Era el 14 de septiembre cuando la Comisión propuso una intervención de emergencia en los mercados energéticos europeos para hacer frente a las recientes y dramáticas subidas de precios. Rusia usa sus recursos energéticos como arma. Para aliviar la creciente presión se requieren medidas excepcionales de reducción de la demanda de electricidad, que contribuyan a reducir el coste de la electricidad para los consumidores, y medidas para redistribuir los excedentes de ingresos del sector energético a los clientes finales.
Entre las propuestas formuladas tenemos:
Reducir la demanda. Esto puede repercutir en los precios de la electricidad y lograr un efecto tranquilizador global en el mercado, la Comisión propuso la obligación de reducir el consumo de electricidad en al menos un 5% durante las horas de precio máximo seleccionadas. Asimismo, la Comisión propuso que los Estados miembros se fijen como objetivo reducir la demanda global de electricidad en al menos un 10 % hasta el 31 de marzo de 2023.
La Comisión propuso un tope temporal de ingresos para los productores «inframarginales» de electricidad, es decir, tecnologías con costes más bajos, como las energías renovables, la energía nuclear y el lignito, que suministran electricidad a la red a un coste inferior al nivel de precios fijado por los productores «marginales» más caros. La Comisión propone fijar el tope máximo de los ingresos inframarginales en 180 EUR/MWh. Esto permitirá a los productores cubrir sus costes de inversión y funcionamiento sin perjudicar la inversión en nuevas capacidades, en consonancia con nuestros objetivos energéticos y climáticos para 2030 y 2050. Los ingresos por encima del tope serán recaudados por los gobiernos de los Estados miembros y utilizados para ayudar a los consumidores de energía a reducir sus facturas. Se anima a los Estados miembros que comercian con electricidad, en un espíritu de solidaridad, a celebrar acuerdos bilaterales para compartir parte de los ingresos inframarginales recaudados por el Estado productor en beneficio de los usuarios finales del Estado miembro con una baja producción de electricidad. Estos acuerdos se celebrarán a más tardar el 1 de diciembre de 2022 cuando las importaciones netas de electricidad de un Estado miembro desde un país vecino sean al menos del 100 %.
En tercer lugar, la Comisión también propone una contribución solidaria temporal sobre los beneficios extraordinarios generados por actividades en los sectores del petróleo, el gas, el carbón y la refinería que no están cubiertos por el tope máximo de los ingresos inframarginales. Esta contribución temporal mantendría los incentivos a la inversión para la transición ecológica. Sería recaudada por los Estados miembros sobre los beneficios de 2022, que superan en más de un 20 % los beneficios medios de los tres años anteriores. Los Estados miembros recaudarían los ingresos y los reorientarían a los consumidores de energía, en particular los hogares vulnerables, las empresas gravemente afectadas y las industrias con gran consumo de energía. Los Estados miembros también pueden financiar proyectos transfronterizos en consonancia con los objetivos de REPowerEU, o utilizar parte de los ingresos para la financiación común de medidas de protección del empleo o de promoción de las inversiones en energías renovables y eficiencia energética.
A distancia de casi veinte día se ha llegado a pedir cuanto sigue:
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Petición de un tope adecuado al precio del gas vía gasoductos y medidas contra la especulación
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Apuesta por la introducción de un impuesto sobre los beneficios extraordinarios
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Todas las medidas deben alinearse con el objetivo de la UE de alcanzar la neutralidad climática en 2050
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Los eurodiputados reclaman un embargo total de las importaciones rusas de petróleo, carbón, combustible nuclear y gas
El Parlamento reclama más medidas de emergencia para aliviar la presión que el incremento de los precios energéticos ejerce sobre los hogares y empresas europeos.
