Las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (pymes) constituyen el 99% de las empresas de la Unión. Crean dos de cada tres empleos del sector privado y contribuyen a más de la mitad del valor añadido total generado por las empresas en la Unión. Se han puesto en marcha diversos programas de acción de apoyo a las pymes, como la Small Business Act, Horizonte 2020 y COSME. Su objetivo es incrementar la competitividad de las pymes gracias a la investigación y la innovación y mejorar su acceso a la financiación.

En 2015, existían poco menos de 23 millones de pymes, que generaban 3,9 billones de euros en valor añadido y empleaban a más de 90 millones de personas. Son una fuente esencial de espíritu empresarial e innovación, fundamental para la competitividad de las empresas europeas. La política de la Unión en favor de las pymes tiene como fin garantizar que las políticas y acciones de la Unión defiendan a las pequeñas empresas y contribuyan a aumentar el atractivo de Europa como lugar para la creación y el desarrollo de empresas.

La iniciativa más completa e integradora en materia de pymes ha sido la Comunicación sobre la Small Business Act, presentada por la Comisión en junio de 2008. El objetivo de la SBA es crear un nuevo marco político que integre todos los instrumentos existentes y desarrollar los contenidos de la Carta Europea de la Pequeña Empresa y de la Comunicación «Una política moderna de la PYME para el crecimiento y el empleo». Para ello, propone una «auténtica asociación política entre la UE y los Estados miembros» en lugar de un enfoque exclusivamente comunitario. La SBA pretende mejorar el enfoque integral de la empresa en la Unión a través de la máxima «pensar primero a pequeña escala».

Normativas como la reducción del papeleo y la burocracia es una prioridad fundamental para la Comisión en el marco de la SBA, así como mejorar la capacidad de respuesta de las administraciones públicas a las necesidades de las pymes puede contribuir en gran medida a su crecimiento; la modificación de la Directiva sobre pagos atrasados, por la cual las administraciones públicas están obligadas a pagar en un plazo de treinta días como garantía de seguridad para las pymes, y la Directiva sobre facturación electrónica, por la que se equiparan las facturas electrónicas a las de papel,  resultan especialmente beneficiosas para las pequeñas empresas. Además, la modernización de la política de la Unión en materia de contratación pública supone que las pymes tienen que superar hoy menos trámites administrativos a la hora de acceder a contratos públicos y tienen mejores oportunidades de presentar ofertas conjuntas. Este es también el planteamiento que se ha seguido en relación con la simplificación de las obligaciones de información financiera y la reducción de las exigencias administrativas que recaen sobre las pymes, mediante la modernización de la contratación pública en la Unión y de la Directiva sobre contabilidad.

En diciembre de 2013 se adoptó un Reglamento, por el que se establece un Programa para la Competitividad de las Empresas y para las Pequeñas y Medianas Empresas (COSME) para el periodo 2014-2020. Con un presupuesto previsto de €2,300 millones para ese periodo.

Los objetivos generales son:
mejorar el acceso de las pymes a la financiación, en forma de capital y de deuda, gracias a un instrumento de capital para inversión en la fase de crecimiento y a un instrumento de garantías de préstamos que ofrecerá a las pymes garantías directas u otras medidas de reparto de riesgo con intermediarios financieros a fin de cubrir los préstamos; una parte del presupuesto de COSME (€1,300 millones) se ha asignado a instrumentos financieros;
mejorar el acceso a los mercados dentro de la Unión y a escala mundial: se prestarán servicios de apoyo a las empresas orientados al crecimiento a través de la Red Europea para las Empresas, a fin de facilitar la expansión de la actividad empresarial tanto dentro del mercado único como fuera de la Unión;
apoyar el emprendimiento: las actividades incluirán el desarrollo de capacidades y actitudes empresariales, especialmente entre los nuevos empresarios, los jóvenes y las mujeres.

Según la Comisión, se espera que el programa ayude anualmente a 39,000 empresas a crear o mantener 29,500 empleos y a lanzar 900 nuevos productos, servicios o procesos de aquí a 2020.

Fuente: Frédéric Gouardères