Esta es una de las herramientas más importantes que tenemos en nuestra política exterior. Tenemos mucha palabra, mucha comunicación y declaraciones y, de vez en cuando, hacemos algo concreto y, en particular, muy concreto, involucrando a mucha gente, son nuestras Misiones de Observación Electoral (MOE).
Hemos hecho muchas. Supongo que saben muy bien dónde y cuántas veces hemos estado observando elecciones. Estoy muy orgulloso de lo que está haciendo la Unión Europea en ese ámbito.
Hoy me llama especialmente la atención -o me conmueve- la parte de tu discurso [de Nacho Sánchez Amor] en la que hablas de [cómo] los observadores electorales son gente arriesgada, gente en riesgo. Ciertamente, en muchas misiones hay situaciones de riesgo. Creo que los observadores electorales se merecen muy bien el título de “defensores de los derechos humanos” porque, al final, es lo que hacen: defender un derecho humano básico que es elegir libremente tu gobierno a través de procesos que estén bien organizados y puedan ser evaluada desde fuera.
Yo mismo he visto muchos países donde los observadores locales [electorales] tienen serias limitaciones en su trabajo por parte de las autoridades, hasta el punto de enfrentar serias amenazas e intimidaciones. En algunos países, también ha resultado en violencia y, a veces, víctimas entre los observadores locales. Así que tenemos que rendirles homenaje. [Es] muy bueno que los califiquen como defensores de derechos humanos, porque eso es lo que hacen.
Gracias, Nacho Sánchez Amor, por tu presentación.
Como saben, vivimos en un clima de creciente polarización política en todo el mundo. Las condiciones en las que se llevan a cabo las elecciones democráticas son cada vez más desafiantes. Este tema se está volviendo cada vez más difícil.
Para empezar con una palabra que le es familiar a esta casa, que es desinformación. Las elecciones son de información: si vas a comprar algo al supermercado, quieres tener información sobre el producto. Bueno, no digo que las elecciones sean el supermercado de los partidos, pero, en cierto modo, se trata de elegir. “Elección” viene de “elegir”. Y, para elegir, hay que estar al tanto de lo que está pasando: quién es quién, qué han estado haciendo [las personas], [y] qué se proponen hacer.
La información es la sabia de la democracia: el motor de la democracia funciona con algo que se llama información. Sin buena información, es imposible creer que los ciudadanos puedan comportarse como ciudadanos, plenamente informados y dispuestos a elegir.
Hoy en día, la información está siendo contaminada por la desinformación. No hay nada nuevo. Siempre ha sucedido. Pero, hoy, la desinformación viaja a la velocidad de la luz por las redes y empuja a la retórica, incluso a la violencia. Todo el proceso electoral está siendo contaminado por la falta de información y, peor aún, por la desinformación.
Luego, ver cómo los candidatos y los partidos políticos presentan una amplia gama de propuestas, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda, con nuevas formaciones presentando propuestas que se ven bien. Pero tienen que pasar por los controles de los hechos, y muchos hechos que, en el proceso electoral, se presentan al organismo electoral, de hecho no son ciertos.
Ese no es el propósito de las Misiones de Observación Electoral decir y desenmascarar lo que es verdad y lo que no es verdad. Pero quiero decir que el proceso electoral, la democracia, se enfrenta hoy a un gran problema, que es la calidad de la información.
En segundo lugar, lo que tenemos son ataques contra observadores. Los ataques contra los observadores van desde el hostigamiento hasta la acusación falsa, la difamación y las amenazas e incluso limitar su derecho a la libre circulación, detenciones, expulsiones y violencia física.
Algunos incluso han sido asesinados mientras realizaban su trabajo. En varios casos, el hostigamiento, las agresiones y los asesinatos son perpetrados por miembros de los servicios de seguridad de los Estados. Entonces, no es alguien que está fuera del sistema, es el propio sistema quien ataca a las Misiones de Observación Electoral.
