Buen día, desde el Vaticano los saluda el Padre Carlos Javier Díaz Vega.

Domingo 6 de mayo, VI Domingo de Pascua. El Santo Padre Francisco, recordó a los miles de peregrinos que se reunieron para rezar con él la oración mariana del Regina Coeli que la Palabra de Dios sigue indicándonos domingo tras domingo, los “coherentes estilos de vida para ser la comunidad del Resucitado”. El Papa reflexionó en la frase “Permanezcan en mi amor” (Jn. 15, 9), permanecer en el amor de Jesús. La condición para hacer que nuestro amor no pierda su ardor y su audacia durante el camino es “habitar en la corriente del amor de Dios, vivir arraigadamente en él”. “Busquemos no separárnosle con el egoísmo ni con el pecado. Es difícil, pero no imposible”, dijo el Papa.

Lo más importante es “tomar conciencia de que el amor de Cristo no es un sentimiento superficial”, se trata de tener una actitud fundamental del corazón que se manifiesta en vivir como Él nos pide: “Si cumplen mis mandamientos permanecen en mi amor, así como yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”, dijo Jesús a sus discípulos. El amor no son palabras, palabras, palabras… “el amor se realiza en la vida de todos los días, con las actitudes, con las acciones… el amor es concreto, todos los días”, indicó el Papa.

Además hizo un elenco con quienes se debe compartir ese amor que el Señor resucitado nos da: con quien encuentro en la calle, con quien me empuja a salir de mis intereses y seguridades, con quien espera mi disponibilidad de escucha para caminar con él, comenzando con la familia, con la comunidad, en el trabajo o en escuela… De esta manera, el amor de Jesús “podrá alcanzar a otros, atraerlos hacia Él, hacia su amistad”.

Asimismo, el Sumo Pontífice subrayó que ese amor por los demás no puede ser reservado sólo para ciertas ocasiones excepcionales, sino que debe ser una constante en nuestra existencia. Todos los días estamos llamados a “cuidar a los ancianos”, “a asistir los enfermos”, “a proteger los aún no nacidos”. Esto es amor.

Y el Papa concluyó su reflexión señalando que “no podemos amar como Jesús nos ama si no tenemos su mismo Corazón”. “La Eucaristía tiene como objetivo, dijo el Sumo Pontífice, formar en nosotros el Corazón de Cristo”. Y el Papa oró a María Santísima para que ella “nos ayude a permanecer en el amor de Jesús y nos ayude a crecer en el amor hacia los demás, especialmente hacia los más débiles”.

Por otra parte, después del rezo de Regina Coeli, el Papa recordó a los fieles que en Alemania fue proclamada Beata la religiosa Clara Fey, quien fue una presta  educadora de la juventud desfavorecida. Además, el Papa invitó a la feligresía a orar por la población de la República Centroafricana que en días pasados sufrió graves actos de violencia en los cuales murieron numerosos fieles. ¡No a la violencia y no a la venganza, sí a construir juntos la paz!, dijo el Papa Francisco.

Por último, el Santo Padre mandó un caluroso saludo a los nuevos Guardias Suizos en ocasión de la fiesta de ese histórico y benemérito Cuerpo de Guardia. También saludó a fieles pertenecientes al Camino Neocatecumenal a quienes agradeció por su obra de evangelización… “¡Están por todas partes, gracias!”, les dijo el Papa. Por último, mandó un saludo a los detenidos de la cárcel de Latina, localidad no muy lejana de Roma, quienes estaban viendo por televisión la transmisión en vivo.

Hasta aquí el resumen, gracias por la atención. Saludos afectuosos a todas las mamás en la celebración ya próxima de su día. Dios las bendiga.