En la Unión europea, desde 1995, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han impulsado el aumento de la productividad y el crecimiento en la Unión. El concepto de TIC abarca un amplio espectro de tecnologías, que van desde la tecnología de la información (TI) hasta las telecomunicaciones, pasando por los medios de radiodifusión, todo tipo de procesamiento y transmisión de audio y vídeo y las funciones de control y seguimiento de las redes. En las tres últimas décadas, la «convergencia» tecnológica ha difuminado las diferencias entre telecomunicaciones, radiodifusión y TI. Aunque la radiodifusión sigue siendo el principal medio de distribución de información y de entretenimiento en Europa, cada vez es mayor el contenido audiovisual disponible «a la carta», mientras internet está cada vez más presente gracias al crecimiento exponencial de la conexión a internet 4G y 5G y de la «Internet de las Cosas». Con el fin de abordar los diferentes retos, la Comisión puso en marcha en 2015 el mercado único digital para hacer efectivas las principales propuestas legislativas establecidas como prioritarias, tales como el incremento del comercio electrónico, los derechos de autor, los medios audiovisuales, la revisión de la política de telecomunicaciones, la privacidad electrónica, la armonización de los derechos digitales, servicios de paquetería asequibles, la armonización de las normas sobre el IVA y la ciberseguridad.

A raíz de la Estrategia de Lisboa, la Agenda Digital para Europa fue concebida como una de las siete iniciativas emblemáticas de la Estrategia Europa 2020 adoptada por la Comisión. La Agenda Digital, publicada en mayo de 2010, pretende definir la función capacitadora esencial que deberá desempeñar el uso de las TIC para que Europa pueda hacer realidad sus ambiciones para 2020. Con el objeto de garantizar un entorno digital seguro, abierto e imparcial, la Comisión elaboró la «Estrategia para el Mercado Único Digital» que se estructura en torno a tres pilares:

  • mejorar el acceso de los consumidores y las empresas a los bienes y servicios digitales en Europa,
  • crear las condiciones adecuadas para el éxito de los servicios y las redes digitales, y
  • aprovechar al máximo el potencial de crecimiento de la economía digital.

Desde la apertura del mercado de las telecomunicaciones a la plena competencia el 1 de enero de 1998 y el comienzo de su aplicación, la Estrategia para el Mercado Único Digital ha hecho efectivas las principales propuestas legislativas fijadas como prioritarias. En primer lugar, mejorar el acceso de los consumidores y las empresas a los bienes y servicios digitales en Europa, y proporcionar a la Unión un avanzado sistema de derechos de los usuarios y protección de los consumidores y empresas, en concreto:

  • unas tarifas más bajas para las comunicaciones electrónicas, y
  • la supresión de los costes de itinerancia el 14 de junio de 2017,
  • una mejor conexión a internet para todos con una amplia cobertura de banda ancha generalizada,  y
  • la apertura de internet móvil de banda ancha 5G de aquí a 2020;
  • un calendario común de la Unión para un lanzamiento comercial coordinado de la 5G en 2020;
  • conexión gratuita a redes wifi en puntos de acceso inalámbrico para los ciudadanos y visitantes en los espacios públicos de toda Europa WiFi4EU;
  • banda de 700 MHz de alta calidad; y un Fondo para la conexión de banda ancha en Europa (para apoyar las infraestructuras de red digital);
  • una mayor protección de los consumidores en los servicios de telecomunicaciones mediante la adopción de legislación sobre protección de la privacidad y de los datos,
  • estableciendo el 112 como número único de emergencias europeo, el 116 000 como línea directa para los casos de niños desaparecidos, el 116 111 como línea de ayuda a la infancia y el 116 123 como línea directa para apoyo emocional; así como garantizando el derecho a cambiar de operador de telefonía fija o móvil en el plazo de un día laboral manteniendo el número de teléfono inicial, es decir, la portabilidad del número.

En segundo lugar, con el fin de crear las condiciones adecuadas para el éxito de los servicios y las redes digitales en la Unión, el Organismo de Reguladores Europeos de las Comunicaciones Electrónicas vela por la cooperación entre las autoridades reguladoras nacionales y la Comisión, y promueve buenas prácticas y planteamientos comunes, evitando la aparición de normativas incoherentes que puedan distorsionar la competencia en el mercado único de las telecomunicaciones.