Esto crea un ambiente de incertidumbre e inseguridad, que socava el trabajo de los observadores y limita su capacidad de actuar como observadores. [Esto] limita su capacidad y habilidad para hacer su trabajo y amenaza su seguridad física.
Me parece muy positivo que los Relatores Especiales de las Naciones Unidas hayan optado por recordar a los Estados miembros sus responsabilidades en el marco del derecho internacional: promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, garantizar que todas las personas bajo su jurisdicción puedan acceder y gozar de sus derechos y libertades en la práctica, y proteger el espacio cívico.
Por nuestra parte, en nuestras instituciones, hemos hecho mucho. No los voy a molestar con una lista larga de cuántas misiones [de observación electoral] hemos realizado, dónde y cuándo. Pero sé que usted es consciente de que nuestras Delegaciones [de la Unión Europea] en todo el mundo tienen instrucciones de considerar a los observadores electorales locales -a ellos también- como defensores de los derechos humanos y aplicarles todas las medidas pertinentes en caso de que soliciten asistencia y apoyo de la Unión Europea. Y esperamos que esta práctica de pedir a las Delegaciones y Embajadas que protejan a los observadores electorales locales se extienda a otras organizaciones. Pero incluso [hasta que] cesen las intimidaciones y los ataques contra los observadores electorales, no podemos decir que estamos desempeñando un papel para proteger la democracia. Es tan importante como eso.
Me gustaría agradecer a los amigos de la Declaración de Principios por impulsar este reconocimiento de [los] derechos de los observadores.
Permítanme decir algo sobre algunas misiones [de observación electoral] concretas que hemos estado realizando con algunos antecedentes sobre los observadores electorales.
Recuerdo, por ejemplo, en Zimbabue. Después de las elecciones del 29 de marzo de 2008, y en un contexto de violencia electoral en curso, los líderes y el personal de la Red de Apoyo Electoral de Zimbabue fueron detenidos e interrogados por la policía, allanaron sus oficinas y atacaron a sus observadores. Un observador murió.
En Georgia, en octubre de 2016, mientras supervisaban las elecciones parlamentarias, tres representantes de una misión de observación electoral de una ONG internacional desplegada por el Comité Noruego de Helsinki fueron golpeados y sus teléfonos móviles confiscados.
En Afganistán, en octubre de 2019, dos observadores electorales fueron asesinados, 20 [fueron] heridos, 26 [fueron] arrestados y otros amenazados durante las últimas elecciones presidenciales.
Acercándonos a nuestro tiempo, en octubre [de 2022] en Mozambique, Anastasio Matavele, un destacado observador ciudadano participante y activista comunitario fue asesinado [durante] un tiroteo desde un vehículo en marcha por parte de agentes de los servicios policiales del país.
Puedo continuar pero creo que ustedes conocen mejor que yo los riesgos y los casos en que los observadores están sufriendo estas situaciones de riesgo.
Hoy, no solo nos quejamos de lo que está pasando. Queremos afrontar este reto con una respuesta positiva.
Estoy muy contento de que aquí estén los representantes de las organizaciones de la sociedad civil internacional, los observadores electorales y los profesionales. Gracias por venir aquí a Bruselas.
Veo representantes de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la Commonwealth, el Centro Carter, el Instituto Nacional Democrático y muchos más. Gracias a todos por venir aquí, a la casa de la democracia de la Unión Europea.
Un agradecimiento especial al Parlamento Europeo, querida Vicepresidenta [del Parlamento Europeo, Eva Kaili], por albergar y coorganizar este evento con el Servicio Europeo de Acción Exterior.
Yo, como Alto Representante, estando al frente de nuestras Misiones [de Observación Electoral], me complace compartir esta sesión con usted, Eva [Kaili], con Laura [Chinchilla], expresidenta de Costa Rica.
Quiero mencionar la situación en Ucrania, ¿cómo [podría] no hacerlo?
Sé que ayer se aplaudió mucho al representante de Ucrania. Gracias. Gracias por estar aquí con nosotros. Sé que te aplaudieron mucho, que explicaste tu caso personal particular, con tu marido y tus hijos estando donde están, en Polonia y en Ucrania.
