Acaba de ser publicada la quinta edición del Monitor de la Educación y la Formación 2016 de la Comisión, es un informe anual, que muestra la evolución de los sistemas de educación y formación en Europa así como los avances realizados en la consecución de los fines que conforman los objetivos principales de educación de Europa 2020, como parte de la estrategia general de crecimiento y empleo de la UE.
El Monitor analiza los principales retos a los que se enfrentan los sistemas educativos europeos y presenta medidas que pueden hacerlos más acordes a las necesidades de la sociedad y del mercado laboral. El informe incluye una comparación entre países, un informe exhaustivo sobre cada uno de los veintiocho países y una página web específica con información y datos adicionales. El Plan de Inversiones para Europa, el programa Erasmus+, los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos, incluida la Iniciativa de Empleo Juvenil, así como Horizonte 2020, contribuyen a estimular las inversiones y a apoyar las prioridades políticas en el ámbito de la educación.
De todos los miembros de la Comisión Europea hemos seleccionado algunos mediterráneos como Italia, Francia, España, del norte como Bélgica y Alemania, así como dos nórdicos como son Finlandia y Suecia.
Objetivos de Europa 2020
Europa depende de sistemas educativos eficaces para dotar a los jóvenes de las capacidades necesarias para construir su vida como ciudadanos y desarrollar sus carreras profesionales. Las escuelas, las universidades y las instituciones de formación profesional son la base del crecimiento, el empleo, la innovación y la cohesión social.
En la edición de 2016 de su Monitor de la Educación y la Formación, la Comisión Europea analiza el estado de la Unión Europea y los sistemas nacionales y pone de manifiesto que los Estados miembros se enfrentan a la doble tarea de garantizar una adecuada inversión financiera y ofrecer una educación de gran calidad a los jóvenes de todos los orígenes, incluidos los refugiados y los migrantes.
En lo que respecta a la inversión en educación, los datos más recientes del Monitor (2014) revelan que, después de tres años consecutivos de contracción, el gasto público destinado a la educación en la UE vuelve a crecer. A escala de la UE, la inversión pública en educación creció en un promedio anual del 1,1%. Aproximadamente dos tercios de los Estados miembros registraron un aumento. En seis países, este aumento fue superior al 5% (Bulgaria, Hungría, Letonia, Malta, Rumanía y Eslovaquia). En cambio, diez Estados miembros redujeron el gasto en educación en 2014 con respecto a 2013 (Austria, Bélgica, Croacia, Chipre, Estonia, Finlandia, Grecia, Italia, Lituania y Eslovenia).
Al mismo tiempo, es necesario seguir esforzándose para que los sistemas educativos sean más inclusivos. La educación es un potente motor para la integración de los jóvenes de origen inmigrante. Sin embargo, los resultados de estos jóvenes siguen siendo peores que los de los residentes nativos. En 2015, su tasa de abandono escolar prematuro fue superior (19 %) y su tasa de titulados en educación terciaria fue inferior (36,4 %) a las de la población nativa (un 10,1 % y un 39,4 %, respectivamente).
Todo ello apunta a la necesidad de que los Estados miembros redoblen sus esfuerzos, sobre todo teniendo en cuenta el aumento del número de refugiados y migrantes que vienen a la UE (1,25 millones en 2015, frente a 400.000 en 2013). Alrededor del 30% de las personas recién llegadas son menores de dieciocho años y la mayoría tienen menos de treinta y cuatro años. Dada su corta edad, la educación es un instrumento muy poderoso para promover su integración en la sociedad.
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