En el lejano 1952 y 1957 los fundadores de la Comunidad Europea no imaginaron jamás la velocidad con la que actualmente nos comunicamos. El Tratado de Roma, dada la época y las circunstancias se enfocó sobre todo en la agricultura, a pesar de no dar la debida atención a la industria, dejaba espacio para promover el desarrollo de su espacio territorial y de sus economías. De un inicio de seis países fundadores, la Unión europea se encuentra, ahora, con 28 miembros que luego de un periodo de incertidumbre, con relación a la velocidad de las comunicaciones, la han adoptado plenamente. Como siempre son las crisis las que nos ayudan a tomar la decisiones que en tiempos normales no las tomaríamos. Así, este cuerpo comunitario, en el 2010, lanzó la Agenda Digital con la clara intención de definir la función capacitadora esencial que deberán desempeñar las TIC para que Europa pueda hacer realidad sus ambiciones para 2020.
Las acciones clave de la Agenda Digital responden a la necesidad de abordar los siguientes aspectos:
1) fragmentación de los mercados digitales,
2) falta de interoperabilidad,
3) incremento de la ciberdelincuencia y riesgo de escasa confianza en las redes,
4) ausencia de inversión en redes,
5) insuficiencia de los esfuerzos de investigación e innovación,
6) carencias en la alfabetización y la capacitación digitales, y
7) pérdida de oportunidades para afrontar los retos sociales.
El 6 de mayo de 2015, la Comisión adoptó la Estrategia para el Mercado Único Digital, basada en tres pilares:
1) mejora del acceso de los consumidores y las empresas a los bienes y servicios digitales en toda Europa;
2) creación de unas condiciones adecuadas y equitativas para que las redes digitales y los servicios innovadores prosperen;
3) aprovechamiento máximo del potencial de crecimiento de la economía digital.
La Comisión estableció una hoja de ruta con 16 acciones clave en el marco de estos pilares, que deberán estar en marcha para finales de 2016; cada acción será objeto de la consulta y evaluación de impacto correspondientes.
Actualmente, la UE dispone de un avanzado sistema de derechos de los usuarios y protección de los consumidores, en concreto:
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el 112, número único europeo de emergencia;
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el 116000, línea directa para los niños desaparecidos;
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el 116111, línea directa para la infancia, y
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el 116123, línea directa de apoyo emocional;
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el derecho a cambiar de operador de telefonía fija o móvil en el plazo de un día laboral manteniendo el número de teléfono inicial, es decir, la portabilidad del número;
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tarifas más bajas para las comunicaciones electrónicas, que conducirán en última instancia a la desaparición de los costes de itinerancia (en junio de 2017);
- cobertura de banda ancha básica generalizada, principalmente gracias al desarrollo de la banda ancha móvil y por satélite;
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protección de la intimidad y protección de datos, reforzadas con la próxima reforma de la normativa sobre protección de datos.
- una plataforma en línea de resolución de litigios entre consumidores y comerciantes digitales.
- el dominio de primer nivel de la UE: (dominio «.eu»)