Este fin de semana estuve visitando la Misión de Entrenamiento [EUMAM] en Polonia con sus valientes soldados. Creo que te mereces todo tipo de apoyo.
Usted pedía apoyo para su próximo proceso electoral, el próximo otoño. Esperemos que, para entonces, la guerra haya terminado y Ucrania pueda celebrar un proceso electoral en paz y libertad. Sé que muchos ucranianos estarán [fuera] de Ucrania: millones de ucranianos tuvieron que irse. Ciertamente, habrá que ver cómo podemos apoyar para que puedan participar en el proceso electoral.
Ucrania está luchando [por] su libertad y democracia. Pero la lucha por la democracia va mucho más allá de Ucrania.
Como dije al principio, creo que ya lo dije pero, si no, lo repito: estamos viviendo una “recesión democrática”, lamentablemente. Creíamos que la democracia iba a ser, después del final de la Guerra Fría, “el” sistema. Hoy, vemos que la democracia está decayendo, el número de países no democráticos ha ido en aumento y ningún continente se ha librado de esta tendencia.
Hoy, en todo el mundo, más personas viven en autocracias que en países democráticos. Estamos de regreso a los niveles que no habíamos visto [desde] antes de 1989, antes del final de la Unión Soviética. Así que ciertamente, hay un gran riesgo para la democracia. Tenemos que trabajar mucho más para que la gente recupere [su] confianza en las instituciones públicas, en el proceso electoral, y siga demostrando que las democracias cumplen; que no se trata sólo de un acto de ir un día cada X años a votar sino de luchar eficazmente contra las desigualdades sociales y de proteger los derechos fundamentales.
Eso es cierto en casa, aquí en Europa y en el extranjero. Pero, al mismo tiempo, tenemos que reconocer que hay una diversidad de caminos hacia la construcción de la democracia. Tenemos un modelo occidental, y algunos podrían creer que este es el único modelo, no. El pedido de democracia es un tema global. No se limita a ninguna geografía, religión o edad. A veces, la gente dice: “Oh, este tipo de personas, de hecho, no están bien preparados para la democracia. La democracia es una cosa cultural”. No, no es una cosa cultural. No es el “Occidente”. No responde a nuestra forma de entender cómo organizar la vida de las personas en sociedades estructuradas. Es un valor universal. Y hay principios más amplios que tenemos que defender. Es por eso que estas Misiones de Observación [Electorales] participan en procesos electorales en todo el mundo.
La Declaración de Principios para la Observación Internacional de Elecciones, que nos reúne hoy, es una Declaración antigua. Se consolidó en 2005, si no me equivoco. Fue respaldado por 55 organizaciones [intergubernamentales] e internacionales, incluyéndonos a nosotros, las instituciones europeas. Creo que es un buen símbolo de lo que llamamos el “enfoque multilateral” y tenemos que apoyarlo.
Esta Declaración fue respaldada por primera vez hace solo 17 años, pero ha elevado su perfil y, hoy, es una forma de resaltar la importancia de este proceso.
Pero además de decir que hemos hecho muchas cosas y estamos enfrentando desafíos, lo importante de este encuentro sería: ¿cómo implementar mejoras en nuestros procesos electorales? No solo, cómo hacemos que nuestras recomendaciones sean implementadas, porque, al final, esta es una parte importante del trabajo. Decimos: “Mira, esto, esto y esto no fue suficiente; la próxima vez, tiene que ser mejorado.” Nuestra implementación tiene que ser implementada. De lo contrario, es escalar el desierto. Y esta es una parte importante de nuestra actividad: dar seguimiento a la implementación de las recomendaciones de nuestras Misiones [de Observación Electoral].
Lo segundo que hay que tener en cuenta es la famosa transformación digital, todo el mundo habla de ella. No puede tener una reunión sin decir «digital» y «verde» al menos una vez. Todos somos “verdes” y “digitales”, pero ¿qué significa esto en términos prácticos? ¿Qué significa la “transformación digital”?