La guerra rusa de agresión contra Ucrania y su uso del suministro de energía fósil como un arma ha exacerbado drásticamente la ya existente inestabilidad en el mercado energético y ha elevado aún más los precios de la energía y, como consecuencia, ha generado un aumento del coste de la vida, señalan los eurodiputados en la resolución aprobada el miércoles a mano alzada.
Hay que evitar que las personas se vean obligadas a elegir entre «comer o calentar», recalca el texto, que también pide a los Estados miembros medidas para que no se corte el suministro a los consumidores ahogados por el incremento de sus facturas de energía, así como evitar desahucios en aquellos hogares vulnerables que no pueden pagar los recibos o el alquiler. Los eurodiputados instan además a proteger mejor a los consumidores frente a la suspensión o la rescisión de contratos a tipo fijo y rechazan la imposición de pagos anticipados desorbitados por el gas y la electricidad.
«En circunstancias extraordinarias se requieren medidas de emergencia excepcionales», agregan los eurodiputados, que instan a la Unión a actuar, ahora más que nunca, junta y unida. También recuerdan que todas las medidas adoptadas a escala de la Unión para luchar contra la crisis de los precios de la energía deben ser plenamente compatibles con los objetivos climáticos de la Unión a largo plazo.
En opinión del PE, es momento para una solidaridad sin precedentes entre los Estados miembros y para una respuesta común, «en lugar de acciones unilaterales divisivas».
Petición de un impuesto sobre los beneficios y un tope adecuado al precio del gas vía gasoductos
Las empresas que han obtenido beneficios imprevistos deben contribuir a mitigar los efectos adversos de la crisis, afirma el Parlamento. Los eurodiputados acogen con satisfacción, en principio, el acuerdo del Consejo de establecer un límite temporal de emergencia para los ingresos por la producción y venta de electricidad utilizando las llamadas tecnologías inframarginales, como las renovables, la nuclear y el lignito.
Respecto a las contribuciones solidarias planteadas sobre los beneficios de las empresas dedicadas al crudo, el gas, el carbón y las refinerías, la resolución alerta de que algunas de las grandes compañías podrían librarse de la contribución y piden diseñarla de manera que se evite la elusión fiscal. Los eurodiputados sugieren a la Comisión que evalúe cuál es el margen de beneficio adecuado y que adopte nuevas medidas para introducir un impuesto sobre los beneficios inesperados para las empresas energéticas que se han beneficiado excesivamente de la crisis energética.
La Cámara insta a la Comisión a proponer un límite de precios adecuado para las importaciones de gas vía gasoductos, principalmente de Rusia. También reclama una actualización de las herramientas para la adquisición conjunta de energía, para abaratar las importaciones.
Los beneficios extraordinarios deben ayudar a consumidores y empresas
Los beneficios inesperados deben beneficiar a los consumidores y las empresas, y en especial a los hogares vulnerables y a las pymes, inclusive mediante límites de precios, dice la resolución. Esto debe ir acompañado de una innovación masiva y de inversiones en energías renovables, eficiencia energética e infraestructuras energéticas, en lugar de incentivar a los hogares y las empresas a consumir más energía subvencionada.
El Parlamento está listo para debatir propuestas para la reforma del mercado eléctrico, garantizando que se envía la señal de precios adecuada para invertir en descarbonización y permitir que los ciudadanos y las industrias se beneficien de una energía segura, asequible y limpia, abordando al mismo tiempo la cuestión de los beneficios desproporcionados. La Comisión debería, asimismo, analizar la posibilidad de desvincular los precios de la electricidad y del gas.
Los eurodiputados urgen a la Comisión a examinar detenidamente las actividades de los operadores financieros que han contribuido a la volatilidad del precio del carbono y a tomar medidas para acabar con la influencia del capital especulativo en el mercado de los derechos de emisión en el mercado europeo.
Por último, reiteran su llamamiento en favor de un «embargo inmediato y completo» de las importaciones rusas de petróleo, carbón, combustible nuclear y gas, y del abandono total de Nord Stream 1 y 2.