,s me he esforzado para que el diálogo político sea la herramienta que garantice gobernabilidad y estabilidad que permitan a cada poder del Estado cumplir con sus atribuciones y responsabilidades, pero, el ataque a la gestión de este gobierno no tiene límites, los ministros del interior, defensa, salud, inclusión social entre otros, han recibido más de 1.300 pedidos de información y han sido llamados a comparecer en más de trescientas ocasiones en dos años de gobierno. Hay ministros que han tenido en un solo día hasta cinco comparecencias, han activado catorce juicios políticos para generar inestabilidad en el gabinete y entorpecer el trabajo del gobierno. Es inaceptable que gran parte del tiempo de los ministros y sus equipos esté dedicado a resistir el acoso político de la Asamblea Nacional en lugar de gestionar la solución de los problemas de las familias ecuatorianas. Esto no es fiscalización, es una constante obstrucción que ha generado una grave crisis política y conmoción interna que se refleja en la casi nula confianza de la sociedad ecuatoriana en la Asamblea Nacional para dar una salida constitucional al Ecuador.

He decidido aplicar el artículo 148 de la Constitución de la República, que me otorga la facultad de disolver la Asamblea Nacional por grave crisis política y conmoción interna para lo cual he firmado el Decreto Ejecutivo número siete cuatro uno,  además, he solicitado al Consejo Nacional Electoral la convocatoria inmediata a elecciones legislativas y presidenciales para el resto de los respectivos periodos. Esta es una decisión democrática no solo porque es constitucional sino porque le devuelve al pueblo ecuatoriano, a ustedes, el poder de decidir su futuro en las próximas elecciones. Esta es la mejor decisión posible que nos abre el camino a recuperar la esperanza, la tranquilidad y permitir al gobierno centrar todos sus esfuerzos en atender las necesidades de las familias ecuatorianas a partir de hoy sin bloqueos.

El gobierno nacional expedirá una serie de decretos ley que cumplirán con el mandato soberanamente expresado por ustedes he firmado el primer decreto ley de urgencia económica para reducir impuestos fortalecer la economía de cuatrocientas sesenta mil familias ecuatorianas, y qué significará, que cerca de 200 millones de dólares regrese a sus hogares. Este decreto ley será remitido a la Corte Constitucional para su dictamen. El Ecuador no se detiene, los servicios públicos atenderán con normalidad, las Fuerzas armadas y la Policía Nacional continúan garantizando seguridad con su labor diaria de enfrentar a la delincuencia y al terrorismo, el sector privado, tiene todas las garantías para desarrollar sus actividades y seguir contribuyendo al crecimiento y desarrollo del país.

Este es un nuevo momento para el optimismo, construyamos juntos un futuro mejor para el Ecuador. Por último, invocando una vez más las palabras del presidente Jaime Roldós termino este mensaje “mi poder en la Constitución y mi corazón en el pueblo ecuatoriano que Dios nos bendiga a todos”.
 Muchas gracias”