Cuando ves que uno de los países más ricos y avanzados del mundo todavía tiene dificultades para contar los votos, debería ser mucho más fácil, pero parece muy difícil. En algunos países, tienen que esperar muchos días para contar los votos, y luego todavía hay muchos problemas sobre si el conteo se hizo bien.
En otro, la digitalización del proceso ha avanzado mucho más. Esto hay que hacerlo, pero lo digital no debe ser una sombra para la manipulación electoral.
Lo que sucede dentro de la computadora no es observado por los ojos. Entonces, tenemos que ser capaces de enfrentar los desarrollos tecnológicos, y tener las habilidades y capacidades para controlar un proceso que cada vez más está siendo controlado por una máquina. No se trata simplemente de contar las papeletas en papel con todo el mundo mirando a su alrededor, sino algo que sucede dentro de los bits y bytes, y nuestros observadores deberían poder controlar también este proceso.
También me gustaría enfatizar la necesidad de apoyar a los observadores nacionales. Venimos, desplegamos nuestras capacidades, nuestra gente pero no podemos hacer todo solos. Tenemos que confiar en la gente sobre el terreno, la gente del país donde se lleva a cabo el proceso electoral. Creo que este es uno de los valores centrales consagrados en nuestra Declaración de Principios.
Estoy saltando de una página a otra, porque quiero ir a los temas centrales, y para mí el tema central son los metodológicos: la transformación digital –ya lo mencioné– es algo positivo pero puede tener un aspecto negativo. impacto, incluido el riesgo de interferencia extranjera. Tengan muy en cuenta que hoy, cada vez más, los viejos procesos electorales han sido interferidos desde afuera, desde afuera. No quiero apuntar a nadie, pero seguro que tenéis en mente de lo que os hablo.
Todos los procesos electorales están siendo interferidos desde el exterior. Las modernas capacidades tecnológicas de [difundir] información [ampliamente son] una herramienta muy importante para esta interferencia.
Necesitamos democracias apoyadas por medios independientes y organizaciones de la sociedad civil. No son sólo los gobiernos. Es la sociedad, son los medios de comunicación. Libertad de prensa y una sociedad civil vibrante y fuerte que produzca organizaciones que se ocupen del bien público sin tener un trabajo público. No son solo las personas [que hacen] política como una forma de vida, sino los ciudadanos comunes que no quieren estar en política [como un] trabajo de tiempo completo, sino [para tener] una forma de contribuir al bien público.
Esta es nuestra fortaleza más importante, estar en contacto con este tipo de personas.
Yo mismo he estado participando en un par de Misiones de Observación [Electorales]. Recuerdo uno de ellos, en Nepal. Por cierto, lo primero que hice fue ir a Palacio a saludar al Rey y, después de las elecciones, el Rey [tuvo] que marcharse. A veces, los procesos electorales son muy transformadores de una realidad. Por eso son tan importantes, porque las elecciones determinan la forma en que se gobierna un país, por quién, con qué compromisos y con qué responsabilidades.
Asegúrese de que está haciendo un trabajo importante. Estén orgullosos de este trabajo, ya que estoy muy orgulloso del trabajo que estamos haciendo desde la Unión Europea y, en particular, desde el Parlamento Europeo y el Servicio de Acción Exterior [Europeo].
Tenemos un nuevo [Jefe de División] para las Misiones de Observación Electoral [Neal Mac Call] del Servicio de Acción Exterior [Europeo], bienvenido. Patrick Costello ha hecho un trabajo fantástico, ahora está en otra tarea. Seguirás la misma forma de trabajar.
Gracias también a Cristina [Maestre Martín De Almagro] del Parlamento Europeo, a las personas que están a cargo de estos procesos. Y gracias a todos por vuestra atención.
Estoy listo para pasar más tiempo contigo, porque tengo que irme, pero no antes de las 3 en punto.
Gracias.